La frustración ante la falta de respuesta de Rusia a las demandas de que acepte un alto el fuego y se abra a una paz con Ucrania crece en Europa. Un día después de la conversación sin casi impacto entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y Rusia, Vladímir Putin, los Veintisiete han dado su visto bueno final al decimoséptimo paquete de sanciones, convencidos de que solo la presión logrará que Moscú mueva ficha. Todo ello pese a que tampoco esté dando grandes frutos por ahora. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, ha subrayado que el pulso con el Kremlin está lejos de acabar.

La UE ha aprobado su decimoséptimo paquete contra Rusia (…) ya se está trabajando en más sanciones. Cuanto más dure la guerra de Rusia, más dura será nuestra respuesta”, ha prometido Kallas en el marco del Consejo de Exteriores que este martes reúne en Bruselas tanto a los ministros europeos de Defensa como a los de Exteriores.

El encuentro ha tenido lugar horas después de la llamada entre Trump y Putin, que ha dejado un sabor amargo en los Veintisiete. La esperanza de que las nuevas tácticas dilatorias de Moscú llevaran a Washington a actuar con mano más dura contra el Kremlin no parece que vaya a cumplirse, lo que deja a una UE que ha reclamado más presión sobre Rusia en una posición, cuanto menos, incómoda.

“La semana pasada escuchamos cómo Estados Unidos dijo que si Rusia no aceptaba un alto el fuego completo e incondicional, habría consecuencias. Queremos ver esas consecuencias también desde el lado de EE UU. Realmente no hemos visto la presión sobre Rusia en estas conversaciones”, reconocía Kallas a su llegada a la cita de ministros. “Queremos ver de todas las partes que dijeron que actuarían, que lo hagan”, ha insistido.

El resultado de la conversación entre Washington y Moscú, de la que Trump informó la pasada noche tanto al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, como a los líderes de Francia, Alemania, Italia y Finlandia, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no ha hecho más que confirmar la convicción de la jefa de la diplomacia europea: Moscú no tiene ningún interés en parar por ahora la guerra.

“Rusia claramente quiere la guerra y Ucrania la paz. Para que Rusia quiera la paz, tenemos que someterla a más presión”, ha subrayado. “Putin sigue sin mostrar que está interesado seriamente en una tregua, sigue jugando a ganar tiempo”, ha coincidido el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius.

Pese a todo, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha querido ver un giro positivo en la coreografía de la llamada. “Está claro que la Administración estadounidense está muy implicada, coordinándose estrechamente con sus colegas europeos y, al final, por supuesto, con Ucrania. Y creo que eso es muy positivo”, ha valorado a su llegada al encuentro con los ministros de Defensa.

“Europa debe estar a bordo y estamos coordinando cada paso lo más estrechamente posible”, ha dicho también Zelenski tras hablar con Von der Leyen y con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, para comentar la llamada entre Trump y Putin, así como las nuevas sanciones europeas.

Contra la flota fantasma

El nuevo paquete de sanciones “aumenta el costo para Rusia de continuar esta guerra, añadiendo presión a su ya tensa y frágil economía”, ha aseverado la Comisión Europea al anunciar detalles del decimoséptimo grupo de penalizaciones contra Moscú. Una parte sustancial de ellas es el fuerte incremento del número de barcos sancionados por pertenecer a la flota fantasma con la que Rusia evade las sanciones: con 189 nuevos buques, esencialmente petroleros, incluidos en la lista negra europea, esta más que duplica su tamaño, hasta llegar a los 342 barcos, a los que se les negará acceso a puertos y a servicios en los puertos europeos.

Junto con los esfuerzos de Estados Unidos y el Reino Unido, la penalización de la flota fantasma rusa por parte de Europa está “reduciendo significativamente la capacidad de Rusia de lograr ingresos evadiendo el tope al precio del petróleo, haciendo cada vez más difícil el reemplazo de los barcos sancionados”, afirma Bruselas, según la cual, desde que la UE empezó a señalar a barcos de esta flota clandestina, la entrega de crudo ruso se ha reducido un 76%. Esta flota “sirve para financiar matanzas”, ha agregado Zelenski en un mensaje en X.

El paquete también añade 31 nuevas empresas a la lista negra de compañías que ayudan de manera directa o indirecta a la industria militar rusa. De ellas, 18 son rusas y 13 están en terceros países (seis en Turquía, tres en Vietnam, dos en Emiratos Árabes Unidos, una en Serbia y otra en Uzbekistán).

Además, han sido sancionados otros 17 individuos y 58 entidades responsables de “acciones que minan la integridad territorial, la soberanía e independencia de Ucrania”. Algunas de las personalidades sancionadas son ”actores involucrados en el saqueo del patrimonio cultural” ucranio o que han actuado en “territorios ocupados”.

Además de las sanciones específicas de este paquete, la UE ha impuesto medidas restrictivas a 28 personas, en su mayoría jueces, fiscales y otros altos funcionarios del sistema judicial ruso “responsables de graves violaciones de los derechos humanos, represión de la oposición democrática y actividades que socavan gravemente el Estado de derecho en Rusia”. Muchos de ellos “desempeñaron un papel en la persecución del fallecido político opositor Alexei Navalni”, señala la Comisión. Otros “participaron en la condena de los activistas Alexéi Gorinov, Igor Barishnikov y Olga Smirnova, y de los blogueros Ioann Kurmoyarov y Serguéi Drugov, que difundieron información sobre las acciones de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa en Ucrania, así como mensajes contra la guerra”. Los juicios a estos opositores “se caracterizaron por procedimientos arbitrarios e injustos y se utilizaron como instrumento para intimidar a otros ciudadanos rusos disidentes”, justifica la UE la decisión.

En otra andanada de sanciones, la UE también ha impuesto medidas restrictivas adicionales a tres entidades rusas “involucradas en el desarrollo y uso de armas químicas”, con lo que la cifra total de sancionados por el uso o proliferación de este tipo de armas asciende a 25 individuos y seis entidades.

Zelenski: “Un paso en la dirección correcta”

Zelenski ha agradecido a Von der Leyen el nuevo paquete de sanciones como “un paso en la dirección correcta”.

“Cuanta más presión se ejerza sobre Rusia, más incentivos tendrá Moscú para avanzar hacia una paz auténtica”, ha valorado el presidente ucranio, que también ha discutido con Von der Leyen el próximo golpe a la economía rusa, el decimoctavo paquete, que ya ha empezado a ser preparado y que incluirá, según ha adelantado la alemana, sanciones a los gasoductos Nord Stream 1 y 2, una propuesta para rebajar más aún el tope al petróleo impuesto por el G-7 y penalizaciones al sector financiero ruso.

“El petróleo ruso, las infraestructuras de comercio energético, los bancos y las tramas financieras son los ámbitos que más perjudican a Rusia y, por tanto, los que más contribuyen a la paz. Doy las gracias a todos los que abogan por sanciones más duras y toman decisiones firmes”, ha dicho al respecto Zelenski.



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