Con el termómetro rondando los 23 grados, una leve brisa fresca y el mar totalmente en calma, la playa de La Malagueta era un hervidero en la mañana de este lunes. Los puestos de hamacas hacían negocio, el kiosco vendía refrescos y grupos de turistas sonreían ante el Mediterráneo. “Yo prefiero refrescarme aquí, el mar está muy frío”, decía Tim, un veinteañero estadounidense que luchaba contra el calor en las duchas que hay sobre la arena. Sorprendía verlas funcionando tras las restricciones que las dejaron secas el verano pasado. La capital no es el único municipio. En Mijas, Benalmádena o Torremolinos están también disponibles ya mientras la provincia empieza a escapar de las restricciones y los cortes de agua gracias a las lluvias primaverales que han dejado sus embalses por encima del 60% de sus reservas. Es más del doble que hace un año y la principal razón para poder despedirse de las restricciones.

En noviembre, la provincia de Málaga miraba al cielo entre cortes nocturnos y numerosas restricciones. En enero nadie sabía qué pasaría con el verano tras cinco años de escasas precipitaciones. Y en marzo la respuesta llegó en forma de tres semanas continuadas de lluvia que recargaron los pantanos. Un mes después el comité de sequía de la Junta de Andalucía relajó sus exigencias y la Costa del Sol se frota las manos con el turismo. La ciudad de Málaga ha anunciado este mismo lunes que las duchas estarán en servicio a partir del próximo 15 de junio (aclaran que las que ya funcionan en La Malagueta son las de movilidad reducida) y que también lo harán los lavapiés, que ya están en servicio. Otros municipios se han adelantado, como Benalmádena o Mijas, que las tienen ya listas. “El año pasado estaban todas cerradas, pero este año las permitimos”, explica Daniel Teruel, concejal de Playas del Ayuntamiento mijeño. “Está todo regulado con pulsadores para que solo salga agua 15 segundos”, insiste el edil, que no quiere que se olvide que la situación de sequía ha mejorado pero no ha pasado.

Turistas disfrutando de la playa de La Malagueta mientras las duchas estaban sin agua por las restricciones, en agosto de 2024.

Un bando firmado por la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, ha servido igualmente para facilitar el uso de las instalaciones “siempre que tengan un pulsador de tensión” —es decir, que solo funcionen cuando el botón está siendo presionado con el objetivo de ahorrar, sistema que ya tienen todas las duchas—. Todos estos municipios, además, abrirán sus fuentes y permitirán el riego privado y el llenado de piscinas. Otras poblaciones se lo están pensando.

“De momento no hay ninguna decisión adoptada”, explican desde el Ayuntamiento de Estepona, donde subrayan que se cumplirán las medidas “que decidan las administraciones competentes” para todas las localidades. Esa bandera solidaria es precisamente la que ondea en el municipio Rincón de la Victoria, ya en la costa oriental. Su comarca, la Axarquía, es la que más está sufriendo la sequía y, por eso, el Ayuntamiento quiere hablar con el resto de municipios de la zona para intentar tomar una decisión conjunta. “La intención es abrir solo los lavapiés, pero mantener las duchas cerradas. Queremos seguir concienciando de la importancia de proteger un bien tan importante con el agua”, destacan fuentes municipales, que subrayan que en los próximos días habrá una reunión en la que se tomarán decisiones.

Por su parte, el mayor municipio de esta Costa del Sol oriental, Vélez-Málaga, con más de 80.000 habitantes, trabaja en un proyecto en marcha para intentar que las duchas se surtan del agua del mar y, de momento, mantiene el grifo cerrado. La decisión de si se abre o no “va a depender de lo que dictamine la Junta de Andalucía”, afirman desde el consistorio veleño, que el año pasado a estas alturas sufría largos cortes de agua nocturnos.

Agua para la agricultura

La medida es consecuencia del dictamen del último Comité de Sequía, que prácticamente dejaba sin restricciones a la provincia malagueña, como informó el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández Pacheco. La reunión se celebró a finales de marzo, pero sus decisiones entraron en vigor el viernes pasado tras la publicación en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). El texto recoge que la comarca de la Costa del Sol Occidental vuelve a la situación de normalidad y que el consumo por habitante y día se sitúa ya en 250 litros. La zona del Guadalhorce, sin embargo, está todavía en escasez moderada y limita a 225 litros diarios por persona.

La Axarquía continúa siendo la que peor lleva la situación hídrica. Se mantiene en escasez severa (solo un paso por debajo de la emergencia) pero permite también 225 por persona y, además, ha aumentado las posibilidades de riego para el campo hasta los 12,8 hectómetros procedentes del embalse de La Viñuela, que en apenas unos meses ha cambiado radicalmente su aspecto. La agricultura requiere más agua para sus miles de hectáreas de subtropicales, pero la situación supone un cambio drástico porque en el último año solo pudieron usar tres hectómetros y en los anteriores, nada. Todo ello ha sido posible gracias a las importantes lluvias de esta primavera, que han recargado los pantanos hasta el 62% de su capacidad. Hoy cuentan con 378 hectómetros cúbicos embalsados, más del doble de hace apenas un año, según los datos de la Red Hidrosur.



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