Un terremoto de magnitud 6,1 ha sacudido las islas griegas de Creta y Santorini en la madrugada de este jueves. El seísmo, que se sintió en Turquía, Egipto, Chipre e Israel, tuvo su epicentro a 79 kilómetros de la ciudad de Heraclión, la capital cretense, y puso en alerta máxima a las autoridades griegas. El Centro Sismológico Euromediterráneo (CSEM) emitió una alerta de tsumani debido al sismo, que fue desestimada por las autoridades del país helénico.

“El terremoto es profundo y no supone ningún peligro. Con esta profundidad y tan lejos de la costa, no hay ningún problema en este momento”, señaló el director del Instituto Geodinámico del Observatorio Nacional de Atenas, Vasilis Karastathis, respecto a la posibilidad de que el sismo provoque un tsunami. Todos los expertos griegos coinciden en que no existe tal riesgo, debido en parte a la gran profundidad focal del terremoto (60,3 kilómetros).
El seísmo produjo pequeños deslizamientos de tierra y derrumbes en algunas casas viejas y deshabitadas, informa la prensa local. El Servicio de Bomberos de Grecia declaró en un comunicado que hasta el momento no ha recibido llamadas de auxilio ni reportes de daños materiales graves, al tiempo en que aseguró que “todas las fuerzas de Protección Civil han sido inmediatamente movilizadas”. El temblor sacudió a residentes y turistas que se encontraban de vacaciones en la isla al comienzo de la temporada de verano. Con todo, las escuelas permanecerán abiertas hoy en Creta, aunque las autoridades decidieron cerrar el desfiladero de Imbros, popular entre los turistas, como medida de precaución.
Grecia es uno de los países europeos más propensos a terremotos, dada su ubicación en una de las zonas tectónicas más activas del planeta. En la región del mar Egeo ―donde se encuentran ambas islas y se encuentran las placas tectónicas africana y turca―, se ubica una compleja red de fallas y microplacas que no solo generan temblores, sino también procesos volcánicos submarinos. Hace apenas una semana, las autoridades griegas emitieron una alerta de tsunami como medida de precaución, tras haberse registrado un seísmo de magnitud 6 al este de Creta. En 2021, un terremoto de 5,8 dejó una persona muerta y nueve heridas en la isla.

También la isla de Santorini ―uno de los principales destinos turísticos de Europa, con más de 3,4 millones de visitantes al año― ha sufrido los efectos del incremento de la actividad sísmica desde principios de este año. Cerca de 9.000 personas fueron evacuadas y los colegios fueron cerrados después de la sucesión de más de 550 temblores de magnitud superior a 3 en el triángulo que forma esta isla con Amorgos e Íos. En ese momento, la comunidad científica fue enfática al afirmar que no existía riesgo de que la secuencia de temblores se pudiera traducir en la erupción de los dos volcanes activos que hay bajo Santorini.
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