La crisis por el gusano barrenador que afecta al ganado ha elevado la tensión entre México y Estados Unidos. El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha responsabilizado a Washington por el resurgimiento de la plaga, causada por la mosca Cochliomya hominivorax y que se tuvo controlada las últimas tres décadas. El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, ha señalado que EE UU gestiona en Panamá el único laboratorio en el que se produce la mosca estéril que frena el esparcimiento de la plaga, al interrumpir el ciclo reproductivo de la mosca infectada. El funcionario ha agregado que, una vez que estalló el nuevo brote, Washington ha escatimado la entrega del antídoto a México, e incluso ha dilatado la apertura en el país latinoamericano de un nuevo laboratorio para reforzar la producción de la mosca estéril. En última instancia, Estados Unidos ha cargado toda la culpa en México y suspendió durante dos semanas la importación de ganado ante las sospechas de contagio.

“Después de muchos años en que había estado totalmente controlado, en junio del año 2023 reapareció esta plaga, el gusano barrenador del ganado, en Panamá. Es endémica a Sudamérica y allá lo teníamos controlado. Desde ese día, este animalito se movió 3.700 kilómetros hasta llegar a la frontera de México con Guatemala”, ha explicado Berdegué en la conferencia Mañanera, en presencia de la presidenta Sheinbaum. “México no tenía responsabilidad en controlar esa plaga cuando estaba al sur de Panamá”, ha agregado. “Sí tenían responsabilidad nuestros socios estadounidenses, que tienen la única planta que existe en la región, en el continente, para producir las moscas estériles que se necesitan. El asunto es que se les fue de control, y viajó más de 3.700 kilómetros hasta que llegó a México”.

Julio Berdegué este martes durante la rueda de prensa de Claudia Sheinbaum, en Palacio Nacional.

Berdegué ha detallado que, desde noviembre del año pasado, se dispersan semanalmente moscas estériles en áreas puntuales del sureste de México. Las moscas son entregadas por Estados Unidos, en cantidades administradas por el país norteamericano, y han ido en aumento, pero, ha puntualizado Berdegué, no han sido suficientes. “Han empezado a aumentar los números de moscas que llegaban a México. Ahorita ya están llegando 100 millones de moscas semanales, que se dispersan en las zonas que, de común acuerdo con la autoridad sanitaria norteamericana, priorizamos por ser de mayor riesgo. Vamos a llegar en estos días a 1.000 millones de moscas dispersadas y vamos a mantener ese ritmo”, ha explicado el funcionario.

El secretario de Agricultura ha señalado que México ha pedido a Estados Unidos “durante meses, sin respuesta”, la apertura de una planta de producción de moscas estériles en Chiapas, Estado al sur, fronterizo con Centroamérica. “Seguimos esperando la respuesta de las autoridades [estadounidenses], porque eso es esencial para poder combatir con efectividad esta plaga”, ha precisado. Por lo pronto, ha indicado, México ha tomado la decisión de reforzar las medidas de inspección del ganado que se moviliza del sur al norte del país. Berdegué ha detallado que el Gobierno federal acordó con gobernadores y asociaciones ganaderas la revisión de todos los ranchos ubicados en Estados del sur mexicano. El secretario ha descartado el cierre de la frontera con Centroamérica, pues ello afectaría a su vez el abasto nacional de carne.

La decisión de Washington de suspender la importación de carne ha causado mucha molestia en el Gobierno de Sheinbaum, en parte porque el anuncio fue sorpresivo y unilateral, luego de una serie de negociaciones en las que México creyó que se había alcanzado un acuerdo mutuo para tratar la crisis del gusano barrenador. Los señalamientos este martes sobre la responsabilidad de Estados Unidos directamente en el resurgimiento de la plaga terminan de completar la imagen y explican aún más el enojo desde México, país que cada año exporta más de 1.000 millones de dólares en ganado a EE UU.



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