La muerte de Diego Armando Maradona, el 25 de noviembre de 2020, desgarró a los argentinos en plena pandemia de covid-19. El astro futbolístico acababa de cumplir 60 años y se recuperaba en una casa alquilada a las afueras de Buenos Aires de una operación cuando sufrió un paro cardiorrespiratorio que puso fin a su vida. “¿Pudo evitarse en ese momento su muerte?“, se preguntaron muchos y esos cuestionamientos iniciales al personal médico que lo atendió en sus últimos días se convirtieron en una causa penal por presunto homicidio. El pasado 11 de marzo los siete imputados se sentaron por primera vez en el banquillo de los acusados. Casi tres meses después, el juicio del año en Argentina pende de un hilo. Este martes, la Justicia se decidirá si se anula el proceso o si continúa sin la jueza Julieta Makintach, protagonista de un escándalo sin precedentes.
Makintach, una de las tres integrantes del tribunal que juzga el supuesto homicidio simple del astro futbolístico argentino, fue grabada en la sala de audiencias del primer día de juicio, pese a la prohibición de cualquier registro ajeno a las cámaras del tribunal. El fin de semana se difundieron también vídeos de ella en su despacho, en el ascensor y en los pasillos. El material audiovisual iba a formar parte de un supuesto documental centrado en ella que ahora se vuelve en su contra y amenaza a todo el proceso.
El juicio por presunto “homicidio simple con dolo eventual” contra cuatro médicos, dos enfermeros y un psicólogo que trataron a Maradona en los días previos a su muerte lleva una semana pausado por las sospechas que recaían sobre la jueza. La difusión de los vídeos que presuntamente la incriminan supone la estocada final. Los abogados han anticipado este lunes que volverán a solicitar la recusación de Makintach y han arremetido con dureza contra el Poder Judicial. En paralelo, se prepara una causa penal contra la magistrada.
Uno de los más duros ha sido Fernando Burlando, representante legal de las hijas que Maradona tuvo con Claudia Vilafañe, Dalma y Gianinna. “Estamos hace 10 días evaluando qué pasa con la jueza y no qué pasó con los asesinos de Diego Armando Maradona. Es un juicio oral que llega con una calificación de homicidio simple a todo ese equipo de salud que lo trató a Diego. No es un hecho menor y ya vimos un destrato cuando fue tratada su salud y ahora vemos un destrato de la justicia para con él y toda su familia”, dijo Burlando este lunes en declaraciones a medios locales. El escándalo se conoce como La jueza de Dios, el supuesto título que iba a tener el documental.

En los vídeos se ve cómo Makintach mira a cámara y entre risas pregunta: “¿Qué más quieren que haga?”. En otra, el camarógrafo le pide que acomode su cabello y se presente. En otra secuencia, cuenta a punto de entrar en la sala de audiencias los nervios que supone el inicio de un juicio de semejante relevancia.
“Tenemos información de que mañana los tres jueces se van a sentar como si nada frente al tribunal. A veces le decimos a la política que no tiene autocrítica, pero el Poder Judicial también adolece de ella”, continuó Burlando. Lo ocurrido con Makintach “hace que el mundo hable de la Justicia argentina como el peor de los ejemplos”, sentenció.
El juicio comenzó el pasado 11 de marzo en el tribunal n°3 de San Isidro, en la periferia norte de Buenos Aires. Desde entonces se han celebrado 19 audiencias y han prestado declaración 44 testigos. Sin embargo, debido al escándalo, los expertos judiciales advierten que todo apunta a que el proceso se declarará nulo y volverá a foja cero.
En ese caso, se tendrán que sortear nuevos jueces y volver a fijar las audiencias según la disponibilidad del tribunal. La nueva fecha se pospondría al menos hasta el primer trimestre de 2026.
La familia de Maradona es reacia a frenar el juicio e intentará mantenerlo en pie. “La más enojada es Claudia Villafañe, que no quería saber nada con la detención del juicio y quería que este tema termine. Ella vio llorando a sus hijas, la revictimización es una realidad y esto evidentemente no lo paga nadie”, advirtió Burlando. El abogado anticipó su estrategia: “Podemos hacer un trámite muy exprés y pactar la continuidad del juicio rápidamente, sin que las partes y las víctimas sufran semejante golpe”.
El juicio solo puede continuar sin la jueza Makintach si hay unanimidad entre todas las partes implicadas, una hipótesis poco probable. De ser así, la familia de Maradona intentará que al menos se acepten como realizadas las declaraciones de las hijas y de su ex pareja Verónica Ojeda. La duda sobre si el equipo médico fue o no responsable de la muerte del ídolo futbolístico argentino seguirá sin resolverse.
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