El despliegue operativo de la Ertzaintza de cara al partido de Mendizorroza entre el Alavés y el Atlético de Madrid permitió a la policía vasca identificar y expulsar de Vitoria a más de un centenar de hinchas ultras del equipo colchonero que habían vandalizado las terrazas de tres bares cercanos al estadio, derribando sillas y mesas, lanzando botellas y orinando sobre el mobiliario, hasta que han llegado los cuerpos policiales y han procedido a la identificación de 118 personas.

Al parecer, los ultras, presuntamente integrantes del grupo radical Frente Atlético, se habían citado para una quedada con radicales del Alavés para pegarse. La Ertzaintza se ha incautado de diverso material compuesto por palos de madera, guantes con nudillos reforzados, pasamontañas, sprays y rodamientos metálicos camuflados en los calcetines.

Después de los incidentes, que se produjeron alrededor de las 8.30 horas, y tras coordinarse con los responsables de seguridad del Atlético de Madrid la policía vasca decidió montar a los violentos en los dos autocares en los que llegaron a Vitoria, retenerlos durante media hora en la zona de Portal de Castilla y escoltarlos finalmente hasta Miranda de Ebro, la localidad burgalesa en la que acaba su jurisdicción, para allí entregarlos a la Guardia Civil, que se encargó de hacer regresar a la expedición a Madrid. A todos los ultras identificados se les abrirán actas y propuestas para sanción aplicando la Ley del Deporte.





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