La Policía Nacional ha descrito este lunes a Joakim Peter Broberg, hijastro de la actual alcaldesa de Marbella (Málaga), Ángeles Muñoz (PP), como un narcotraficante especializado en ejercer como intermediario entre proveedores y compradores de droga. El inspector número 111.975, que dirigió parte de la investigación que sienta en el banquillo de la Audiencia Nacional al familiar de la regidora popular, ha señalado sin dudas a Broberg durante la segunda sesión de la vista: “Abastece a organizaciones que acuden a él para adquirir estupefacientes”, ha recalcado el agente durante su declaración como testigo ante el tribunal.
A lo largo de más de tres horas de interrogatorio, el policía ha colocado a Broberg a los pies de los caballos. El inspector ha detallado cómo este imputado mantenía contactos con otros supuestos narcos; y cómo negociaba operaciones de transporte de hachís e, incluso, de cocaína a través de una plataforma encriptada de comunicaciones, llamada Encrochat. La Fiscalía, que reclama 22 años de cárcel para el hijastro, también le atribuye el diseño de una red societaria para blanquear el dinero procedente del crimen, para lo que contó supuestamente con la ayuda de su padre, Lars Gunnar Sune Broberg, el marido de la alcaldesa Ángeles Muñoz hasta su fallecimiento en 2023 —quien llegó a ser procesado por el juez—.
El relato del inspector ha impactado de lleno contra la defensa de Joakim Peter Broberg. “Lo que está haciendo Broberg es abastecer a organizaciones que acuden a él para adquirir estupefacientes”, ha subrayado el policía a los pocos minutos de comenzar su declaración. Después, ha remachado lo siguiente: “Las organizaciones suecas —el hijastro es oriundo de este país nórdico— estaban en ese momento, [en 2019], tratando de establecer contacto con proveedores españoles. Y lo hacen utilizando a personas como Broberg, que tiene contactos simultáneos entre los clientes y proveedores”.
“Y la dinámica que hemos visto es siempre la misma. Broberg negocia la compra de estupefacientes con unos clientes y él personalmente enseña muestras de estupefacientes. Y es su colaborador Roberto Bayona el que contacta con el proveedor y el que hace las entregas”, ha proseguido el funcionario de la Policía Nacional.
El camino hasta el hijastro
La Audiencia Nacional acoge desde la pasada semana el juicio contra una “organización criminal” internacional dedicada al narcotráfico de hachís y marihuana, formada a su vez por “distintas ramas”, que operaban de forma independiente pero que unían sus fuerzas en determinadas ocasiones. Según el sumario, Broberg hijo dirigía una de esas facciones desde Marbella, donde lleva afincado más de “20 años”.
De hecho, el inspector 111.975 ha relatado este lunes cómo llegaron hasta él. Según ha contado, tras el aviso de las autoridades suecas de que varios narcotraficantes “violentos” de ese país estaban viajando a España y “se estaban organizando para realizar envíos de estupefacientes”, comenzaron a seguir a varios de esos sospechosos. Los investigadores descubrieron entonces que Joakim Broberg “conocía” y mantenía una relación con Anders Nilsson, “considerado por las autoridades suecas como el socio y líder, junto a Ahmet Celal Cinkitas, de una organización de narcotraficantes encargada de proveer, a través de sus contactos en España, a las distintas redes que operan en Suecia”.
En este sentido, al explicar cómo brotó en la investigación el nombre del hijastro de la alcaldesa de Marbella, el policía ha recordado que Broberg, su subalterno Bayona y Nilsson coincidieron el 5 de febrero de 2019 en un ferry que viajaba entre Tánger y Tarifa: “A pesar de que se conocían y de que coinciden [en el barco], los tres entran en el ferry de forma separada. Lo que nos hace pensar que viajaron juntos, pero que no tenían intención de que se les relacionara”. Los agentes siguieron tirando del hilo y, según ha añadido el testigo, averiguaron que usaba tarjetas telefónicas para mantener conversaciones encriptadas. Así, gracias a la cooperación internacional, lo relacionaron con un usuario de Encrochat, quien explícitamente negociaba la “compra y venta de estupefacientes” con sus interlocutores. Según ha apostillado el inspector, en los intercambios de mensajes se observa cómo uno le pide “chocolate” a Broberg; cómo otro le pide “siete paquetes”; o cómo habla de un “transporte de hachís”.
La Audiencia Nacional ha reanudado este lunes el juicio contra Joakim Peter Broberg, que se sienta en el banquillo junto a otra veintena de personas. En la primera sesión de la vista, celebrada la pasada semana y dedicada a la fase de cuestiones previas, la defensa ya aprovechó para lanzar la primera ofensiva contra la investigación policial que condujo hasta el hijastro de la alcaldesa de Marbella. Con el objetivo de tratar de tirar por tierra una parte del sumario, los abogados de Broberg (Sylvia Córdoba y Sergio Nuño Díez de la Lastra) cuestionaron la legalidad de estas pesquisas, a las que calificaron como “prospectivas” —es decir, carentes de indicios cuando comenzaron—. Además, los letrados reclamaron que se declaren nulas las intervenciones telefónicas y los registros que sostienen las acusaciones.
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