Hailey Bieber ha logrado un acuerdo milmillonario. La empresaria, hija del actor Stephen Baldwin y esposa del cantante Justin Bieber, acaba de dar un pelotazo en el mundo de la belleza, donde las marcas comandadas por celebridades parecen estar al alza. La joven, de 28 años, acaba de vender su empresa, llamada Rhode (que es su segundo nombre), por mil millones de dólares. Sin embargo, ella se llevará un porcentaje mucho menor de ese dinero, al no ser la única propietaria de la empresa.
Ha sido la firma estadounidense de productos de belleza e.l.f. la que ha alcanzado este miércoles un trato con la empresaria para quedarse con su porfolio y así expandir su universo, más centrado en el maquillaje, hacia el cuidado de la piel, en lo que se especializa Rhode (aunque también hace productos de color). Según la prensa especializada, el acuerdo de Rhode con e.l.f. —que cotiza en la bolsa de Nueva York, a unos 89 dólares la acción en el día de hoy— incluye un pago de 600 millones de dólares en efectivo, además de 200 millones en acciones y 200 millones de dólares en pagos futuros, que dependerán del crecimiento de la empresa en los próximos tres años, como explica Vogue.
Según el comunicado del acuerdo, en marzo de 2025 Rhode había alcanzado unas ventas netas de más de 212 millones de dólares. Por ello, Bieber mantendrá su puesto como responsable de innovación y creativa, pero se desconoce cuánto dinero ganará en el proceso, puesto que no se sabe qué porcentaje de la empresa es realmente suya. Aunque le dio su nombre, su rostro y su toque mágico a la hora de vender, en realidad hay dos vehículos de financiación tras la misma, llamadas Angel Capital Management y Aser Ventures. Se desconoce la participación porcentual de Bieber en la empresa, y por tanto el dinero que se llevará, pero medios como Forbes calculan “nueve cifras”, es decir un máximo de unos 10 millones de dólares.
La empresa de Bieber —casada con el cantante desde 2018, con quien tiene un hijo, Jack Blues, de nueve meses— tiene apenas tres años de vida, y ella seguirá teniendo el control creativo tras este acuerdo financiero. Llegó a los mercados en el verano de 2022 con solo tres productos y se hizo viral especialmente gracias a un sencillo bálsamo labial en forma de tubo, para el que la empresaria creó una funda de móvil ad hoc, que fue una sensación en las redes y de ventas.
El acuerdo se cerrará, ha explicado la marca, entre los meses de julio y septiembre. El director ejecutivo de e.l.f. ha contado en una entrevista con la cadena CNBC que, tras 34 años en el mercado de consumo, no había visto unas cifras tan buenas en tan poco tiempo como las de Rhode. “Nunca pensé que fuera posible”, ha comentado el CEO, Tarang Amin. “Así que ese nivel de disrupción definitivamente nos llamó la atención”. Mientras que sus productos tienen un precio medio bajo, de poco más de seis dólares, los de Rhode están en casi 30, lo que les acercará a otro tipo de consumidor.
La propia Bieber —en pleno tirón mediático, puesto que protagoniza la portada del número de verano de Vogue en Estados Unidos— ha asegurado en un comunicado que está contenta y emocionada de llevar su marca a “más rostros, lugares, espacios”, y que esta colaboración “eleva y acelera” su capacidad de llegar mejor a su comunidad “con productos más innovadores y ampliando la distribución global”.
Como ella misma explicó en una entrevista en Forbes, Bieber buscaba crear una selección de productos muy concreta y huir del caos y el ruido del enorme mercado de la belleza global. En 2024 se convirtió en la marca de cuidado de la piel con mejor valoración mediática, con un crecimiento del 360%. Además de en su página web, Bieber logró colocar el producto en la web de Sephora, un distribuidor importantísimo en el sector. Precisamente hace unos días, Sephora anunció que empezaría a vender la marca de forma física en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.
El de Bieber es el último caso de éxito que demuestra que los famosos —sobre todo las famosas— ya no se conforman con darle su nombre a un perfume o a una barra de labios, sino que se implican en un proceso creativo e incluso financiero con enorme éxito. Una buena amiga de Bieber, Kylie Jenner —hermana pequeña del clan Kardashian—, logró más de 600 millones en 2019 tras vender el 51% de su marca homónima al gigante Coty. Aquel movimiento logró meterla en la lista Forbes de milmillonarios, aunque fue expulsada posteriormente, cuando se supo que había inflado las cuentas.
También ha funcionado muy bien en el mercado Rare Beauty, la marca de Selena Gomez —precisamente, expareja de Justin Bieber—, que con apenas cinco años de vida está valorada en 2.000 millones de dólares y en 2023 tuvo unos beneficios de 367 millones de dólares. Rihanna y su firma, Fenty Beauty, fueron pioneras en inclusividad, con multitud de tonos en sus bases de maquillaje; sus productos siguen siendo un éxito de ventas.
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