Después del ultimátum del campeón del mundo, un Jorge Martín que había amenazado a Aprilia con romper el vínculo que les une si la moto de la fábrica italiana no se mostraba competitiva, la marca de Noale encontró en Silverstone una respuesta inapelable. Marco Bezzecchi se llevó con contundencia un alocado GP del Reino Unido, que tuvo dos salidas, algún golpe de suerte y varios golpes de teatro, para restituir el honor y la gloria a una escuadra inmersa en un lío de cuidado en los despachos con el número uno de la categoría reina.
“Esto es un mensaje para Jorge. Nuestra moto puede ganar”, reivindicaba Massimo Rivola, director deportivo de los italianos, durante los fastos por el primer triunfo de la marca en más de un año. El piloto madrileño, todavía en casa lesionado, quería ver resultados firmes y no tuvo que esperar ni un gran premio para verlos después del órdago lanzado en Le Mans hace dos semanas. Su compañero de equipo, que remontó de la décima a la primera plaza tras dar en el clavo con la elección del neumático blando delantero, celebró su primer triunfo con Aprilia, el cuarto de su trayectoria después de un año y ocho meses de sequía, y mandó un mensaje inequívoco. El potencial sigue estando allí para desbancar a las Ducati. Hacía casi tres años que las Desmosedici GP no se veían en lo más alto durante dos grandes premios seguidos.
Bez, pupilo de la academia Rossi de 26 años, se convirtió en el undécimo ganador distinto en Silverstone en las últimas 11 visitas de MotoGP a un trazado propenso al espectáculo, que no faltó a su reputación este domingo. Johann Zarco, ganador en el GP de Francia, también aprovechó el frío y el viento racheado para aupar de nuevo a su Honda del equipo LCR al podio por segunda carrera consecutiva, con Marc Márquez salvando los muebles en tercera plaza sobre la misma línea de meta. Tras una magnífica batalla final con Franco Morbidelli, el 93 reforzó su liderato en el Mundial en un golpe de suerte reservado a los grandes campeones.
El ocho veces campeón del mundo estaba en el suelo cuando Dirección de Carrera sacó la bandera roja en la segunda vuelta de la carrera. Había perdido el tren delantero en las eses rápidas del trazado británico cuando lideraba la prueba, pero una caída de Morbidelli tras ser embestido por Aleix Espargaró provocó una tabula rasa que les dio una segunda oportunidad a él y su hermano Álex, que había caído en la primera curva del gran premio por culpa de un neumático medio que era una piedra.
El aceite de la moto de Morbidelli les dio una nueva oportunidad a todos, ya que el reglamento establece que si no se han completado tres vueltas, incluso los pilotos eliminados pueden reincorporarse a la parrilla en sus posiciones originales durante el reinicio. Con el susto todavía en el cuerpo, las Ducati se fueron atrás y fue Fabio Quartararo quien tomó el mando de la prueba. El francés de Yamaha, autor de la pole, tenía en el saco el primer triunfo del binomio en tres años cuando a siete vueltas del final, con cinco segundos de ventaja sobre Bezzecchi, tuvo un percance técnico que le obligó a retirarse. El campeón del mundo de 2021 se tiró al suelo y lloró desconsolado, un gesto que replicó también el tricampeón Pecco Bagnaia, tocado y hundido en Silverstone.
El otrora puntal de Ducati se fue al suelo en la cuarta vuelta cuando rodaba decimotercero, incapaz de encontrarse cómodo encima de la mejor moto de la parrilla. A lo largo del fin de semana maldijo y golpeó de rabia la montura que él mismo elevó a moto campeona del mundo y referente hace un par de años. Su segundo cero consecutivo en domingo le hace caer a 72 puntos del líder, su compañero de garaje, transcurrido ya un tercio del campeonato.
El golpe de suerte para los Márquez les permitió salir airosos de lo que podría haber sido un domingo desastroso. Marc subió al cajón a pesar de haber estado incómodo sobre la moto todo el fin de semana, y Álex, que partía como favorito a la victoria tras haber dominado la sprint el sábado, supo apretar los dientes para cruzar en una quinta plaza que le mantiene a tiro de su hermano. Es sin duda el aspirante más fuerte, quizás el único, en una batalla por el título que está en 24 puntos cuando en cada gran premio se reparten 37 como máximo.
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