Ucrania y Rusia están midiendo al milímetro sus pasos en los prolegómenos de lo que deberían ser las negociaciones para detener la guerra en Estambul. La prioridad de cada parte es ganarse el favor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y el ruso, Vladímir Putin, están tomando decisiones que buscan que el otro tropiece y se enemiste con Washington. Zelenski lanzó un órdago el domingo que Trump celebró: planteó que él y Putin se vieran las caras el jueves en Estambul. Moscú elude responder y Kiev, en coordinación con sus principales aliados europeos, prepara una estrategia en común para convencer a Trump de que la ausencia del autócrata ruso en la mesa de negociaciones sería una prueba de que no tiene intención de sellar la paz.
“Creo que si Putin no se presenta a la reunión, será el punto definitivo que demostrará que no están listos para terminar la guerra”, ha asegurado este martes Zelenski en un encuentro con medios. En este caso, y ante la probabilidad de que Rusia no asuma un alto el fuego, según ha resaltado el mandatario ucranio, EE UU debería sumarse a la presión europea sobre Moscú mediante sanciones: “Como mínimo espero de EE UU un duro paquete de sanciones contra Rusia. No sanciones por la agresión o la ocupación, de estos ya ha habido antes. Tiene que haber sanciones por su rechazo a un alto el fuego”. “Debería ser el paquete de sanciones más duro”, ha dicho Zelenski, según informan los medios públicos ucranios Ukrinform y Suspilne.
El jefe de Estado ucranio ha indicado que el único resultado positivo de un hipotético encuentro en Turquía con Putin sería acordar el alto el fuego. Zelenski ha anunciado que el jueves estará en Turquía con una delegación ucrania y que, pase lo que pase, por lo menos tiene previsto entrevistarse en Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Dos hombres de confianza de Zelenski, Andrii Yermak y Mijaílo Podoliak, avanzaron a primera hora de este martes que Zelenski viajaría a Turquía pero que no participaría en ninguna reunión con la parte rusa si Putin no está presente.
El juego del gato y el ratón diplomático entre Rusia y Ucrania empezó el pasado sábado. Zelenski y los líderes de Alemania, Francia, Polonia y el Reino Unido enviaron desde Kiev un ultimátum al Kremlin que, según ellos, tenía la bendición de Trump: Ucrania proponía un alto el fuego total, sin condiciones, de 30 días a partir del 12 de mayo. Si Rusia no lo secundaba, la UE, el Reino Unido y EE UU aplicarían sobre Moscú una nueva ola de sanciones. El presidente estadounidense no se manifestó sobre ello, pese al cortejo europeo. Pero sí lo hizo cuando Putin reaccionó en la madrugada del domingo con una contrapropuesta: antes que una tregua, el autócrata ruso ofrecía iniciar conversaciones de paz a partir del 15 de mayo con la mediación de Turquía. Trump también celebró la iniciativa.
Zelenski replicó el domingo con un nuevo golpe de efecto para incomodar la relación entre Putin y Trump: el presidente ucranio proponía al mandatario ruso un cara a cara en Estambul. El Kremlin ha lanzado pelotas fuera desde entonces, y ha evitado aclarar qué hará Putin. Su portavoz, Dmitri Peskov, ha indicado este martes que será el presidente quien anuncie quién representará a Rusia en la cita de Estambul, sin precisar cuándo lo hará.
Ante la probable ausencia de Putin, la agencia Reuters ha informado este martes que serán Steve Witkoff, enviado del Gobierno estadounidense para Rusia, y Keith Kellogg, representante de Trump para Ucrania, los que participen en la cita de Estambul.
Desde Pekín, donde el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encuentra este martes en visita de Estado, China y Brasil han mostrado su apoyo a que Rusia y Ucrania entablen conversaciones, informa Guillermo Abril. El país asiático y el sudamericano “acogen con satisfacción la propuesta del presidente Putin realizada el 10 de mayo de iniciar las conversaciones de paz y la declaración positiva del presidente Zelenski”, se lee en un comunicado conjunto recogido por la prensa estatal china. “China y Brasil esperan que Rusia y Ucrania inicien lo antes posible un diálogo directo, única manera de poner fin al conflicto”, añade.
Ambos países lanzaron en mayo del año pasado una propuesta de seis puntos para la “solución política de la crisis de Ucrania”, en la que instaban a las partes a buscar una salida negociada. La propuesta, algo vaga, ha recibido apoyo de otros países, pero nunca ha terminado de cuajar en nada concreto. Tanto Lula como su homólogo chino, Xi Jinping, estuvieron la semana pasada en el Desfile del Día de la Victoria en Moscú, y se entrevistaron con Putin.
Zelenski ha afirmado que las autoridades de China, el mayor aliado diplomático y económico de Rusia, le han comunicado que dan apoyo a su propuesta de alto el fuego previo a las negociaciones.
Ganarse a Trump
Toda la presión que Trump ha aplicado sobre Ucrania es la que no ha mostrado con Rusia. Con Putin ha sido conciliador en la mayor parte de los meses que lleva en la Casa Blanca, incluso asegurando que el ruso tenía más voluntad de alcanzar la paz que Zelenski. El escenario más probable es que delegaciones de Rusia y de Ucrania se reúnan en Turquía sin sus jefes de Estado porque, aunque ninguna de las dos partes pueda tener confianza en el éxito de este encuentro, ni Kiev ni Moscú quiere ser señalados por Washington como responsables de no querer la paz.
Witkoff advirtió el lunes en una entrevista en el medio ultraconservador Breitbart que a Trump se le está acabando la paciencia: “El presidente ha lanzado un ultimátum a la dos partes, sin estas negociaciones directas, si estas no se producen rápido, entonces, en su opinión, Estados Unidos debe retirarse de este conflicto, sea lo que sea lo que este significa, y no participar más”.
El principal perjudicado de una retirada estadounidense del escenario ucranio sería el país invadido porque hasta hoy ha sido su principal suministrador de armamento. Por eso los aliados europeos trabajan desde este fin de semana en coordinación con Kiev para consensuar una posición común ante la posible reunión de Estambul. La posición oficial de la UE y del Reino Unido es que Rusia debe aceptar el alto el fuego antes de entablar conversaciones. Los portavoces del presidente francés, Emmanuel Macron, y del canciller alemán, Friedrich Merz, aseguraron el lunes que si Moscú no secundaba el alto el fuego, iniciarían a partir de este martes el proceso para activar nuevas sanciones. En una reunión celebrada el lunes entre ministros de Exteriores europeos en Londres, un comunicado conjunto señalaba que el castigo económico sobre Rusia se centraría en su sistema bancario, en su flota mercante y en el precio del petróleo.
La agencia Bloomberg ha asegurado este martes, a partir de fuentes anónimas, que en esta reunión de Londres se acordó junto a Washington esperar a lo que suceda el jueves en Turquía para activar el nuevo proceso de sanciones.
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