Frank Cuesta ha admitido que los animales que decía haber rescatado y que cuidaba en su santuario en Tailandia en realidad han sido comprados. En un vídeo de apenas dos minutos, en el que se limita a leer un comunicado, el youtuber y naturalista español ha confesado también que no sufrió cáncer, que no es veterinario y que nunca ha rescatado animales, sino que fue “un show que se le fue de las manos”. Cuesta publica este vídeo varios días después de que se filtraran unos audios en los que reconocía estos y otros asuntos y ha atribuido este comportamiento a “un problema de mitomanía y ego”.

Frank Cuesta ha tenido que aclarar en un comentario que lo mencionado “no es sarcasmo”, ante la cantidad de personas que afirmaban que dichas confesiones sean una broma. El tono neutro con el que habla choca con la imagen que muestra habitualmente: desde su participación en el programa que lo llevó a la fama, Frank de la Jungla, siempre ha mantenido un tono irónico. Sin embargo, sus últimos meses han estado marcados por varios reveses: los ataques de los animales de su recinto aumentaron, su exmujer le denunció varias veces tras su divorcio y hasta cinco patrullas de la policía tailandesa se personaron en su casa. Cuesta fue acusado entonces de tenencia de animales protegidos sin licencia, pasó dos días en prisión y salió con libertad condicional.

Frank Cuesta negó todo de lo que se le inculpaba y acusó a su expareja, Yuyee, y al que era su colaborador, Chi, de urdir un plan en su contra. Ha sido precisamente su exsocio, que mantiene el anonimato, el que ha filtrado los audios. En ellos, hablaba de envenenar a los perros y gatos que se colaban a su santuario, de cortar los cuernos a un ciervo que le había embestido o de “comprar [pistolas] táser” para defenderse de los animales. En otra de las confesiones que realiza en su publicación, admite que “la mayoría de los animales que han muerto” lo han hecho por su “propia negligencia”, aunque explica que “la situación ha mejorado”.

Sin embargo, la filtración que más ha sorprendido a su comunidad es en la que se le oye hablar con un traficante de animales. “Ve a Safari World y mándame los precios”, le dijo Cuesta a otra persona en una conversación telefónica publicada por El Mundo. El traficante le ofrece un pademelon oscuro, una especie de marsupial, “por 100.000” (no aclara la divisa). Luego, bromean: “Solo [quiero] cosas baratas. Baratas, baratas, baratas. Pídele la lista barata y yo se la compro. Ya sabes, animales con tres patas, sin cabeza…”. Una petición que choca con la lucha que decía tener contra el tráfico y que verbalizó en uno de sus lemas: “Sin demanda no hay negocio”.

Después de su detención por tener nueve nutrias y una serpiente roja tailandesa, Cuesta señaló a Chi de haber sido él quien lo denunció ante las autoridades. En el programa Código 10, el que fue amigo del naturalista, explicó ocultando su identidad que esos animales “no estaban registrados” y que la policía tailandesa le acusaba de “tener una granja establecida para la cría de animales protegidos sin habilitación”. En el vídeo publicado esta madrugada, Cuesta admite que la denuncia la interpuso “una ciudadana tailandesa”.

“En su momento”, añade, “hablé mal de Chi porque su proyecto podría haber sido una competencia para mi negocio”. Este último ya se había planteado dejar el recinto donde trabajaba con el leonés para abrir su propio refugio. Este hecho provocó “celos” en Cuesta e hizo que “empezara a hablar mal a sus espaldas”. Cuesta cierra este asunto disculpándose y deseándole lo mejor en sus nuevos proyectos.

“Ni soy veterinario, ni soy herpetólogo”

Desde que comenzó su actividad en redes sociales, Frank Cuesta ha dado multitud de entrevistas en las que ha hablado de su actividad en el santuario, de su exmujer o de temas políticos. Siempre ha mencionado que estudió la carrera de Veterinaria. A este respecto, el Colegio de Veterinarios de Tailandia declaró a El Mundo que Cueta “nunca ha tenido una licencia profesional veterinaria” en ese país. Ahora, lo admite él mismo: “Ni soy veterinario, ni soy herpetólogo. Tengo conocimientos que no son básicos de animales, pero tampoco son conocimientos profesionales”.

En 2019, Cuesta publicó un vídeo en redes sociales en el que se le veía sin pelo y más delgado. Sin decirlo directamente, deslizó que se debía a la recaída en un cáncer que había padecido en el pasado. Se trata de otra cuestión desmentida por él mismo en las últimas horas: “No tengo cáncer. Llevo años tratándome de una mielodisplasia [una enfermedad ósea que afecta a la sangre], pero no tengo cáncer”.

Tanto este vídeo como otro que ha publicado varias horas después con la misma puesta en escena y con un mensaje destinado a Yuyee y Kris, su pareja, vienen acompañados de una descripción que reza que pide disculpas “como parte del acuerdo”. Frank Cuesta se encuentra en una disputa judicial con las dos mujeres, que aún no se ha resuelto.





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