La Fiscalía de Jalisco ha acusado a Los Alegres del Barranco por apología del delito. La agrupación musical es investigada por proyectar durante un concierto imágenes alusivas a Nemesio Oseguera, El Mencho, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, excabeza del Cartel de Sinaloa, durante un concierto el pasado mes de marzo en el auditorio TelMex, en el municipio de Zapopan (Jalisco). Con las evidencias que se presentaron, el juez solicitó la vinculación a proceso y la prisión preventiva justificada de los músicos, pero la defensa solicitó aplazar hasta el 12 de mayo la audiencia y le fue concedido.
El juez ha determinado como medidas cautelares que durante este lapso los imputados no podrán salir del Estado, y además tendrán que entregar en conjunto una garantía por 1,8 millones de pesos, 300.000 por cada uno de ellos. Asimismo, se ha atribuido responsabilidad por apología del delito al representante de la empresa que administra al conjunto, así como al promotor de sus conciertos.
El artículo 142 del Código Penal de Jalisco establece que incitar públicamente a la comisión de un delito o hacer apología de este o de algún vicio puede castigarse hasta con seis meses de prisión. Durante su audiencia este martes, los integrantes se abstuvieron de declarar.
Sin embargo, a pesar de tener un proceso judicial encima, la banda sinaloense mantuvo la polémica en la que se encuentra inmerso el género de los narcocorridos y se presentaron el 26 de abril en la Feria de la Piña, en el municipio de Villa Purificación, donde volvieron a interpretar la canción El del palenque, que hace referencia y enaltece al Mencho. Por este otro concierto, tanto los integrantes del grupo musical como su representante y el promotor deberán presentarse nuevamente ante el Ministerio Público el 8 de mayo.
El desafío de Los Alegres del Barranco se produce en un momento en el que el género tiene dividido al país, entre las voces que lo defienden en la calle, aquellos que lo censuran y prohíben en presentaciones en algunos Estados, entre los que se incluye Jalisco, y los que culpan a la narcocultura como un factor de la ola de violencia que se vive en México. El momento es sensible, ya que coincide, a poco más de un mes, con el hallazgo del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, donde presuntamente el CJNG secuestraba, torturaba y asesinaba personas.
A raíz de la primera presentación de la agrupación en Guadalajara, el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ordenó el veto a cualquier presentación pública relacionada con la Administración estatal que haga apología del delito. La primera autoridad dijo que no se permitirá la inclusión o participación de artistas o grupos que hayan tenido antecedentes de haber exaltado abiertamente una acción criminal o a algún autor de la misma en ningún espectáculo, incluyendo en las tradicionales fiestas de octubre, en Guadalajara.
A pesar de la polémica y la coyuntura, la banda, durante dos de sus presentaciones en Cihuatlán y Tequila, este 3 y 4 de mayo, respectivamente, buscaron cómo saltarse la prohibición. No cantaron los temas El del Palenque y El Doble R —dedicado a Ricardo Ruiz Velasco, alias El Doble R, jefe regional del CJNG en Michoacán, Colima y Jalisco—, pero sí los interpretaron instrumentalmente mientras las letras completas, como en un karaoke, eran proyectadas en pantallas gigantes. La Fiscalía del Estado dio a conocer este lunes que por este hecho abrió dos nuevas carpetas de investigación contra la agrupación.
Los Alegres del Barranco, a quienes el Gobierno de Estados Unidos les retiró las visas de turista y de trabajo debido a la glorificación realizada a los mencionados capos, comenzaron su andadura en 2005 en la ciudad de Culiacán. Algunas de sus canciones más reproducidas son narcocorridos dedicados a los grandes capos de México: El 701 (que referencia el número alcanzado por El Chapo en la revista Forbes), El encierro de Joaquín o El costal lleno de piedras.
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