Hay quienes dicen que el inicio de la telebasura fue cuando Chábeli Iglesias abandonó el plató de Tómbola al grito de “Esta gente son gentuza”, y hay quienes ponen el inicio prácticamente con la llegada de Telecinco. ¿Y dónde estamos ahora? Estamos en la semana en la que el Sálvame de TVE (La familia de la tele) ha despegado con pírricas audiencias. El tramo principal (entre las siete menos cuarto y las ocho y media) fue de 9,1%, 7,4%, 6,2%, hasta llegar a un exiguo 5,9% en el segundo tramo del viernes. Las telenovelas, sin embargo, seguían con unas audiencias de en torno al 14% que se desplomaban al volver a aparecer la peculiar familia.
El Consejo de Informativos de RTVE ha emitido un comunicado quejándose de la cobertura de Marta Riesco durante el cónclave, que versó sobre los modelitos papales y poco más. Una información que no merece el desembolso que supone enviar un equipo hasta Roma. Pero no ha sido lo peor de la semana. Aquellos lectores que me imprecaron pidiéndole una oportunidad al nuevo programa han sido escuchados: he visto un poco cada día. Les cuento…
Isa Pi, Chabelita, ha dado una larga entrevista (se supone que es su trabajo de colaboradora) para contar detalles sobre su vida en Cantora y sobre la vida de su madre, la Pantoja. Trapos sucios en la televisión pagada por todos. La familia Sálvame junto a Inés Hernand ha sufrido serias dificultades para entender y pronunciar el latinajo dixit. Dos sílabas y un auténtico quebradero de cabeza. Han comido en el set, dándole al tacón, y siempre con la boca abierta. Han enviado a Lydia Lozano a firmar libros a Príncipe Pío y, para amenizar el viaje, han perfumado el coche con la colonia de su difunta madre, fallecida hace menos de un mes. Por supuesto, Lydia se ha echado a llorar.
También han comentado unas fotos de Bertín Osborne en bañador, y se ha debatido sobre si estaban retocadas o no. Otro momento de servicio público ha sido el análisis de una foto de las redes de Amelia Bono donde parecía haber un preservativo usado en el suelo (usado pero sin anudar). También han ido a la feria de Sevilla a preguntarle a los famosos por su vida. Intentan hacer televisión blanca, pero no les sale porque no es su esencia. No les quepa duda de que, se cancele o no, nosotros seremos los que paguemos los platos rotos.
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