La regulación del internet en Texas se expande. El Congreso estatal está cerca de imponer amplias restricciones en el uso de redes sociales por parte de menores, con una prohibición completa para crear cuentas o la imposición de un permiso parental para descargar aplicaciones. La propuesta de ley 186 ya ha pasado en la Cámara con apoyo de ambos partidos, y el Senado ha indicado que también la apoyará. La ley, la más profunda de las presentadas por los legisladores en la actual sesión en lo que tiene que ver con los peligros del internet, se debería comenzar a cumplir a partir de abril de 2026, si es que, como se espera, consigue los votos necesarios.
“Como muchos otros padres a lo largo de nuestro Estado, he visto a mis hijos crecer en un mundo que se siente cada vez menos seguro, no por los lugares a los que van físicamente, sino por donde van online, en espacios que mi esposa y yo no podemos monitorear a todas horas”, dijo en una sesión del Comité de Asuntos Estatales la semana pasada el senador Adam Hinojosa, republicano de Corpus Christi que es uno de los patrocinadores de la ley.
Bajo la nueva regulación propuesta, cualquier página web o aplicación que permite que los usuarios creen y difundan contenido es considerada una red social y queda fuera del alcance de los menores. Asimismo, la ley también permitiría que los padres pidan a las empresas la eliminación de las cuentas de sus hijos, lo cual se debería cumplir en un plazo máximo de 10 días.
En todo el país, 10 Estados, incluyendo Texas, tienen leyes que restringen el acceso de los menores a las redes sociales de diferentes maneras. Sin embargo, la prohibición completa para texanos menores de 18 años sería la regulación más estricta de todo Estados Unidos. Actualmente, solamente Florida tiene un veto a las redes sociales, pero es solo para menores de 14 años, aunque están buscando expandirlo hasta los 16.
El Senado aprobó la semana pasada otra ley que establece la verificación de edad y el consentimiento de los padres para que a un menor se le permita descargar una aplicación o hacer compras dentro de las mismas. Y también se está debatiendo otra que obligaría a las empresas tecnológicas dueñas de las redes sociales aplicar una advertencia clara sobre la relación entre el uso de las redes por parte de menores de edad y problemas de salud mental.
En el debate de la ley la semana pasada varios adolescentes se expresaron en contra de la ley. Argumentaban que aunque las intenciones de los legisladores eran buenas, una prohibición completa para menores de 18 sería contraproducente o traería sus propios problemas. “El contenido perjudicial al que están expuestos los jóvenes en internet no desaparece cuando cumplen 18”, dijo Morgan McGuire, una texana de 17 años con más de un millón de seguidores en TikTok. “La ley arroja a los jóvenes adultos a un mundo digital en un momento de sus vidas en el que están viviendo solos por primera vez, sin los apoyos que tenían cuando eran menores, lo cual puede causar graves daños en la salud mental”.
En general, el argumento de los adolescentes es que gran parte de sus vidas y de sus futuras carreras está, hoy por hoy, atravesados por las redes sociales, desde una influencer a un atleta que necesita publicar videos para que los equipos universitarios lo recluten. Ante esto, el legislador Hinojosa redobló su propio razonamiento. “Si este fuera un mundo ideal, podríamos hacer lo que ustedes están diciendo. Pero es obvio que las plataformas de redes sociales están haciendo exactamente lo que es mi temor. Y tenemos incontables historias de investigación de compañeros de su edad cometiendo suicidio o sufriendo bullying”.
Aunque la relación entre los problemas de salud mental y las redes sociales todavía se están investigando, los indicios son claros. Y el alcance del uso de estas plataformas entre los menores agrega a las crecientes reservas sobre sus efectos en el bienestar, especialmente de los más jóvenes. Un estudio de 2023, por ejemplo, dice que el 95% de los menores de 13 a 17 años dicen usar las redes sociales, y un tercio de ellos dice que las usan “casi constantemente”. Entre niños y niñas de 8 a 12 años, casi el 40% las usa, a pesar de que la mayoría de las plataformas requieren una edad mínima de 13 años para crear una cuenta.
A pesar del amplio apoyo que las diferentes propuestas de ley tienen en el Congreso estatal en Austin, los críticos advierten de que lo más probable es que terminen siendo desafiadas en las cortes por, entre otras cosas, vulnerar el derecho a la libre expresión consagrado en la primera enmienda a la Constitución. Megan Stokes, directora de políticas estatales de la asociación de la industria de computación, en un comunicado de prensa estableció los argumentos legales que perseguirían. “La ley 166 están en conflicto con la ley de contratos de Texas y socava el derecho de los adolescentes a la información, a la libre expresión y a participar en la economía digital. Un adolescente de 14 años puede trabajar legalmente en ventas o en servicios, pero esta ley les prohibiría incluso tener una cuenta de redes sociales”.
Texas ya está enfrentado a las plataformas de pornografía, que han sido bloqueadas casi por completo en el Estado por no cumplir los requisitos de verificación de edad establecidos por ley. Esa batalla está en los tribunales, precisamente por quienes consideran que la norma vulnera los derechos a la libertad de expresión y a la privacidad.
Asimismo, otra ley estatal ya requiere que algunas redes sociales tengan mayor protección de datos, prevengan que los menores accedan a contenido perjudicial y les den a los padres herramientas para controlar el uso que hacen sus hijos de las plataformas. El fiscal general texano, Ken Paxton, ha demandado dos veces a TikTok por incumplir esta legislación, acusándola de violar la legislación sobre comercio engañoso al rebajar su carácter adictivo y exponer a los niños a material explícito. Con los últimos movimientos en el Congreso, todo apunta a que esa guerra está a punto de profundizarse.
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