“Ter Stegen volverá mañana”, aseguró Hansi Flick, sonriente. “Ya podemos dejar la rueda de prensa, ¿no? Era lo más importante que queríais saber”, bromeó. Regresará Marc André Ter Stegen a la portería contra el Valladolid este sábado (21.00, DAZN) tras romperse el tendón rotuliano el pasado 22 de septiembre contra el Villarreal en La Cerámica. En su ausencia, le sustituyó de inicio Iñaki Peña, hasta que el carisma y la buena racha de Szczesny, sacado de su retiro, se ganaron el puesto. Mientras, Ter Stegen aceleraba para volver y recuperar su sitio. “Creo que para los porteros es bueno descansar minutos para recuperarse mejor. Marc está muy bien, tiene un gran rendimiento en los entrenamientos. No estoy pensando en cambiar nada hasta final de temporada”, confesó Flick. “Pero podría hacerlo”, señaló entre risas.
Desde el 31 de marzo, el alemán se entrena con sus compañeros. Su idea era regresar contra el Celta, pero tras hablar con Flick y Szczesny se pospuso su retorno hasta el partido contra el Mallorca. Tras ver que el Real Madrid no aflojaba en Liga, el club prefirió no arriesgar y su vuelta volvió a retrasarse. “Ter Stegen está listo. Hablaré con él. Decidiremos cuándo es el mejor momento para reaparecer”, aseguró Flick el 21 de abril. Finalmente, recibió el alta el pasado viernes 25, y fue convocado —aunque no jugó— para la final de la Copa del Rey frente al Real Madrid, donde levantó el título. En total, ha estado fuera de una convocatoria 214 días y se ha perdido 45 partidos.
Con su vuelta, se reabre el debate en la portería. Una disyuntiva que siempre ha querido vencer, como con Claudio Bravo. El alemán pidió mayor protagonismo; sin él, se marcharía. “Llegamos a considerar cambiar de club. Era un momento en el que no estaba contento. Aunque habíamos ganado muchos títulos, yo no había jugado en la Liga. La Copa no me bastaba. Quería ser el número uno indiscutible”, confesó a Bild.
La opción era el futuro Manchester City de Pep Guardiola, pero Luis Enrique no quería que se marchara. Finalmente, quien puso rumbo al equipo inglés en 2016 fue Bravo. Desde entonces, solo porteros suplentes junto a Ter Stegen. “Al principio fue extraño, pero al final estuve muy contento porque realmente no quería irme y me convertí en el número uno”, añadió. En Alemania, en cambio, siempre estuvo en segunda línea tras Manuel Neuer. Antes de la pasada Eurocopa, Ter Stegen calificó sin tapujos su rol en la selección como “muy decepcionante”. “Le dije al seleccionador nacional que una cosa es deportiva y otra es humana. Quiero que puedan confiar en mí”, aseguró entonces.
Con su regreso buscará reafirmar su liderazgo. Sobre todo, después del bajón de rendimiento de Szczesny, que ha encajado 11 goles en los últimos cinco partidos. Aun así, con el polaco en la portería, el Barcelona tan solo ha perdido un partido, contra el Borussia. “Vine aquí para sustituir a Ter Stegen. Así que si vuelve y el entrenador decide que tiene que jugar, lo aceptaré”, aseguró Szczesny; “no hay tensión entre nosotros. Nuestra situación es delicada, pero lo que queremos es el mejor resultado para el equipo”, añadió el polaco. Flick ya mostró su decisión sobre la competición europea: “Tek jugará la Champions y quizá cambiemos en la Liga. Eso lo veremos más adelante”.
Ter Stegen, que el pasado miércoles cumplió 33 años, se ha exigido en los entrenamientos y ha concedido entrevistas, especialmente en Alemania. Ahora volverá contra el Valladolid en un once en el que habrá rotaciones tras la prórroga contra el Madrid en la final de Copa, y entre medias de la eliminatoria de la semifinal de la Champions contra el Inter. “Nos tenemos que centrar en los datos, en la opinión del equipo médico para saber quién necesita descansar. Llegan días y semanas importantes”, explicó Flick. El Barcelona necesita mantener el liderato mientras mira por el retrovisor al Madrid, a cuatro puntos. “La Liga es lo más importante. Es el título más honesto”, aseveró Flick. Y Ter Stegen pide paso.
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