María Teresa Ealy, activista en defensa de los derechos de las mujeres y diputada federal de Morena, ha recibido en los últimos días un aviso plagado de violencia que ha logrado aterrorizarla y quitarle la paz. “Somos de La Empresa [una supuesta célula del narcotráfico] y traemos hambre, hija de perra. O dejas de hablar mentiras, o te vamos a dar en tu puta madre. Te tenemos vigilada y ubicada”, es apenas un fragmento del mensaje que recibió. El aviso, al que ha tenido acceso EL PAÍS, ha caído en su móvil al día siguiente de hacer pública su presencia, este viernes, en la Fiscalía General del Estado de Morelos para conocer todas las carpetas de investigación por delitos sexuales y por presuntos manejos irregulares de Gobierno que pesan en contra de Cuauhtémoc Blanco, su compañero de bancada y exgobernador de Morena, acusado por su hemanastra, Nidia Fabiola Blanco, de intento de violación. A la legisladora esto le ha hecho sentido. Ealy integró la incipiente rebelión de legisladoras oficialistas que en marzo se opusieron, sin éxito, a que el Congreso, con la mayoría de votos del oficialismo, diera carpetazo a la solicitud de desafuero que presentó la fiscalía del Estado en contra del exfutbolista por la presunta agresión sexual en contra de su media hermana.

El recado no solo es violento, misógino y perturbador, también viene cargado de datos personales: su domicilio, las placas, marca y color de su vehículo y la advertencia de que esta siendo vigilada. La exigencia es muy general. “Deja de decir mentiras” y “guarda silencio”. La legisladora no ha podido evitar relacionar este acto de intimidación con su férrea insistencia en que las investigaciones en contra de Blanco no se enfríen. “Bájale de huevos y deja de mentir y de seguir sembrando cosas falsas, o te vamos a dar en dónde más te duela, alguien de tu familia”, se lee en otra parte del mensaje.

Ealy ha sido amenazada de muerte y no cree que sea producto del azar. “No sé si es mucha coincidencia o mucha casualidad, pero yo lo relaciono a este caso [de Cuauhtémoc Blanco]”, dijo sin vacilar. Encontrar al responsable detrás del mensaje no es prioridad para ella. La legisladora no aspira a tanto, su exigencia inmediata es que las autoridades le brinden la seguridad que necesita.“Tristemente los procesos en México son muy lentos, las víctimas que estamos amenazadas no podemos esperar tanto que las autoridades reaccionen”, menciona con la voz cortada.

La diputada ha denunciado los hechos a través de sus redes sociales y ante la Fiscalía de Justicia de Ciudad de México, a cargo de Bertha Alcalde. La fiscal ha sido la única autoridad que, hasta el cierre de esta edición, ha atendido el llamado de auxilio que Ealy lanzó la noche de este lunes en redes sociales y le ha ofrecido acompañamiento. La mujer tiene la certeza de que el amago tiene remitente conocido. “Esta persona me pidió guardar silencio y, relacionándolo, yo he alzado la voz en el caso de Cuauhtémoc Blanco”, lanzó. Con el miedo y la incertidumbre que supone lo grave de la situación, la diputada de Morena ha tomado valor para denunciar, pese a que la advertencia fue que no lo hiciera. “La Empresa tiene hambre y usted ya tiene precio. Aguantese. Nos vemos más prontito de lo que crees”, remata el mensaje que ha logrado arrebatarle la tranquilidad a la joven legisladora.

Las broncas internas en la bancada de Morena han sido deslizadas por la legisladora. El apoyo al que estaría obligada la Cámara de Diputados, —de mayoría oficialista—, por tratarse de una de sus integrantes, no se ha evidenciado. La mayoría de los legisladores han guardado silencio ante el suceso, salvo Ricardo Monreal, el coordinador del grupo parlamentario que le ha ofrecido su respaldo. De la presidencia del órgano legislativo y de sus correligionarios no ha habido nada, Ealy los ha exhibido. “La fiscal de la Ciudad de México está al tanto y me está brindando las atenciones. Varios de mis compañeros legisladores ya saben y algo que llama la atención es ¿dónde está la unidad que dicen? Deberían pronunciarse, no es posible que por defender una causa vaya de por medio nuestra vida. No es posible que a las diputadas que levantamos la voz nos paguen de esta forma”, remata la diputada quien ha responsabilizado a las autoridades de cualquier cosa que le ocurra a ella o a su familia por la falta de respuesta y ha exigido a la Fiscalía General de la República, a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y a la Comisión de Derechos Humanos que actúen con rapidez para darle las medidas de protección necesarias. “No me van a callar. Continuaré trabajando por un país más justo, seguro y libre de violencia”, ha sostenido la legisladora.



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