La conductora detenida ayer después de atropellar a 14 personas en las inmediaciones del campo del RCD Espanyol, antes del derbi contra el Barcelona, dio negativo en el test de alcohol y drogas. La mujer entró por una vía abierta, a la altura del número 100 de la avenida de Llobregat y se vio rodeada de aficionados. “Por algún motivo que todavía no sabemos, ha mirado de acelerar, y abandonar el sitio. Se sentía acosada por la situación”, según explicó ayer en rueda de prensa el comisario de los Mossos Eduard Sallent, que tachan de “accidental” lo ocurrido. Los atropellados resultaron heridos de levedad, según informó el Sistema de Emergencias Médicas (SEM).
El episodio empezó a las 21.02, cuando la mayoría de los aficionados estaban accediendo al campo del Espanyol, en Cornellà (Barcelona), donde se disputaba el partido contra el FC Barcelona. “Son momentos de aglomeración, de manera sobrevenida, cortos”, indicó el comisario Sallent, sobre los motivos por los que la calle no estaba cerrada al tráfico. “La conductora accedió por esa vía, y se vio rodeada. No es el primero ni el último caso. Son situaciones que se dan en otras ocasiones y lo que no se da es que el conductor apriete el acelerador”, añadió.
La mujer sigue todavía detenida, a la espera de pasar a disposición judicial. El informe policial sobre lo ocurrido determinará los posibles delitos por los que se la investiga, uno de ellos probablemente será el de las lesiones de los heridos. “En estos momentos creemos que ha sido un hecho fortuito, en un marco accidental. La huida de una persona en una zona atestada de gente”, insistió el comisario.
Los antidisturbios (BRIMO) acabaron interviniendo y escoltando el coche policial para ayudar a la conductora a salir del lugar y también para protegerla una vez atropelló a diversas personas. Los Mossos investigan si antes del acelerón, hubo algún otro incidente que encendió más la situación.
En un primer momento, el atropello antes del derbi disparó todas las alarmas, y todo tipo de rumores sobre sus motivaciones y la gravedad de sus consecuencias. Pero después de una primera valoración por parte de los responsables policiales y el club, se decidió seguir adelante con el encuentro. “No había una afectación a la seguridad del evento, la información que teníamos de los heridos es que estaban leves y no estábamos delante de un supuesto terrorista”, detalló Sallent. El comisario mostró su “apoyo a las familias y a las personas heridas”, que se llevaron un “buen susto”. Uno de los heridos es el hijo del alcalde de Badalona, Xavier García Albiol.
El RCD Espanyol comunicó ayer en sus redes sociales que muestra “todo su apoyo a los afectados del atropello” en los alrededores del RCD Stadium. Asimismo, la entidad dirigió el siguiente mensaje a los aficionados afectados: “Os deseamos una rápida recuperación y os esperamos ver pronto de nuevo, en el estadio”.
Sin embargo, el atropello también tuvo una implicación directa en el transcurso del encuentro. Un simpatizante del conjunto blanquiazul, Cristian García Martín, admitió ayer ser quien saltó una de las vallas del campo durante la primera parte del derbi, en declaraciones para la Cadena Cope. El seguidor blanquiazul avisó a Joan García, portero del Espanyol, que se había producido el atropello múltiple fuera del estadio, según manifiesta.
Como resultado, el aficionado del Espanyol aceptó pagar una multa de 3.000 euros por sobrepasar las medidas de seguridad del RCDE Stadium y acercarse al terreno de juego. Asimismo, la grada de animación perica desalojó sus asientos en señal de protesta con el paso de los minutos, pues entendían que el enfrentamiento ante el Barça debería haberse suspendido.
Además, siete personas fueron detenidas por los Mossos d’Esquadra, que desplegaron un amplio dispositivo de seguridad por el encuentro. Tres detenidos fueron acusados de hurto, tres más de robo violento y un tercero fue detenido por una orden policial.
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