La marcha, siempre amenazada por comités olímpicos, federaciones internacionales, jueces, puede pararse, y Álvaro Martín puede concluir que ya es hora de cambiar el asfalto por la moqueta de un despacho de abogados, pero María Pérez, no. No se cansa de marchar ni tampoco de ganar. Y como si un poeta sentimental lo hubiera prescrito, todo ocurre en Podebrady, lugar de su renacimiento, rabia y reencuentro con la felicidad en la primavera de 2023.
Cumplidos 29 años, y ya campeona olímpica y doble campeona mundial en Budapest, la granadina de Orce volvió a calzarse las zapatillas internacionales nueve meses después de su victoria a medias con Álvaro Martín en París para liderar al equipo español en la Copa de Europa e imponerse en la prueba de 35 kilómetros. “He pasado muchísimo frío [la prueba, disputada en Podebrady, al Este de Praga, en la República Checa, comenzó a las 7.30, con 8º en el termómetro]. Lo he pasado bastante mal. Me he tenido que parar dos veces”, recita la atleta entrenada por Jacinto Garzón. “He sufrido, pero es lo que me gusta, y por eso sigo aquí”.
Pese al frío, Podebrady es todo un símbolo para la atleta de Orce. La carrera de María Pérez, brillante desde muy joven, sufrió un frenazo inesperado en 2022, cuando problemas técnicos y personales se resumieron en descalificaciones den los Mundiales de Oregón y en los Europeos de Múnich. Duro trabajo, estudios biomecánicos, enseñanzas de Josep marín, chips electrónicos culminaron meses después, en mayo de 2023, en la Copa de Europa en la ciudad checa, en la que María Pérez, pletórica, se impuso espectacular, batiendo de paso el récord del mundo aún en vigor: 2h 37m 15s. Tres meses, en Budapest, se convirtió en la mejor del mundo doblemente, al imponerse en la Plaza de los Héroes en los Mundiales en las dos distancias, 20 y 35 kilómetros.
En la Copa de Europa de este domingo, con un tiempo de 2h 38m 59s, a un ritmo andando de 4m 14s el kilómetro, María Pérez superó en 36s a la italiana Antonella Palmisano, la otra reina europea de la marcha (campeona olímpica en Tokio) y en 2m 48s a otra italiana, Nicole Colombi. Por equipos, España (puntuaron Pérez, Cristina Montesinos, 6ª, y Beatriz Cantero, 11ª) fue segunda tras Italia.
La semilla de la marcha femenina no se agota en España con María Pérez y brota fuerte de la tierra en Cataluña, la tierra de Sofía Santacreu espléndida, quien a los 19 años recién cumplidos se impone en la prueba de 10 kilómetros en categoría sub-20con una marca de 43m 57s, que no solo es récord de la competición sino también récord de España. La atleta entrenada en Cornellà junto al fenomenal Paul McGrath por Alejandro Aragoneses borra por casi un minuto los 44m 48s que marcó en 1987, hace casi 40 años, la histórica Mari Cruz Díaz, la pionera de la marcha femenina en España. Detrás de Santacreu, 3l quinto puesto de Claudia Ventura y el décimo de Júlia Suárez llevaron a España al título por equipos por delante de Francia e Italia.
Como las mujeres de 35 kilómetros, los hombres también terminaron segundos tras Italia en una prueba de 35 kilómetros en la que el campeón olímpico de Tokio, Massimo Stano, de 33 años, batió el récord del mundo con un tiempo atómico de 2h 20m 43s (andando a 15 por hora, cuatro minutos pelados el kilómetro, un ritmo propio de las pruebas de 20 kilómetros). Tercero se clasificó el gran veterano español Miguel Ángel López, de 36 años y ya campeón del mundo de 20 kilómetros en Pekín 2015, que entró a tres minutos del supersónico marchador de la Apulia y aun así batió el récord de España (2h 23m 48s). “Es la marca que tenía en mente. Buscaba batir el récord de España de Álvaro Martín”, dijo el atleta de Llano de Brujas, Murcia, entrenado por José Antonio Carrillo en la vecina Cieza. “He mos demostrado que siempre estamos ahí, peleando por la victoria, aunque hoy Italia era invencible”. Segundo fue el alemán Christopher Linke (2h 23m 21s). Completaron el equipo español Daniel Chamosa (7º), Manuel Bermúdez (8º) y Marc Tur (19º).
La distancia de 35 kilómetros, incluida en las competiciones oficiales en 2022 para sustituir a los 50 kilómetros, demasiado larga para los estándares de las medidas televisivas, va a durar nada. Se disputará por última vez en los Mundiales de Tokio, en septiembre próximo, y será sustituida por la distancia del maratón (42,195 kilómetros), al tiempo que los 20 kilómetros de toda la vida se convertirán en media maratón (21,097 kilómetros). Esta media será la única distancia en la que compitan hombres y mujeres en los Juegos de Los Ángeles 28, donde ya no se disputará el efímero relevo mixto en distancia de maratón que coronó en París a María Pérez y Álvaro Martín.
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