La tregua parcial decretada por Donald Trump en la guerra comercial que ha declarado al mundo impulsó la confianza de los consumidores en mayo, según los datos publicados este martes por The Conference Board, que realiza la encuesta de referencia en la materia. Su índice de confianza avanzó 12,3 puntos en mayo, hasta los 98,0, su mayor subida en cuatro años tras haberse hundido a raíz de la caótica política comercial del presidente de Estados Unidos. Sigue claramente por debajo de los 114,8 puntos en que se hallaba el índice en enero, antes del regreso de Trump a la Casa Blanca.
El Índice de Situación Actual, basado en la valoración de los consumidores sobre la situación actual de la economía y el mercado laboral, subió 4,8 puntos hasta alcanzar los 135,9 puntos. El índice de expectativas, basado en las perspectivas a corto plazo de los consumidores sobre los ingresos, la actividad empresarial y las condiciones del mercado laboral, subió 17,4 puntos hasta situarse en 72,8, pero se mantuvo por debajo del umbral de 80, que suele indicar una recesión inminente.
La mejora de la confianza llega después de que Trump suprimiese los mal llamados aranceles recíprocos y dejase en vigor una tasa del 10% para la mayor parte de las importaciones. La fecha límite para la recopilación de resultados fue el 19 de mayo. Casi la mitad del trabajo de campo se hizo, además, después de que el presidente decidiese dar marcha atrás en los disparatados aranceles que había impuesto a las importaciones chinas, una rectificación en toda regla que ejecutó a través de un acuerdo en Suiza con el gigante asiático.
“La confianza de los consumidores mejoró en mayo tras cinco meses consecutivos de descenso”, afirmó Stephanie Guichard, economista sénior de Indicadores Globales de The Conference Board, en un comunicado. “El repunte ya era visible antes del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China del 12 de mayo, pero cobró impulso después”, explicó.
Según Guichard, la mejora mensual se debió en gran medida a las expectativas de los consumidores, ya que los tres componentes del índice de expectativas (condiciones empresariales, perspectivas de empleo e ingresos futuros) subieron desde los mínimos registrados en abril. Los consumidores se mostraron menos pesimistas sobre las condiciones empresariales y la disponibilidad de empleo para los próximos seis meses y recuperaron el optimismo sobre las perspectivas de ingresos futuros.
Las valoraciones de los consumidores sobre la situación actual también mejoraron. Sin embargo, aunque los consumidores se mostraron más positivos sobre la situación empresarial actual que el mes pasado, su valoración de la disponibilidad de empleo actual se debilitó por quinto mes consecutivo.
El repunte de la confianza en mayo fue generalizado en todos los grupos de edad y todos los grupos de ingresos. También se extendió a todas las afiliaciones políticas, con las mejoras más pronunciadas entre los republicanos. Sin embargo, sobre la base de la media móvil de seis meses, la confianza en todos los grupos de edad y de ingresos seguía siendo baja debido a los descensos mensuales anteriores.
La economía estadounidense se contrajo en el primer trimestre, según los datos preliminares de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, que aún deben ser sometidos a dos revisiones. Los aranceles han elevado la preocupación sobre las subidas de precios y aumentado la incertidumbre sobre la economía.
Trump ha seguido creando incertidumbre y distorsionando el funcionamiento de la economía. El viernes amenazó con subir los aranceles a los productos de la Unión Europea hasta el 50% a partir de junio, pero dio marcha atrás durante el fin de semana, volviendo al plazo original de 90 días que había establecido para negociar.
Este martes, el presidente de Estados Unidos se ha mostrado satisfecho con la supuesta aceleración de las negociaciones comerciales. “Acabo de ser informado de que la UE ha pedido que se fijen rápidamente las fechas de las reuniones. Se trata de un acontecimiento positivo, y espero que, POR FIN, al igual que mi exigencia a China, abran las naciones europeas al comercio con los Estados Unidos de América”, ha escrito en Truth, su red social.
En realidad, los representantes europeos han estado dispuestos a negociar desde el principio y han sido las autoridades estadounidenses las que han arrastrado los pies y dejado pasar las reuniones sin aclarar sus objetivos. La UE ofreció aranceles del 0% en el comercio de bienes industriales entre los dos países, pero Washington no aceptó la propuesta. Con su siempre peculiar interpretación de los hechos, Trump se atribuye ahora el mérito de la aceleración de las reuniones.
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