Izquierda Unida redobla la presión contra el aumento del gasto armamentístico ordenado desde la Unión Europea y la OTAN y con el que España ya se ha comprometido. Dos semanas después de que el presidente Pedro Sánchez presentara un plan de seguridad que supondrá una inversión adicional de casi 10.500 millones de euros para cumplir este año con el objetivo de destinar el 2% del PIB a defensa, el partido que dirige Antonio Maíllo, parte del Gobierno de coalición, vuelve a mostrarse muy crítico en un documento con la deriva socialista. Bajo el título Hacia un sistema alternativo de paz y seguridad, IU impugna en el texto la tesis de Sánchez, de la cual ha presumido hasta ahora Sumar, y afirma que, aunque hasta ahora se haya cumplido, “no es creíble” que pueda haber un rearme sin recortar a la vez el gasto social. “El debate acaba de empezar. No estamos en un resultado final a partir de la propuesta que no compartimos del presidente”, ha señalado este viernes en la presentación del texto el coordinador federal del partido, Antonio Maíllo, que ha pedido una movilización por “una amplia alianza por la paz” en el país que defina el rumbo de la política de defensa en España.
En su propuesta alternativa, la formación izquierdista, que nació en 1986 al calor de las manifestaciones contra la ratificación de la entrada del país en la Alianza Atlántica, propone salirse de la OTAN, reconvertir las bases militares estadounidenses ―que pide cerrar al suponer una “limitación para la soberanía nacional” y un “riesgo” en un contexto de amenazas de EE UU― en centros mixtos de investigación climática, además de potenciar las tecnologías de doble uso, como drones civiles-militares o la ciberdefensa de infraestructuras críticas.
“En la Unión Europea, la presión belicista se ha trasladado a la política interna española, por la incapacidad del PSOE de oponerse a la irresponsable carrera armamentística exigida desde el Consejo Europeo”, afirma muy crítico el texto difundido este viernes. “La socialdemocracia española se alinea así con la europea, que sustenta un pacto de gran coalición sobre política armamentística en la UE con la derecha y extrema derecha”, añade.
“Una gran inversión en armamento impide mantener el escudo social levantado por el Gobierno de coalición, en especial tras la pandemia. No es creíble que pueda realizarse el rearme sin recortar gasto social y en todo caso cualquier euro destinado a armamento es un euro que no se destina a garantizar derechos sociales”, continúa el documento, que se alinea en este punto con la tesis defendida por Podemos.
“IU tiene voluntad de agotar la legislatura, vamos a la ofensiva desde la convicción de que nuestros argumentos tiene solidez para que se abran paso en el Gobierno”, ha defendido Maíllo, que insiste en que España debe decidir aún por “qué carril” discurrirá su política de seguridad y defensa: si con el rearme y la espiral bélica o con la seguridad compartida. La formación entregará su documento al resto de fuerzas del grupo y también al PSOE para que pueda ser discutido.
El plan de seguridad anunciado por Sánchez, sumado al día siguiente al conocimiento del contrato de Interior para adquirir 15 millones de balas a Israel, desencadenó una crisis sin precedentes dentro de la coalición. Sumar batalló durante 24 horas para que este movimiento, que había molestado también a La Moncloa y contradecía los compromisos adquiridos públicamente por España en esta materia, pudiera rectificarse, pero en esa jornada, IU llegó a amagar incluso con abandonar el Gobierno. Dentro de Sumar, hay matices entre los partidos que componen el grupo, y el de Maíllo es el más beligerante en esta causa. “Vamos a estar vigilantes [sobre otros posibles contratos], seremos firmes y pediremos explicaciones”, ha afirmado el líder del partido en rueda de prensa.
IU defiende en el documento un nuevo modelo de seguridad y de cooperación en el continente “no subordinado a EE UU”; una política de alianzas basada en la “multilateralidad”, que refuerce los ejes Asia – Pacífico y América Latina y el Caribe. “No se puede olvidar la necesidad de integrar al continente africano en el esquema de seguridad mundial”, añade. “Si una pequeña parte de los recursos que se pretenden dedicar al programa de rearme europeo se utilizaran para impulsar el desarrollo económico y social de estos países, probablemente acabaríamos con los flujos migratorios descontrolados hacia Europa”, concluye el texto.
Fuerzas armadas
Izquierda Unida señala que cualquier política de seguridad y defensa debe ser integral y contemplar los derechos de los integrantes de las Fuerzas Armadas y la “imprescindible” agenda democratizadora de la institución. Cita en este apartado la necesidad de poner fin a la existencia de un Código Penal diferenciado para los militares (el Código Penal Militar) y a la jurisdicción militar y reconocer derechos asociativos y de representación a los miembros de las Fuerzas Armadas. “Es urgente desarrollar una verdadera política en materia de igualdad y contra la violencia machista en el seno de nuestros ejércitos, abordar la situación de las escalas más precarias de la milicia en términos de desarrollo de la carrera profesional o la necesaria desmilitarización en términos de derechos y deberes de los integrantes de la guardia civil”, indica.
La política de seguridad y defensa de IU se opone a la recuperación del servicio militar obligatorio, a la politización de las Fuerzas Armadas y la difusión de ideas y actitudes “ultraderechistas” entre sus integrantes. También a la expansión de valores “militaristas y antidemocráticos” en el ámbito educativo con la “excusa” de la defensa militar, dice, así como a la penetración de una “falsa cultura de la defensa” en ámbitos de carácter civil como lo es el educativo.
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