Si hace una semana la gran duda del Masters 1000 de Roma era saber en qué estado volvería Jannik Sinner tras cumplir los tres meses de sanción por dopaje, esta tarde ha quedado claro en el Foro Itálico que el número uno del mundo está a un nivel extraordinario. Viéndolo este jueves vapulear en cuartos a Casper Ruud (6-0 y 6-1, 1h 4m), el reciente ganador en Madrid y uno de los mejores terrícolas de los últimos tiempos, nadie diría que el tenista de San Candido estuvo desde mediados de febrero hasta el 4 de mayo —104 días— apartado del circuito. El baño es tan considerable, la diferencia de nivel tan evidente ante un jugador —7º del ranking— que se proyecta entre la terna de favoritos para triunfar en unas semanas en Roland Garros, que el partido deja muy tocado al noruego a la vez que eleva al italiano, por primera vez a sus 23 años en las semifinales de Roma, en donde se medirá el viernes con el estadounidense Tommy Paul (vencedor hoy ante Hubert Hurkacz por 7-6(4) y 6-3 en 1h58m).
El inicio de Sinner es una declaración de intenciones tan impactante que en un suspiro se coloca 4-0 arriba, con una doble rotura en blanco y otros dos juegos al saque, 16 puntos ganados de 18 posibles. El set acaba en solo 27 minutos, con un rosco incluido, y el segundo comienza y se termina con la misma tónica, pero al menos Ruud consigue cerrar un servicio y evitar el doble 6-0 ante el ritmo infernal desde la línea de fondo del jugador de San Candido, que suelta derechas y reveses que vuelan como misiles. El noruego llega a la red sonriendo, le da la mano a su rival y lo abraza mientras suelta un suspiro y una risa que vienen a decir algo así como “pedazo baño que me has dado”. “Sí, es lo más parecido a la perfección que he visto nunca, al menos como tenista jugando contra alguien […]. Todo lo que salía de su raqueta parecía ir a cien millas por hora”, reconoce después. La paliza es tan formidable que habrá que ver cómo afecta a la confianza del escandinavo, finalista en Roland Garros en 2022 y 2023, cuando cayó primero ante Rafa Nadal y después frente a Novak Djokovic, y ganador de 12 trofeos —de los 13 que ha levantado— sobre arcilla.

Los números de Sinner son impresionantes ante los top-10. Con la victoria ante Ruud, el italiano lleva 24 sets consecutivos ganados ante ellos —desde que Carlos Alcaraz lo superó en la final de Pekín el 2 de octubre— y supera los 23 que logró el sueco Björn Borg en 1978. Hay que retroceder hasta 1985 para encontrar a otro jugador con mejores datos, el registro de 28 mangas que firmó John McEnroe hace ya cuatro décadas.
Las semifinales en Roma suponen un espaldarazo para la confianza del italiano después de que en su organismo fuera detectado en marzo de 2024 un doble rastro de clostebol, un esteroide anabólico. La Unidad de Integridad del Tenis (ITIA) lo exoneró inicialmente, al considerar que no tuvo la voluntad de potenciar su rendimiento por medio de la sustancia prohibida, pero después fue juzgado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) y asumió los tres meses de castigo pese a que al principio no pensaba aceptarlo. “No quería llegar a un acuerdo, pero era jugárselo al todo o nada”, explicó hace unos días.
Sinner triunfó en enero en el Open de Australia, donde alzó su tercer Grand Slam, y desde entonces no había competido. De momento, sobre tierra batida no ha conquistado ningún título relevante ni ha pisado la final de los principales torneos, pero el tenis que ha mostrado estos días lo sitúa no solo como el gran favorito junto a Alcaraz —se mide mañana en semifinales con Lorenzo Musetti a partir de las 15.30 (Movistar)— para llevarse el domingo el Masters 1000 de Roma, sino también para pelear del 25 de mayo al 8 de junio por su primer Roland Garros. En París cedió el año pasado en semifinales precisamente ante el murciano en un choque memorable resuelto en cinco sets.
Paolini, a la final
Si Roma cuenta en el cuadro masculino con dos italianos que se jugarán mañana viernes el pase a la final, en el lado femenino el público local también podrá disfrutar el sábado por la tarde de una de sus jugadoras en el partido por el título. Jasmine Paolini (5ª), finalista el año pasado en Roland Garros y Wimbledon, derrotó al mediodía a la estadounidense Peyton Stearns (42ª) en dos sets (7-5 y 6-1, 1h 39m) y luchará por el trofeo contra la ganadora del duelo que está enfrentando esta noche a la china Qinwen Zheng (8ª) contra la estadounidense Coco Gauff (3ª).
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