Cuando se lo comunicaron, Sara Aagesen (Madrid, 49 años), simplemente, no se lo podía creer. A las 12.33 del lunes España y Portugal habían sufrido un cero: se había perdido el suministro eléctrico en toda la Península. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica se trasladó a toda prisa con su equipo a la sede de Red Eléctrica, en Madrid. Y de allí no salió hasta las seis de la mañana del martes, cuando el sistema estaba ya recuperado. Desde entonces, Aagesen va de reunión en reunión con todos los actores del sistema para tratar de desentrañar la causa o causas de ese insólito cero. Esta entrevista la concede el viernes, tras reunirse por videoconferencia con la ministra de Medio Ambiente y Energía de Portugal, María da Graça Carvalho.

Pregunta. El lunes 28 se produjo en España el peor apagón del que se tiene constancia. ¿Qué lo causó?

Respuesta. Estamos investigando con muchísima prudencia y responsabilidad para tener certezas y poder transmitirlas con total transparencia. Y para buscar las medidas para que no vuelva a ocurrir. Lo que sabemos hasta ahora es que se produjeron unas oscilaciones, una primera y una segunda, y que finalmente el sistema llegó a un cero con el corte de la interconexión con Europa. Hay que analizar miles y miles de datos, y en cuanto podamos tendremos la causa.

P. ¿Serán días, semanas…? ¿Qué horizonte ve razonable para conocer la causa?

R. Puedo comprender perfectamente la frustración de los españoles y es la nuestra también, porque somos los primeros que queremos saber qué ha ocurrido y el origen. Pero hablamos de un sistema eléctrico que es muy complejo. La red eléctrica de Europa, de la que forma parte la Península, se podría considerar la máquina más grande del mundo y trabaja de forma unida. Toda Europa baila junta. Y participan muchísimas variables que cambian de forma dinámica y constante. Además de la comisión que hemos creado, como anunció el presidente, también queremos un informe por parte de los organismos europeos. Y ellos esperan tener un informe factual preliminar en seis meses. Esos son los plazos que maneja la propia Europa con expertos de ENTSO-E, el grupo de todos los operadores europeos. No quiero decir en ningún caso que nuestro objetivo sean seis meses. Pero creo que no es riguroso y es muy imprudente entrar a hacer valoraciones de qué ha ocurrido sin tener toda la información certera.

P. Es decir, no estamos hablando de días, serán bastantes semanas.

R. Estamos hablando de muchos días. Pero cuando tengamos certezas iremos actuando.

P. ¿Cómo se puede explicar a la opinión pública que sea tan difícil saber la causa?

R. Lo primero que hay que señalar es que es algo totalmente insólito. En España nunca habíamos tenido un cero. Es un evento no solo inesperado. Y es complicado saber la causa porque dentro de los cinco segundos en los que ocurren esas oscilaciones, en cada milisegundo, hay muchísimas variables que ahora hay que analizar. Además, hay que analizar a los distintos operadores. Red Eléctrica de España es el operador del sistema, pero además hay otros 35 centros de control por el territorio, que son los que integran generación de menor tamaño. Y, además de todo eso, están todas y cada una de las instalaciones de generación que también están repartidas por España.

P. ¿Puede usted garantizar que no vuelva a pasar mañana mismo si no se sabe la causa?

R. Lo que está claro es que ahora mismo el sistema eléctrico está trabajando con condiciones extraordinarias de seguridad en todos los sentidos. Está teniendo una diversificación de la cantidad de tecnologías que está utilizando, además de los sistemas de seguridad que ellos tienen. Esas condiciones son extraordinarias, y tienen un coste adicional para el consumidor.

P. Si en este momento la condición de seguridad es diversificar las tecnologías, ¿eso implica que el día del apagón estaba demasiado centrado en alguna tecnología? ¿En la fotovoltaica, en concreto?

R. Señalar a las renovables como motivo del incidente del cero en España me parece irresponsable y simplista. Irresponsable porque hablamos de una generación que lleva siendo parte de nuestro mix energético durante mucho tiempo. Y hemos visto que durante muchos días hemos tenido una generación parecida, con mucha renovable, e incluso con demanda menor, y el sistema ha funcionado perfectamente. Las renovables le están dando la posibilidad a España de lograr una independencia energética muy importante en un mundo vulnerable geopolíticamente. Tener tu energía autóctona es fundamental. Por primera vez, España habla de una reindustrialización y generación de ecosistemas industriales. Por lo tanto, yo creo que España será verde o no será. Y técnicamente también es totalmente simplista señalar a las renovables, porque son muchas variables complejas que hay que analizar.

P. ¿La primera caída de generación fue de plantas fotovoltaicas?

R. Hay que analizar miles y miles de datos. Es un gran océano de datos, y en el comité estamos intentando acotarlo. Pasar de un océano a un mar, de un mar a un embalse, y así hasta que demos con la gota que causó este incidente. De momento, somos plenamente conscientes de que parte de esa oscilación, vamos a decir esa caída de generación, ocurrió en el suroeste español, pero hasta ahí podemos contar. Lo que se puede descartar es que la causa fuera que entró una gran cantidad de renovables en el sistema, porque ha habido muchos otros días con más generación solar en España y con menos demanda incluso, y el sistema ha funcionado a la perfección.

P. ¿Cree que Red Eléctrica falló en la planificación de ese día? Es decir, que no puso las suficientes medidas de seguridad.

R. De lo que hemos visto hasta ahora no hemos detectado ningún problema de cobertura de lo que se pedía para ese 28 de abril. Sobre todo, a las 12 horas, 33 minutos y 21 segundos, cuando ocurrió.

P. ¿Cómo es posible que fallasen los cortafuegos del sistema y el apagón se extendiera por toda la Península?

R. Entendemos que han tenido que pasar más cosas, una serie concatenada de eventos que nos llevasen al cero nacional. Porque el sistema también está preparado para automáticamente poder reaccionar ante oscilaciones amortiguadas. Está preparado para una situación de N-1, es decir: ante cualquier riesgo, por grande que sea, el sistema reacciona, tiene mecanismos de reacción.

P. ¿Por qué el Gobierno ha enviado al CNI a los operadores, es decir, a las compañías eléctricas y a Red Eléctrica?

R. Queremos que todas las instituciones que tenemos al servicio de la Administración General del Estado puedan acudir, investigar y que no se quede nada fuera de la ecuación. Todas las hipótesis están abiertas y, por lo tanto, tienen que estar las principales instituciones que trabajan para tener toda la información.

P. ¿Esto significa que mantienen viva la hipótesis de un ciberataque?

R. Mantenemos vivas todas y cada una de las hipótesis y, por lo tanto, también el ciberataque. Los problemas en los sistemas digitales también forman parte de esta investigación.

P. En la primera reunión en La Moncloa, las compañías eléctricas plantearon enviarle los datos de esos segundos ya tratados, pero usted los pidió en bruto. ¿Por qué?

R. Queremos tener su valoración, que también se la hemos pedido, pero también los datos en bruto para poder hacer zoom sobre el transcurso de esos cinco segundos.

P. ¿Y están colaborando las empresas?

R. Están colaborando todos y cada uno de los operadores. Hemos ampliado el rango de operadores a los que estamos solicitando información. Empezamos con el operador del sistema, como decía, y con los más de 30 centros de control, y ahora hemos ampliado a las empresas de generación con una potencia acumulada de más de 1.000 megavatios.

P. Quizás a alguien le pueda surgir ahora la duda de si es acertado dejar un sector estratégico así en manos privadas.

R. La tendencia y la directriz que viene de la Comisión Europea es la de ir hacia operadores privados. En el caso de Red Eléctrica es un debate legítimo el que se está escuchando estos días, pero también creo que hay que aislarlo de lo que ocurrió el lunes. Que sea una empresa privada nada tiene que ver con lo que ocurrió, por eso son debates que tenemos que llevar de forma aislada.

P. Red Eléctrica ha focalizado en la zona suroeste de la Península el fallo, y apuntó a que fuese en instalaciones fotovoltaicas. ¿Le parece que fue precipitado?

R. Me parece precipitado mientras no tengamos la certeza. Desde el Gobierno lo hemos dicho: lo mejor en este contexto es obrar con prudencia y con total transparencia. A día de hoy no sabemos qué instalaciones de generación fueron las que dejaron de estar en el sistema. Hablar de solar fotovoltaica puede ser precipitado, aunque en el mapa se pueden ver las distintas tecnologías de generación de cada zona. Y hay mucha solar fotovoltaica en el suroeste de España.

Sara Aagesen, en un momento de la entrevista.

P. Hay voces que están pidiendo responsabilidades en REE, como la dimisión de su presidenta. ¿Lo comparte?

R. Creo que el trabajo de Red Eléctrica, de su presidenta y de todo su equipo técnico ha sido extraordinario en la recuperación del suministro, como lo reconocen instituciones europeas. Ahora estamos en seguir trabajando en la identificación de cuál fue la causa.

P. Se ha publicado que en los meses previos hubo informes avisando del peligro de las oscilaciones relacionado con las fotovoltaicas y la seguridad del suministro. ¿Se ignoraron esas alertas?

R. El sistema está constantemente teniendo oscilaciones: cada vez que encendemos un interruptor se produce una variación, por pequeña que sea. Esto sirve para entender la magnitud de la complejidad del sistema eléctrico. Y esas oscilaciones tienen que ver también, por ejemplo, con una caída de la interconexión. En junio de 2021, cuando un hidroavión estaba apagando un incendio y descargó agua, se produjo un cortocircuito y perdimos la interconexión. Eso también produjo una oscilación. O cuando una central de cualquier tipo desaparece, se produce una oscilación. Es decir, asignar el problema de las oscilaciones a una tecnología de generación concreta me parece poco afortunado.

P. ¿Teme que este incidente se use para boicotear el avance de la agenda verde?

P. No veo que vaya a ser un freno. Es una tendencia muy positiva para la economía española y para nuestro tejido industrial. Es una tendencia europea y mundial. En 2024, el 90% de la nueva generación incorporada en los sistemas mundiales fue renovable. El último informe de la Agencia Internacional de la Energía dice que de la demanda que se va a incorporar de aquí al año 2027, el 95% va a ser cubierta por energías renovables. Eso es porque tiene sentido, porque la tecnología ha madurado, porque tiene todas las posibilidades de ser integrada en los sistemas en condiciones de seguridad y, por lo tanto, va a seguir siendo una apuesta.

P. ¿Este incidente puede dañar la imagen atractiva para la inversión que tiene España gracias a las renovables?

R. Es importante lo que hemos visto en los días posteriores al cero nacional. Primero, esa recuperación rápida y en prácticamente 24 horas del suministro, en la que es importante señalar la capacidad de la ciudadanía de actuar de manera responsable y con civismo ante un evento completamente inesperado. Eso nos hace un gran país. La actitud ciudadana y la capacidad de recuperación ha dado certidumbre. En los mercados vemos que sigue la dinámica de atractivo de España.

P. Para despejar cualquier duda: ¿son las renovables inseguras?

R. Las renovables no son inseguras per se y hacer casus belli en contra de ellas es una valoración simple.

P. A raíz del apagón también se dispararon las voces a favor de prolongar la vida de las nucleares.

R. La idea de asociar la prolongación con el evento del lunes me parece completamente absurda. El calendario de cierre no empieza hasta el 2027. El 28 de abril del año 2025 ese no es el problema. Las empresas aprobaron ese calendario y han dicho públicamente que están analizando la posibilidad del alargamiento, pero no han hecho ninguna propuesta en firme al respecto. Lo que desde el Gobierno también hemos dicho, alto y claro, es que la ampliación no puede ser para que los consumidores paguemos más, ni por la gestión de los residuos ni por ninguna otra razón.

P. ¿Se considera usted antinuclear?

R. No me considero anti ninguna tecnología. Tenemos que abrir los ojos, ver cuáles son las virtudes y los defectos de cada una y elegir cuál es mejor para nuestro país. En España tenemos un activo espectacular que se llama sol y viento, y ese potencial también viene acompañado de tejido productivo e industrial, de talento y de una generación que se distribuye por todo el territorio que nos hace menos vulnerables y más competitivos. Por lo tanto, es una apuesta positiva, firme y segura para España.

P. ¿Con más interconexión eléctrica con Europa a través de Francia hubiésemos estado más seguros contra el apagón?

R. Al margen de lo ocurrido el lunes, con total certeza el sistema ibérico es más robusto cuanta más interconexión tengamos. Lo llevamos defendiendo desde hace mucho tiempo. Tuve la ocasión de trasladarlo al comisario de Energía, Dan Jorgensen.

P. ¿Por qué Francia bloquea el aumento de la interconexión?

R. Francia lleva muchos años viendo dificultad desde el punto de vista ambiental, por el impacto que pueden tener dos nuevas interconexiones transpirenaicas. Nosotros insistimos en que esto es un objetivo más allá de dos países. Estamos hablando de un mercado europeo y no puede ser un debate entre España y Francia. Europa tiene unos objetivos del 10% de interconexión de la Península y estamos ahora por debajo del 3%.

P. ¿Debería España elevar el tono ante Bruselas con este asunto? Se lleva mucho tiempo hablando de lo mismo.

R. El tono está ya muy elevado y nos escuchan. Hay un grupo de trabajo específico para hablar de interconexiones. Es el momento de que Francia sea consciente de que las interconexiones tienen que llegar sí o sí. Estoy convencida de que se puede paliar el impacto ambiental. Es verdad que una interconexión de ese tamaño tiene muchísimo coste y Francia querrá saber quién va a hacer frente al coste. Europa debe dar certezas de que esa interconexión va a seguir avanzando con diligencia.

P. ¿Dónde tiene que invertir España para hacer aún más seguro su sistema?

R. Ya hemos destinado dinero público para los bombeos dentro del plan de recuperación. Hemos invertido más en bombeos y almacenamiento con distintas líneas de ayudas. En almacenamiento, solo con el plan, ya hemos dado ayudas a numerosos proyectos por más de 4,5 gigas y 700 millones adicionales de fondos FEDER que vamos a lanzar. En almacenamiento, nos gustaría que fuera más rápido y que llegásemos a 2030 con nuestro objetivo cumplido, y por eso ahora tenemos que iniciar numerosos instrumentos para seguir acompañando el despliegue.



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