El nuevo rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Abraham Duarte.

La burocracia del rectorado de la Universidad Rey Juan Carlos se puso en marcha para que, una vez más, su candidato ―en este caso el catedrático de Económicas Fernando García Muiña― ganase las elecciones a rector pero, contra todo pronóstico, el vencedor este martes ha sido Abraham Duarte, el director de la Escuela Superior de Ingeniería Informática, con un discurso no conservador. Se rompe, por tanto, el continuismo en los equipos que ha caracterizado siempre al campus, desde que hace 25 años empezo a elegirse el cargo por votación. Cuando se fundó en 1996, la Comunidad de Madrid escogía al rector.

Duarte ha cosechado el 50,76% de los votos ponderados y García Muiña el 45,27%, mientras que 3,96% de las papeletas estaban en blanco. En todos los sectores (profesores, administración y alumnos) ha vencido el aspirante surgido a última hora.

La Rey Juan Carlos se ha relacionado durante años con las corruptelas, con el caso Cifuentes a la cabeza, pero con el tempo ha ido limpiando su imagen. Y se la ha conocido como “la universidad del PP”, por conexiones con el partido y, sin embargo, es el campus peor financiado de toda España, por lo que Duarte tiene por delante un panorama aciago si el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso no comienza a financiar convenientemente a sus seis universidades públicas. Quizás por eso no ha habido más candidatos. La URJC sobrevive gracias a un remanente de ahorros de mandatos anteriores que se va agotando.

En el equipo del actual rector, Javier Ramos, había tres vicerrectores interesados en presentarse a las elecciones y finalmente su candidato elegido fue García Muiña, que se ha visto perjudicado por quienes han querido con sus votos castigar a su jefe.

En el equipo de Duarte saben que muchos de sus apoyos son contra Ramos, no a favor de su candidato. El ala más conservadora de la URJC pretendía presentar a la decana de Derecho, María Enciso, pero finalmente no se postuló y esos votos podrían haber ido al ganador, mucho más progresista.

La Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU, 2023) establece que se proclama ganador quien tenga más del 50% de los votos, descontando los blancos ―antes se podía ganar con las abstenciones―, y en primera ronda, el 2 de abril, García Muiña consiguió el 49,11% de los votos ponderados y Duarte el 46,60%. Se provocó, por tanto, la situación inédita de tener que ir a segunda vuelta con dos candidatos. Seis días después, en la Autónoma de Madrid, la rectora y única candidata Amaya Mendikoexea no llegó tampoco a ese 50% y volverá a haber elecciones en julio (se desconocen los candidatos).

El equipo de Duarte asegura que su candidato no ha ido prometiendo cargos ―algo habitual en campaña y más en esta institución que ha sido un nido de intrigas durante décadas―, de forma que todas las facultades y escuelas técnicas estarán representadas en el equipo de gobierno de la universidad.

Duarte será rector durante seis años. Antes de la LOSU, los mandatos eran de cuatro años, pero el rector podía volver a presentarse al cargo y ahora no. Se comprobó que el miedo a perder la reelección, hacía que muchos rectores retrasen decisiones que podían ser polémicas por ese motivo.



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