Algo se mueve en la complicada relación entre Estados Unidos y China. Delegaciones de ambos países van a reunirse a finales de esta semana en Suiza para tratar sobre aranceles y, previsiblemente, rebajar las tensiones acumuladas entre ambos Gobiernos en ese área.
Es la primera conversación confirmada de la que se tenga noticia desde que el anuncio de la imposición de gravámenes del presidente Donald Trump en el mal llamado “Día de la Liberación” el 2 de abril desatara una guerra comercial entre las dos grandes potencias económicas mundiales que ha sembrado el nerviosismo en los mercados, amenazan a las cadenas de suministro globales y ya empiezan a tener consecuencias en las respectivas economías.
Según han anunciado el Departamento del Tesoro y la oficina del representante de Comercio Internacional estadounidense, los titulares de ambas agencias, Scott Bessent y Jamieson Greer, encabezarán la delegación de su país en las conversaciones exploratorias. El Ministerio de Comercio chino también ha confirmado los tanteos, que tendrán lugar el sábado. Aunque hasta ahora China no ha anunciado quién participará en el encuentro, se considera que Pekín podría estar representada por el viceprimer ministro He Lifeng, considerado el zar de las relaciones comerciales del gigante asiático.
“Recientemente, altos cargos estadounidenses han indicado ajustes a las medidas arancelarias y, a través de varios canales, transmitieron proactivamente información a China en la que indicaban el deseo de abordar aranceles y asuntos relacionados con ellos”, ha declarado el portavoz del Ministerio chino en Pekín. “Tras considerar cuidadosamente las expectativas globales, los intereses de la propia China y los llamamientos de la industria y los consumidores estadounidenses, China ha aceptado abrir conversaciones con Estados Unidos”.
“Mi sensación es que esto va a centrarse en rebajar las tensiones”, declaraba este martes por la noche Bessent en declaraciones a la presentadora Laura Ingraham en el programa de la cadena de televisión Fox News “The Ingraham Angle”. “Tenemos que rebajarlas antes de que podamos avanzar”, ha agregado el responsable del Tesoro, que volará a Suiza el próximo jueves.
Los dos países se encuentran enzarzados en una agria guerra comercial, en la que Estados Unidos ha impuesto aranceles del 145% a su gran rival económico y estratégico. China, por su parte, ha respondido con gravámenes del 125% a los productos de la primera economía mundial. Hasta ahora, ninguno de los dos había dado señales de querer ceder.
Según han adelantado los departamentos estadounidenses implicados, durante su estancia en Suiza el titular del Tesoro y el representante de Comercio Exterior también se reunirán con la presidenta suiza, Karin Teller-Sutter, para tratar igualmente sobre las relaciones comerciales bilaterales.
En su declaración de anuncio de las conversaciones, el Ministerio chino ha precisado que utilizará el encuentro para medir las intenciones estadounidenses, y ha alertado de que Washington tendrá que presentar propuestas tangibles. Y, posiblemente, ofrecer una rebaja de los aranceles que ya impone o con los que amenaza.
“Si desea resolver los problemas mediante la negociación, debe reconocer el grave impacto negativo que las medidas arancelarias unilaterales han acarreado contra los propios Estados Unidos y contra el mundo. También debe respetar las reglas del comercio internacional, la justicia y la imparcialidad, y las voces racionales de todos los interesados, además de demostrar una intención genuina de negociar, corregir sus prácticas equivocadas, llegar a un punto medio con China y resolver las preocupaciones mutuas mediante consultas entre iguales”.
Pekín también asegura que si Estados Unidos “intenta utilizar las conversaciones” para ganar tiempo y continuar su “extorsión”, “China no sacrificará sus principios o la justicia internacional para cerrar un acuerdo” a cualquier precio.
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