El tono de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y México está cediendo, afirmó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, lo que le permite proyectar una revisión del tratado comercial trilateral con Canadá (TMEC) con altibajos, pero también con acuerdos productivos para el país.

Ebrard señaló que la prioridad de su despacho es darle premura a las negociaciones —previstas originalmente para el próximo año—, con el objetivo de recuperar cierta estabilidad en el frente comercial que le permita al país retomar el ritmo de las inversiones y, por ende, mitigar los efectos adversos en la economía. Según estimaciones privadas, el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano se dirige hacia un tibio crecimiento igual a cero, afectado, entre otras cosas, por la amenaza de aranceles de la Administración de Donald Trump.

“Mientras más rápido se reduzca la incertidumbre, mejor será para la inversión y para nuestra vida cotidiana. En el segundo semestre estoy estimando que vamos a tener pláticas con miras a que la revisión se realice lo más pronto posible. Es decir, que logremos un acuerdo pronto, de manera que para el inversionista y el consumidor todo sea mucho más fácil, claro y rápido; y no tengamos una incertidumbre prolongada”, dijo el funcionario este martes.

Al ser interrogado sobre la postura de Estados Unidos respecto a adelantar el calendario, Ebrard respondió: “creo que estamos en la misma línea”.

“Desde luego que ha habido muchas diferencias, y las seguirá habiendo, pero el tono ha sido cada vez más cordial”, añadió el secretario, quien detalló que viaja constantemente a Washington para reunirse con su contraparte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y proyecta que ese esquema se mantendrá.

Por el lado de México, la urgencia de revisar el tratado radica en que el estancamiento de las intenciones de inversión —tanto de capitales locales como extranjeros—, frenados por los rápidos cambios en las decisiones comerciales, está afectando indicadores fundamentales como el avance de la construcción, el consumo y el crédito. Por su parte, el cambio de tono por parte de Estados Unidos también refleja el viraje en la política arancelaria de Trump, quien ha ido desescalando su guerra comercial y se ha decantado por acuerdos bilaterales en áreas clave, ante la previsión de mayores impactos negativos en el ámbito doméstico.

En ese sentido, México espera que “pronto” se establezca un sistema para la reducción de aranceles a componentes de acero y aluminio, que actualmente pagan una tarifa del 25%, dijo Ebrard. El comentario fue hecho durante un evento de la marca Hecho en México, un sello que exalta los productos y servicios de calidad y materia prima local, relanzado por el Ejecutivo como parte de su campaña en medio de la ofensiva arancelaria de Trump a inicios de este año. El sello fue otorgado al unicornio fintech Stori, al banco digital para pymes Kapital y al banco con sentido social Dondé.



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