Seguro que en la puerta del cole has escuchado más de una vez a algún abuelo estresado decir que si cobrara por las horas que ejerce como canguro sería millonario. Porque hay abuelos que son un pilar básico para la conciliación familiar y para que los niños no se queden abandonados en la portería.

Es difícil generalizar en este tema. Hay situaciones de precariedad, de divorcios o de padres adolescentes, donde los abuelos jóvenes o con más recursos sirven como faro y refugio y deben hacerse cargo de los nietos (y, a veces, también de los hijos). Pero al mismo tiempo hay otra crianza más amable y esporádica, donde se recoge a un niño del cole un par de días a la semana mientras los padres trabajan o hacen una salida de novios.

Lo cierto es que, por necesidad o porque se da por sentado el compromiso al tratarse de la familia, hay mayores explotados. La supuesta alegría por pasar tiempo con los nietos la acaban viviendo como una carga. Es lo que los expertos denominan el “síndrome de los abuelos esclavos”, donde al abuelo le toca asumir una tarea y una responsabilidad que muchas veces no ha solicitado ni aceptado.

No entraremos aquí a valorar si falta oferta pública para conciliar mejor, porque esto ya sabemos que es así. Y tampoco perderemos tiempo recordando que en muchas familias tiene que trabajar todo el mundo para llegar a pagar el alquiler y el aceite de oliva, que no vivimos en una cueva. Durante el curso escolar van tirando como pueden, colocando a los niños como pueden, pero en vacaciones escolares, el comodín de los abuelos se emplea mucho, durante muchas horas y muchos días. La gente mayor con casa en el pueblo suele ver cómo su junio y julio vienen acompañados de menores a pensión completa.

Lo valores como hijo que necesita ayuda o como padre que quiere que sus hijos disfruten de los abuelos el mayor tiempo posible mientras haya interés y salud por ambas partes, la pregunta es la misma: ¿los abuelos deberían cobrar por hacer de canguro?

A favor de cobrar

  1. Cuidar de niños pequeños, por agradable que sea, es un trabajo y una responsabilidad. Si hay profesionales que cobran por hacerlo, los abuelos deberían también percibir algo. Se puede hacer precio de familiar, pero con el dinero se valora el tiempo y el esfuerzo.
  2. De normal, los abuelos tienen que cuidar de los nietos porque los padres trabajan. O sea, que los padres están ingresando dinero durante esas horas. Qué menos que compartirlo con quien lo hace posible.
  3. Cuando algo te cuesta, no abusas. Si los abuelos te ponen el taxímetro, es más posible que vuelvas a casa a la hora prometida y no te alargues con las típicas excusas enviadas por WhatsApp.
  4. En ocasiones, los niños pueden ser ingratos, maleducados, rebeldes… Cuando esto se lo come un canguro ajeno a la familia, el mal humor se queda lejos del círculo familiar. Cuando un abuelo tiene que lidiar con esto y se crea una situación tensa, puede pensar “otro día que paguen a una canguro y que lidie ella con el marrón, que yo ya no tengo edad”.
  5. En general, muchos abuelos están encantadísimos de pasar rato con sus nietos. Pero eso no equivale a endosarles de manera casi obligatoria la responsabilidad de la logística familiar. Ahora es el tiempo para que descansen y hagan su vida sin ataduras ni limitaciones horarias (otra cosa es que en vez de irse de viaje con el Imserso se queden en casa viendo la tele aburridos).
  6. A según qué edades, los abuelos están físicamente cansados, mentalmente despistados o simplemente no quieren tener que imponer normas a niños rebeldes o tener que correr detrás de un niño movido que no siempre hace caso. Quizá tú crees que se lo pasan muy bien con los nietos, pero vete a saber si no están sufriendo todo el rato por si estarán a la altura y no le pasará nada al crío. Si esta carga mental pasa factura, que la paguen los hijos.
  7. Si los abuelos se encargan de la comida y/o de la merienda de los nietos con frecuencia, esto acaba siendo un gasto a final de mes. Sí que donde comen dos comen tres, pero según lo que cobren de pensión y lo que traguen los nietos esto se tendría que compensar de alguna manera.
  8. Para citar precedentes de abuelos que cobran: en Suecia los padres pueden transferir una parte de su baja remunerada a otras personas (pero solo durante el primer año del bebé y por un máximo de tres meses, no te imagines aquí el negocio de la crianza).
Los niños aportan vida social, alegría en la casa y nuevos temas de conversación a los mayores.

En contra de cobrar

  1. “¿Cómo le vas a cobrar a la familia? ¿Dónde se ha visto esto? Aquí nos ayudamos todos”. Es la primera reacción de muchos cuando se habla sobre este tema.
  2. Los nietos son el segundo regalo de la vida. Disfrutarlo no tiene precio… Ni tampoco paga.
  3. Como compensación, algunos padres dicen pagar con amor y compañía, que son de las mejores cosas de la vida y encima no tributan a Hacienda.
  4. Si tanto preocupa la soledad de los abuelos, rutinas sociales de recogida en el colegio y charla con los nietos lo amortigua un poco… y hasta después se valora más un ratito de soledad.
  5. Según varios estudios, los abuelos que cuidan de sus nietos viven más tiempo.
  6. Los niños aportan vida social, alegría en la casa, nuevos temas de conversación y horarios concretos en una agenda de vacaciones perpetuas. En el fondo, es como si te apuntaras a varios clubs sociales, solo que aquí no pagas… ni cobras.
  7. Los nietos, a su manera, también pagan con un intercambio de energía y de nuevos conocimientos. Enseñan a usar el móvil e internet mejor que cualquier tutorial.



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