La participación en las elecciones presidenciales de Rumania de este domingo, que son la repetición de la primera vuelta anulada en noviembre por la supuesta injerencia rusa, alcanza el 32,4% en el ecuador de la jornada, muy similar a la registrada entonces (32%). En aquellos comicios venció de forma inopinada Calin Georgescu, un candidato independiente, ultranacionalista, que fue aupado por sus vídeos virales en la red social TikTok sin que fuese detectado por los servicios secretos. Ante las sospechas de que su victoria respondiera a una operación impulsada por Rusia, el Tribunal Constitucional anuló esa primera vuelta y ordenó su repetición. Prohibió, además, a Georgescu volver a presentarse, pero el candidato apadrinado por él, el también ultra George Simion, encabeza ahora los sondeos.

La clase política rumana considera que estas son las elecciones más cruciales de la era poscomunista, en un país que forma parte de la UE y de la OTAN y que podría inclinarse hacia el populismo extremista y antieuropeísta que avanza en el continente. De la votación de hoy no saldrá aún el futuro presidente —los dos más votados tendrán que medirse en una segunda vuelta el 18 de mayo—, pero una victoria clara de Simion supondría una nueva conmoción para el tablero europeo.

A las 15.00 (una hora menos en la España peninsular), la participación era del 32,4% de los casi 18 millones de ciudadanos llamados a las urnas, apenas medio punto porcentual más que en los comicios de noviembre a esa misma hora. Una de las llaves de acceso a la segunda vuelta, según los pronósticos, dependerá del sentido del voto de los rumanos que residen en el extranjero; y entre estos sí parece haberse producido un considerable aumento en la participación: 687.945 habían votado antes de las 15.00, unos 240.000 más que en noviembre. El dato es, sin embargo, difícil de dimensionar porque Rumania no cuenta con un censo fijo de votantes en el extranjero. Entre los países en los que los rumanos más se están movilizando figuran España (con más de 600.000 empadronados de esa nacionalidad), Italia, Reino Unido, Alemania y Moldavia.

George Simion, líder de la formación extremista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), es el candidato en cabeza según las encuestas previas a la jornada de hoy, que le atribuyen un 36%. El aspirante de la coalición gubernamental proeuropea, Crin Antonescu, y el candidato independiente y actual alcalde de Bucarest, Nicușor Dan, rondarían el 24% y el 22%, respectivamente, según esos sondeos. Esto abre la lucha por el segundo puesto ante la segunda vuelta del día 18. Más abajo en las encuestas se encuentran el renacido Victor Ponta (ex primer ministro socialdemócrata) y Elena Lasconi, quien quedó segunda en noviembre.

Un colegio electoral en Bucarest, este domingo.

“La Rumania postcomunista nunca ha vivido unas elecciones tan controvertidas y tensas porque fueron anuladas en la primera vuelta y mucha gente se ha sentido decepcionada, furiosa”, dice Vlad tras votar en un centro de la capital. “He votado porque nunca ha contado tanto el voto para el futuro del país, ya sea proeuropeo o antiUE, y realmente cuentan: puede cambiar el camino del país”, prosigue, sin desvelar su papeleta, este especialista de marketing de 40 años. Y apunta: “Mucha gente ha optado por el voto útil: no elige al candidato proeuropeo que más le gusta a uno sino al que cree que va a ir a la segunda vuelta con Simion”.

“Necesitamos un presidente tranquilo y competente porque el país está inmerso en una situación económica difícil”, afirma Ana, una economista de 46 años que menciona un déficit del 9,3% y teme una subida de impuestos. “Estamos en una crisis económica que ha sido aplazada por las elecciones, pero saldrá a relucir porque hay grandes problemas”, sostiene, tras subrayar que “el líder ultraderechista no ha debatido con nadie, al contrario que los candidatos prooccidentales, que se han sacado los ojos”. “Ha sido frustrante ver a políticos proeuropeos que tienen muchos puntos en común atacarse de manera virulenta. Tendría que haberse presentado sólo uno; prácticamente el voto proeuropeo se ha partido en tres”, lamenta.

El candidato de la coalición gubernamental proeuropea, Crin Antonescu, sale de la cabina para depositar su voto, este domingo.

Los principales contendientes se acercaron a los colegios electorales a primera hora de la mañana. Simion apareció acompañado por Georgescu, el vencedor de los comicios de noviembre. “Estamos aquí con una sola misión: la vuelta al orden constitucional, a la democracia. No tenemos ningún otro objetivo que no sea que el pueblo rumano esté en primer lugar (…). Estamos aquí con un solo deseo: hacer justicia por Rumania”, declaró Simion tras depositar la papeleta. “No estoy aquí para reconocer un fraude”, aseveró Georgescu en referencia a las elecciones. “Un fraude diseñado por aquellos que han adoptado la astucia como la única política estatal. Pero estoy aquí para reconocer el poder de la democracia, el poder del voto que asusta al sistema, que aterroriza al sistema”, remarcó. Ambos votaron.

Antonescu, el aspirante de la coalición gubernamental, señaló: “Este es un día muy importante. Me alegro de que tengamos una presencia masiva [de votantes]. Es algo extraordinariamente importante para legitimar las elecciones, para la fuerza moral. He votado por una Rumania unida, fuerte y digna”. Nicușor Dan, de profesión matemático y también activista, afirmó que había votado por “muchas personas calladas, honestas y trabajadoras que nadie ha representado hasta hoy”. “Voté por la esperanza, por un nuevo comienzo. Rumania está viviendo un momento difícil y no podemos esperar que los que la llevaron al hoyo la saquen”, dijo.

La anulación de la primera vuelta de las presidenciales de noviembre por el Tribunal Constitucional, una decisión que se produjo solo dos días antes de la segunda vuelta y que provocó las críticas airadas de Rusia y del Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, propició que el presidente rumano, Klaus Iohannis, dimitiera a principios de febrero. En su lugar fue elegido de forma interina el liberal Ilie Bolojan. El proceso está bajo la lupa de la Unión Europea.

TikTok, que estuvo en el ojo del huracán en noviembre porque en esa red cobró popularidad de forma fulgurante el candidato ultranacionalista, aseguró que había eliminado dos redes secretas que intentaban influir en el discurso político en las elecciones de Rumania. Esas redes estaban compuestas por 87 cuentas con más de 33.000 seguidores.

Durante la jornada de este domingo se produjo el hackeo de las páginas web de los ministerios de Interior, Justicia y Exteriores, reivindicado por el grupo de piratas informátivos rusos NoName057. También fue pirateada la web del candidato Antonescu, que escribió en su perfil de redes sociales: “Fuerzas oscuras del extremismo tratan por los métodos más viles de detenernos. ¡No lo permitamos! ¡Vamos a votar!”. La Dirección Nacional de Ciberseguridad (DNSC) rumana reconoció que el hackeo de páginas oficiales se había producido pero aseguró que estas volvieron a funcionar con normalidad poco después.



Source link