El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este miércoles que su ejército ha matado al jefe de Hamás en Gaza, Mohamed Sinwar. Este asumió el cargo que había quedado vacante cuando su hermano mayor, Yahia Sinwar —cerebro del ataque del 7 de octubre de 2023, en el que fueron asesinadas más de 1.200 personas y secuestradas 253, y que desencadenó la guerra en Gaza— fue eliminado a mediados de octubre del año pasado.

El mandatario israelí ha revelado la eliminación de Sinwar, que ya se había insinuado y desmentido en anteriores ocasiones, en una intervención en el Parlamento. Netanyahu ha detallado que su muerte se había logrado en un ataque aéreo israelí cerca del Hospital Europeo en el sur de la Franja a principios de este mes. Pese a esta precisa confirmación, fuentes de defensa israelíes han apuntado después, en declaraciones al diario israelí Haaretz, que no tienen la certeza de la muerte de Sinwar.

El anuncio del primer ministro se produce en el día 600 de guerra y en un contexto de creciente presión internacional para que cese su ofensiva en Gaza, acepte el acuerdo de alto el fuego auspiciado por Estados Unidos y permita la entrada fluida de ayuda humanitaria.

Los ataques y bombardeos contra estructuras civiles en el marco de la operación Carros de Gedeón, con la que pretende destruir y ocupar la totalidad de la Franja, y la caótica distribución de la ayuda han aumentado el malestar de la comunidad internacional. Incluso países que, como Alemania, hasta ahora no habían cuestionado la actuación militar del Gobierno de Netanyahu, han criticado en los últimos días la escalada desde que el dirigente rompió unilateralmente el alto el fuego el pasado 18 de marzo. Desde esa fecha, 3.924 personas han muerto y 11.267 han resultado heridas en ataques israelíes, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.

Fatal reparto de ayuda

La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), la entidad privada encargada de distribuir ayuda humanitaria en la Franja al margen de la ONU, ha retrasado el reparto de comida este miércoles para realizar “ajustes” en su mecánica y garantizar la “seguridad” de la operación. El caótico comienzo del martes dejó un fallecido, ha corroborado la ONU, y 47 personas heridas por disparos del ejército israelí, según ha confirmado Ajith Sunghay, jefe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el territorio palestino ocupado. Hamás, la milicia islamista que gobierna de facto la Franja, asegura que hubo tres muertos.

Gazatíes cargan suministros de ayuda que recibieron de la polémica Fundación Humanitaria de Gaza, en Jan Yunis, este miércoles.

En la tarde, la opaca entidad impulsada por Israel y EE UU ha detallado en un comunicado que “los dos centros” que tiene operativos de los cuatro que hay proyectados han retomado la actividad y “han repartido hasta ahora 14.550 cajas″. Cada lote, según ha indicado, alimenta a 5,5 personas durante 3,5 días. “Un total de 840.262 comidas”, calcula. GHF está trabajando para abrir los otros dos centros previstos y tiene “planes para construir sitios adicionales en toda Gaza en las próximas semanas”, según el comunicado.

En su primer día dijo haber distribuido 8.000 cajas con cuyo contenido se pueden preparar, según sus cálculos, 462.000 comidas. La fundación respaldada por Estados Unidos e Israel para, según sus autoridades, evitar que la ayuda caiga en manos de Hamás y garantizar que llegue a la población civil, ha sido muy criticada por el sector humanitario.

La desesperación de los 2,2 millones de gazatíes, hambrientos después de dos meses de bloqueo total de Gaza, que concluyó hace apenas una semana cuando Israel permitió la entrada de una mínima cantidad de ayuda, provocó una afluencia masiva de personas al polémico reparto del martes. La distribución acabó por descontrolarse y la multitud invadió el lugar en busca de suministros. Las fuerzas israelíes reconocieron haber realizado disparos, pero matizaron que se produjeron fuera del complejo y hacia el aire para dispersar a la muchedumbre. Sin embargo, tras los fatales sucesos, la GHF informó de que debía realizar “ajustes” antes de retomar su actividad y que está trabajando para reanudar la distribución lo antes posible.

“No voy a entrar en quién disparó a quién”, ha declarado Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado de EE UU, en una comparecencia en la Casa Blanca. “La única historia verdadera aquí es que la ayuda está llegando a Gaza masivamente. (…) ¿Fue como ir a un centro comercial? No, no lo fue. Es un contexto complejo; pero está funcionando”, ha defendido. “No hablo en nombre de esta fundación”, ha aclarado, “pero damos la bienvenida a cualquier dinámica que contribuya a introducir ayuda en la región”.

Hamás ha denunciado que el sistema puesto en marcha por Israel es “una trampa” para los civiles, y ha criticado que se intente dejar fuera a la ONU de las labores humanitarias. “Las imágenes de civiles corriendo hacia centros de distribución de ayuda confirman el fracaso del mecanismo israelí y su transformación en una trampa que amenaza la vida de los civiles”, ha dicho la milicia islamista, que en su comunicado añade que Israel busca “beneficiar los objetivos políticos y militares de la ocupación, no dar ayuda”.

Philippe Lazzarini, el comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) predijo el pasado viernes que se producirían las imágenes de gazatíes desesperados luchando por hacerse con un lote de ayuda como las vistas este martes.

“Nadie debería sorprenderse y mucho menos escandalizarse ante escenas de saqueos, robos o ‘pérdidas’ de la valiosa ayuda”, escribió entonces. Y explicó: “La población de Gaza lleva más de 11 semanas hambrienta y privada de lo básico, incluidos agua y medicinas. Madres y padres se han quedado sin comida para sus hijos. Las personas mayores han muerto por falta de medicamentos. La ayuda que llega ahora es una aguja en un pajar”.

La ONU y las ONG en el terreno han reafirmado su petición para el que el Gobierno de Netanyahu permita “un flujo de ayuda significativo e ininterrumpido”, en palabras de Lazzarini. Las agencias de Naciones Unidas sobre el terreno calculan que se necesita la entrada diaria de entre 500 y 600 camiones para satisfacer las necesidades básicas en la Franja.

Una de las organizaciones que se ha sumado a este reclamo ha sido World Central Kitchen (WCK). La entidad, que perdió a siete de sus trabajadores en Gaza en un ataque israelí hace un año, ha señalado en su perfil de X que sus camiones están retenidos en el cruce de Kerem Shalom. “Las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] aún no han proporcionado rutas seguras para llevar los suministros a nuestras cocinas. (…) Estamos listos para volver a cocinar tan pronto como podamos”.

La Coordinadora de Actividades del Gobierno en los Territorios (Cogat), la unidad del Ministerio de Defensa israelí encargada de la logística humanitaria en la Franja, ha replicado a la ONG liderada por el chef español José Andrés: “La WCK y otras agencias y organizaciones dispusieron de varias rutas alternativas para la recogida de la ayuda en el cruce”. Y culpa a la entidad de no haber recogido los suministros: “Ha sido su decisión”.

El jefe de esta unidad, Ghassan Alian, ha asegurado que la Cogat ha “tendido la mano a todas las organizaciones humanitarias y a la comunidad internacional” para que participasen en la distribución de la asistencia. “Sin embargo, en los últimos días, la ONU ha evitado cumplir su papel y, en su lugar, sigue difundiendo información falsa e incorrecta sobre la angustia de los civiles”.

El portavoz internacional de las FDI, el teniente coronel Nadav Shoshani, ha ido un paso más allá y ha denunciado una campaña global en contra de la distribución de ayuda. “En las últimas 24 horas, las organizaciones internacionales han emprendido una campaña. No una campaña para distribuir ayuda, sino una campaña contra el país que facilita la ayuda a Gaza. Y peor aún, es una campaña de desinformación al servicio de los terroristas. ¿Por qué la ONU y otras organizaciones están tan preocupadas por que la ayuda llegue a los civiles de Gaza sin que los terroristas puedan poner sus manos en ella?“, ha escrito en X, mencionando a diversas agencias y dirigentes de las Naciones Unidas.



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