Emilio Romano Mussali (Ciudad de México, 59 años) tendrá el llamado “mazo de mando” del sistema financiero mexicano durante los próximos dos años. El titular de la Asociación de Bancos de México (ABM) asume la presidencia de la patronal bancaria de México en tiempos de especial nerviosismo y volatilidad financiera internacional. El también presidente del Consejo de Administración de Bank of America México ha prometido que tenderá puentes con el Gobierno de Claudia Sheinbaum para tratar de reactivar la economía interna, al tiempo que sortea las políticas en seguridad, comercio e impuesto de Estados Unidos, el principal socio comercial de México. En la pasada Convención Bancaria en Nayarit, el banquero expuso ante los suyos su ruta de navegación. Su plan pasa por afianzar la digitalización del gremio, abrir la llave del crédito a las empresas y elevar la integración del sistema bancario con los principales socios de México, este último punto supone un guiño a Washington, en tiempos de tensión máxima en la relación binacional.
Romano Mussali es optimista pese a los numerosos frentes internos y externos que ya se vislumbran en el horizonte: el combate al lavado de dinero, la inclusión financiera y, recientemente, el avance del proyecto fiscal estadounidense que contempla un gravamen del 3,5% sobre el cobro de remesas. En la víspera de la aprobación de la iniciativa en el Congreso de EE UU, el presidente de la ABM advierte de que este impuesto es discriminatorio, supondrá un reto para las operaciones fronterizas y un castigo para los esfuerzos de digitalización financiera.
Pregunta. ¿Cuáles serán sus prioridades al frente de la ABM?
Respuesta. Estamos planteando una serie de medidas para incentivar la digitalización y para desincentivar el uso del efectivo, con los beneficios específicos de lograr una mayor inclusión financiera, para obtener más información financiera para las empresas y las personas físicas y que esto, a su vez, les permita tener mayor acceso al crédito y menores tasas de interés. Mejorar la seguridad del sistema a través de evitar el manejo de efectivo, eso eficientiza la economía, reduce costos y apoya a las empresas a que se formalicen. En México, todavía el 85% de las transacciones arriba de 500 pesos se llevan a cabo en efectivo, es uno de los porcentajes más altos.
P. El diagnóstico no es nuevo, las metas de inclusión financiera, de más crédito a menores tasas han estado en el tintero por años, ¿cuál será la diferencia de su estrategia?
R. Tenemos a un Gobierno con una muy buena disposición de diálogo y con una visión estratégica que se planteó desde el Plan Nacional de Desarrollo y el Plan México. Ahora más que nunca, frente a la situación de incertidumbre en los mercados globales, nos queda muy claro a todos los mexicanos que no hay nadie más que nosotros, los mexicanos, para hacer que México crezca.
P. En la propuesta de crear mesas de trabajo con EE UU y Canadá, ¿cuáles son los siguientes pasos a dar?
R. En la integración comercial se ha avanzado mucho, pero en el tema de integración financiera hemos avanzado un poco más lento. La idea es que podamos ir tejiendo una agenda de homologación regulatoria, de cooperación y de combate al lavado de dinero, de combate a las actividades ilícitas. Constantemente estamos elevando la calidad de la banca, con los estándares de Norteamérica, inclusive, de la Unión Europea, por la gran presencia de bancos europeos en México.
P. La decisión de Estados Unidos de clasificar a ciertos carteles del narcotráfico mexicano como terroristas, ¿supondrá un mayor control para los bancos del país? ¿Temen una sobrerregulación?
R. La ventaja del sistema financiero mexicano es que tenemos muchos años operando bajo los esquemas más estrictos de control en materia de lavado de dinero. Los bancos tenemos una regulación que es de las mejores a nivel global y tenemos organismos específicos para evitar estas prácticas, por lo que esta nueva medida del Gobierno americano llega ya cuando los bancos tienen esquemas muy sofisticados para poder hacerle frente. No obstante, desde la ABM buscaremos una comunicación con nuestros principales socios comerciales, acciones más efectivas en el intercambio de información y sistemas de prevención.
P. ¿Cuál será la afectación para el sistema bancario de este nuevo impuesto que plantea Trump sobre las remesas?
R. Consideramos que es un impuesto discriminatorio y que va a generar mucha distorsión en el sistema financiero. El acto gravado, el acto que está sujeto a un impuesto no es una compra de bienes o servicios, es simplemente un envío de dinero. Cuando una persona compra un bien o un servicio, está adquiriendo algo, en este caso si están mandando dinero, están probablemente haciendo un pago, pagando una deuda o, simplemente, cambiando dinero o entregando dinero de una parte de la familia a la otra.
El hecho de que haya un intercambio de dinero y que haya un movimiento cruzando la frontera, no implica, necesariamente, que sea una remesa, entonces, lo vemos como un impuesto que generaría muchas deficiencias, muchas anomalías y que podría afectar otras operaciones que nada tienen que ver con las remesas. Por último, este impuesto también va en contra de los sistemas de digitalización que se han implementado en ambos países y que son para el bien, tanto de México como de Estados Unidos.
P. Con todos estos desafíos en el horizonte, ¿mantiene la expectativa de un crecimiento para la banca de doble dígito este año?
R. La economía se va a desempeñar en función de cuánto tiempo dure la incertidumbre global y el reacomodo de las cadenas productivas. Ahora vemos con mayor claridad que la relación comercial de Norteamérica se va a mantener y creemos que se va a incrementar, bajo el amparo del TMEC. Creemos que va a ser de corto plazo esta incertidumbre y eso va a evitar que la caída de la actividad económica sea sustancial, aunque sin duda hay una desaceleración económica.
P. ¿Cuál es su pronóstico de crecimiento para este año en el sistema financiero?
R. Nuestro estimado es que podemos crecer un 10% en 2025. Este es un estimado promedio, porque dependerá de cada uno de los productos, por ejemplo, estamos viendo la colocación a pequeñas y medianas empresas con mucho estímulo, también un crecimiento muy bueno de crédito al consumo. Entre los factores que están empujando al consumo están el aumento real de los niveles salariales, los apoyos sociales gubernamentales y las remesas que ya representan el 4% del PIB del país.
P. ¿Ve factible que se reduzcan las comisiones de la banca?
R. La banca está comprometida con continuar reduciendo las comisiones en la medida en que se vaya permitiendo. De hecho, el Banco de México redujo la tasa de referencia en 50 puntos base, un componente importante de las tasas de interés y, por otra parte, la banca está muy comprometida en seguir con la digitalización, un aspecto que disminuye los costos.
P. Puertas adentro, ¿le preocupa la implementación de la Reforma Judicial?
R. Una propuesta clave, en la que estamos avanzando con el Gobierno, es en la creación de juzgados financieros. En el marco de la reforma judicial, nosotros ya estamos viendo hacia adelante en especializar los juzgados federales y locales en materia financiera para que puedan impartir justicia imparcial, pronta y expedita para todo el sistema, incluidos los usuarios.
P. A su parecer, ¿cuál será su mayor desafío como presidente de la ABM? ¿Cuál será el sello de su mandato?
R. Que podamos continuar fortaleciendo a la banca en México, somos un actor muy importante, la banca tiene la capacidad de acelerar el desarrollo económico del país y, en lo personal, pondré todo mi empeño en lograr este objetivo.
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