El papa León XIV, el primer pontífice estadounidense, ha recibido en audiencia en el Vaticano este lunes al vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, con quien ha intercambiado opiniones sobre algunos temas de actualidad internacional. Se trata del primer contacto del nuevo papa con la Administración de Donald Trump. Aunque el encuentro ha sido privado y no ha trascendido mucho sobre el contenido de la conversación entre ambos, la Santa Sede ha informado, a través de un comunicado, de que durante la reunión expresaron su deseo de que “se alcance una solución negociada” en las zonas de conflicto. La nota oficial no menciona específicamente la guerra de Ucrania, aunque el Papa ha ofrecido el Vaticano como lugar para llevar a cabo conversaciones de paz entre Kiev y Moscú.
El Pontífice conversó con Vance durante unos 45 minutos, el lunes por la mañana, al día siguiente de la misa con la que comenzó oficialmente su pontificado. El domingo, después de la celebración en la plaza de San Pedro, el Papa recibió en privado al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Antes de la eucaristía se había reunido con la presidenta de su otro país, pues tiene doble nacionalidad, la peruana Dina Boluarte.
Vance asistió también a la misa junto a las delegaciones de otros 150 países y por la tarde encontró a Zelenski en la Embajada estadounidense en Roma. Este lunes ha sido recibido en privado, acompañado por su esposa Usha, por el Pontífice en el Vaticano. Durante la visita, según señala la Santa Sede, “se ha procedido a un intercambio de opiniones sobre algunos temas de actualidad internacional, expresando el deseo de que en las zonas de conflicto se respete el derecho humanitario y el derecho internacional y se alcance una solución negociada entre las partes implicadas”. En la reunión también estuvieron presentes el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y su esposa Jeanette, ambos católicos.
La audiencia tuvo lugar en la biblioteca del palacio apostólico del Vaticano, el lugar donde se suelen celebrar las reuniones oficiales con las autoridades y jefes de Gobierno. Durante el encuentro, Vance regaló al Papa una camiseta del equipo de fútbol americano de los Chicago Bears. En las imágenes distribuidas por el Vaticano se ve a Vance y León XIV muy sonrientes. “Durante las cordiales conversaciones en la Secretaría de Estado, se renovó la satisfacción por las buenas relaciones bilaterales y se hizo hincapié en la colaboración entre la Iglesia y el Estado, así como en algunas cuestiones de especial relevancia para la vida eclesial y la libertad religiosa”, señaló también el Vaticano en su nota.
Después del encuentro, Vance también mantuvo una reunión con el secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, Richard Gallagher. Rubio ya se había entrevistado con el Secretario de Estado, Pietro Parolin, la víspera de la misa de inicio de pontificado.
Esta serie de reuniones se producen en un momento en que Ucrania y Rusia acaban de celebrar en Estambul las primeras negociaciones directas para buscar el alto el fuego desde el intento fallido de firmar la paz en 2022. Las negociaciones entre ambos países enfrentados han resultado un fiasco y apenas se ha logrado un acuerdo de intercambio de prisioneros, y un vago compromiso de las delegaciones para volver a reunirse.
Vance se convirtió al catolicismo en 2019 y fue el último político en mantener un encuentro con el papa Francisco, que lo recibió en abril, el día antes de su fallecimiento. Poco antes de aquella cita, el Pontífice argentino había criticado duramente a la Administración Trump por su trato a los migrantes y había rechazado la interpretación que Vance había hecho de un concepto cristiano para justificar las deportaciones masivas. El vicepresidente había utilizado precisamente para respaldar sus políticas de “América primero” el concepto del ordo amoris u orden del amor, de san Agustín, el gran pensador del cristianismo, en el que se inspira la Orden de los agustinos, a la que pertenece el Papa León XIV. Francisco respondió con una carta enviada a los obispos estadounidenses en la que subrayaba que el verdadero ordo amoris es “el que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción”.
Por el momento, parece que el nuevo pontífice estadounidense, que ha sido misionero en Perú y ha defendido los derechos de los migrantes, interpreta este pensamiento agustiniano del mismo modo que su predecesor.
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