Una y otra vez, Aryna Sabalenka, la número uno del mundo, castiga a Coco Gauff (4ª) cada vez que la estadounidense no juega con primer servicio esta tarde en la final del Masters de Madrid. Sobre la tierra batida de la central Manolo Santana, los restos de la bielorrusa, favorecidos por la altitud de la ciudad —unos 650 metros sobre el nivel del mar— que hace que la bola salga disparada, son bombas ante las que la norteamericana no puede ni siquiera hacer el ademán de acercarse. La tenista que domina el circuito desde finales del año pasado, la que golpea más fuerte que ninguna otra mujer, impone su juego desde el principio en una tarde agradable en el barrio de San Fermín, con el cielo casi despejado y una temperatura suave que invita a disfrutar del tenis: mandan sus potentes latigazos, luce su explosividad abrasadora, y poco a poco hace mella en la consistencia desde la línea de fondo de la jugadora de Atlanta. En su arcilla favorita, en la única que ha triunfado la jugadora de Minsk a sus 26 años —27 el próximo lunes—, Sabalenka recupera la corona que perdió el año pasado ante la polaca Iga Swiatek (2ª) tras malgastar tres bolas de partido. Esta vez, la bielorrusa no perdona a Gauff (6-3 y 7-6(3), 1h 38m) y eleva su tercer título en la capital española para igualar el récord de Petra Kvitova en su cuarta final, más que ninguna otra mujer en la historia del torneo. “Madrid es superespecial para mí. Siempre me emociona volver aquí y jugar en esta pista hermosa. Amo esta ciudad y amo estar aquí”, dice nada más levantar el trofeo.

La trama del partido queda clara desde el primer juego. Sabalenka desperdicia una bola de rotura, pero Gauff ve cómo se las gasta la tenista de Minsk, que la presiona sobremanera cada vez que no juega con un primer saque. Su tenis es tan avasallador que la estadounidense no tiene prácticamente opciones si el punto se disputa con segundo servicio. Solo puede ver cómo los cañonazos pasan mientras la de Minsk suma golpes ganadores. Al segundo intento, ya le rompe el saque en blanco, y lo mismo vuelve a hacer a la tercera. Gauff, por primera vez finalista en Madrid, se revuelve y sube el nivel: gana solidez desde la línea de fondo, le corta el ritmo con dejadas y logra un break, pero ya tiene demasiado terreno cedido ante el vendaval de Sabalenka como para bregar por el primer set.

La jugadora de Atlanta mantiene el ritmo en la segunda manga, en la que incluso se pone por delante con una rotura y logra sacar para cerrar el parcial con 5-4 en el marcador. A la estadounidense le pueden los nervios, comete dos dobles faltas y desperdicia una bola de set. En el desempate es Sabalenka la que se eleva y se eleva, exquisita con el revés a dos manos y formidable con el mazo que tiene por derecha para alzar el título que la consagra como la líder indiscutible en la Caja Mágica, donde ha pisado la final cada vez que ha superado la primera ronda (2021, 2023, 2024 y 2025). “Estoy supercontenta. Fue un partido durísimo, como siempre ante Coco. El final del segundo set fue muy intenso y muy emocional, y estoy feliz de haber podido manejar mis emociones y lograr esta victoria en dos sets”, dice la campeona a pie de pista.

El triunfo proyecta a Sabalenka para Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada y en el que en 2023 alcanzó las semifinales, en un momento en el que la dominadora de París, Iga Swiatek —cuatro títulos—, mantiene una lucha interna consigo misma para recuperar su mejor tenis. La polaca no gana un trofeo desde que lo hiciera hace ya casi un año en el Bois de Boulogne y no pisa una final desde que en octubre aceptó un mes de sanción tras dar positivo por trimetazidine (TMZ) en una muestra tomada en agosto durante un periodo sin competición después de que la Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis considerara que se contaminó de manera fortuita al tomar melatonina para los problemas de sueño.

Con la victoria, la bielorrusa iguala 5-5 los enfrentamientos directos con Gauff, que en 2023 la derrotó en el US Open en la única final entre ellas hasta la de hoy, y sobre todo expande su hegemonía en el circuito, liderado desde octubre por ella, una tenista que con la de este sábado suma cuatro finales consecutivas: perdió en Indian Wells ante la joven talentosa Mirra Andreeva, ganó en Miami a Jessica Pegula, cedió en Stuttgart frente a Jelena Ostapenko y ha triunfado esta tarde en Madrid en su tierra batida predilecta.



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