Hace solo 10 años, el Betis lograba su último ascenso a Primera División. Ganaba al Alcorcón 3-0 en el Benito Villamarín para regresar a la élite. Un éxito logrado con Pepe Mel en el banquillo y una plantilla donde Rubén Castro hacía goles y un joven Dani Ceballos despuntaba. Una década después, el Betis juega su primera final europea, la Conference League, ante el Chelsea, tras sellar por quinta ocasión consecutiva su clasificación continental, algo que solo han conseguido en las grandes Ligas el Madrid, Barcelona, Atlético, Liverpool, Manchester City, Chelsea, United, Inter, Roma, PSG, Bayern, Bayer Leverkusen, Dortmund y Eintracht. Ganó la Copa del Rey en 2022, el nuevo estadio Benito Villamarín será una realidad en dos años y la entidad vive un momento pleno de felicidad y éxitos deportivos.
La afición del Betis hizo del manquepierda su filosofía durante decenios. “Viva el Betis manquepierda”, fue el lema que surgió del honor y la fidelidad de una afición a un equipo que llegó, en la década de los 40 del siglo pasado, a estar siete temporadas en Tercera División entre 1947 y 1954. A lo largo de sus 117 años de historia, hubo momentos donde este grito de pertenencia fue olvidado por fugaces éxitos deportivos. La Copa de 1977, los periodos de Serra Ferrer en el banquillo y Manuel Ruiz de Lopera en la presidencia (con la Copa de 2005 y la clasificación para la Champions) fueron un buen ejemplo. Pero en ninguno de ellos el club dio el salto estructural que ahora se ha logrado.
En lo deportivo, el principal responsable de este cambio ha sido Manuel Pellegrini, que tiene una conversación pendiente con el club para abordar su renovación. El chileno, quien a sus 71 años y 254 días se puede convertir en el entrenador de más edad en lograr un título europeo, ha clasificado cinco veces seguidas al Betis para Europa, algo inédito en su historia. Y lo ha hecho con un trabajo en el que se ha adaptado a la perfección a las necesidades de la entidad, transmitiendo una mentalidad ganadora que sus jugadores supieron captar a la perfección. Tras lograr la Copa del Rey en 2022, ganar la Conference League otorgaría al Betis un prestigio europeo del que ha carecido a lo largo de toda su trayectoria. El manquepierda, un ejemplo de entrega, pero para muchos algo conformista, ya no tiene cabida en este club. El Betis, por fin, está sabiendo estar a la altura en lo deportivo de su fiel e incansable masa social. El beticismo fue lo único que tuvo este club durante muchos años. Su gente, ahora, está orgullosa de ser bética y no desde la derrota.
“Si cuando llegué aquí digo que vamos a ir a Europa cinco años seguidos, me hubiesen mandado a casa por loco. Hemos sabido transmitir al Betis una ambición y una mentalidad que antes no había”, señaló el propio Pellegrini hace apenas diez días. Ambición y exigencia han ido de la mano del chileno para construir un equipo que ha conseguido en cinco años tantas clasificaciones europeas como en los últimos 30. “Pellegrini está haciendo historia en el Betis. Es muy difícil meter cinco años al equipo en Europa. Le ha cambiado la cara a la entidad instalando una mentalidad ambiciosa”, aclara Juanito, central internacional del Betis y campeón de Copa en 2005. “Hay realidades económicas que marcan los equipos que van a la Champions League todos los años. Hay presupuestos más altos que el nuestro, aunque nuestra ambición dentro del campo trata de reducir esas diferencias”, aclaró Pellegrini después de consumarse que el Betis no iría a la Champions, aunque sí disputaría la Europa League.
En este proceso de desmantelamiento del manquepierda también ha influido la llegada al poder de la entidad de Ángel Haro y José Miguel López Catalán, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Betis. Dos empresarios sevillanos que se impusieron en la Junta de Accionistas de hace precisamente 10 años y que han logrado este periodo de estabilidad. “Junto a José Miguel (López Catalán) y todos los compañeros del consejo vinimos a transformar el Betis y es lo que estamos haciendo. Llegamos para cambiar la realidad del club y competir de forma asidua en Europa. Lo estamos consiguiendo y por eso jugamos ahora finales como esta”, afirmó el propio Ángel Haro, presidente, en el aeropuerto de Sevilla poco antes de partir hacia Polonia.
Nunca el Betis estuvo tantos años en Primera de manera seguida, pero quiere más. Un estadio nuevo, una entidad bien organizada y, por supuesto, la renovación de Manuel Pellegrini. Con contrato hasta 2026, las dos partes, pase lo que pase en la final, se sentarán a hablar para prolongar la vinculación algún año más. Estos dos dirigentes, además, con las trabas de una delicada situación económica (el Betis pasó por un concurso de acreedores en 2011 que no se dio por cerrado hasta 2019), han sido capaces de fichar a jugadores como Fekir, Guardado, Bravo, Antony, Fornals, Isco, Lo Celso, Bartra o William Carvalho, entre otros, para poner fin a temporadas de mediocridad, marcadas, además, por el buen momento en este siglo del Sevilla, el eterno rival. Ahora, el que manda en la capital de Andalucía es el Betis.
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