La presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado la mañana de este lunes que pondrá en marcha una estrategia para recuperar unas 600.000 casas abandonadas en México y que fueron construidas durante los gobiernos de los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. La mandataria ha afirmado de que se trata de rescatar decenas de miles de casas que fueron construidas por el Estado sin tomar en cuenta las necesidades reales de los trabajadores y así contribuir a corregir el déficit habitacional en el país. Sheinbaum ha dicho que su Gobierno iniciará con un registro de estas casas para conocer la situación legal y de propiedad en la que están, para luego presentar un plan de recuperación.
La mandataria ha criticado durante su conferencia matutina el uso que se hacía del Infonavit durante los gobiernos de los presidentes Calderón y Fox, cuando, dijo, la construcción de viviendas “era en realidad negocio privado”. “No representaban el acceso a una necesidad de los trabajadores”, ha afirmado. La presidenta ha puesto como ejemplo el tamaño de muchas de estas casas, que miden apenas 10 metros cuadrados o que no contaban con servicios básicos y fueron construidas muy lejos de centros urbanos.
La presidenta ha dicho que su Gobierno estima que hay unas 600.000 casas abandonadas, aunque ha informado de que iniciará un registro para conocer el estado de estas viviendas y su situación de propiedad, “si está habitada por la persona que pagó el crédito o por otra, si está abandonada y en qué condiciones”. Ha prometido que una vez que las autoridades conozcan en qué condiciones están estas casas presentará su nuevo programa de recuperación.

Datos de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) y la Cámara Nacional de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) muestran que el déficit habitacional en México supera los nueve millones de casas, mientras que más del 70% de las habitadas en la actualidad son informales y el 62% fueron construidas por sus inquilinos, lo que refleja las dificultades que tienen las personas para acceder a créditos o hipotecas. La producción de vivienda social ha caído también, al pasar de 136.000 unidades en 2018 a poco más de 56.000 en 2023, lo que ha recrudecido el problema y hace que el acceso a casas sea más complicado en las grandes zonas urbanas como la capital, donde, además, los precios del alquiler han aumentado ocho veces en los últimos 16 años.
Sheinbaum anunció el pasado otoño un nuevo programa para la creación de un millón de viviendas de bajo costo, la escrituración de otro millón y el mejoramiento de unas 450.000 casas, lo que forma parte de sus promesas de campaña. El Ejecutivo prevé destinar unos 600.000 millones de pesos para atajar el problema habitacional. Para poner en marcha ese ambicioso plan, la mandataria ha pedido al Congreso que amplíe las facultades del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) para convertirlo en una constructora pública.
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