El Celta dispara su ilusión por Europa después de ganar a una Real Sociedad sin recursos, que se descompone en cada partido. Está la Real deprimida. Se hablaba de Europa con la boca pequeña, pero enviando señales de que lo que más necesita es terminar cuanto antes la temporada, dar carpetazo al proyecto que tan bien le funcionó a Imanol durante tanto tiempo, abrir las ventanas y airear, porque la recta final de la Liga ha sido un sinvivir, disgusto tras disgusto, sin alegrías para la grada y un equipo sin respuestas, en la escalera de bajada. Enfrente, un Celta ascendiendo escalones con frescura juvenil, de menos a más, todo de cara en su idea de colarse en las competiciones continentales. En estas tesituras, a unos siempre se les cae la tostada por el lado de la mantequilla y a los otros, simplemente, no se les cae.

0


Álex Remiro, Hamari Traoré (Jon Aramburu, min. 60), Igor Zubeldia, Aritz Elustondo, Aihen Muñoz (Javi López, min. 77), Brais Méndez (Luka Sucic, min. 76), Pablo Marín, Takefusa Kubo, Sergio Gómez (Ander Barrenetxea, min. 60), Martín Zubimendi y Mikel Oyarzabal (Arkaitz Mariezkurrena, min. 86)

1


Vicente Guaita, Javi Rodríguez, Carlos Domínguez, Mihailo Ristic (Yoel Lago, min. 76), Óscar Mingueza, Ilaix Moriba, Sergio Carreira, Fran Beltrán (Hugo Sotelo, min. 90), Borja Iglesias (Iker Losada, min. 76), Alfon González (Williot Swedberg, min. 76) y Fernando López (Pablo Durán, min. 65)

Goles
0-1 min. 43: Alfonso González

Arbitro Victor García Verdura

Tarjetas amarillas
Aihen Muñoz (min. 62), Moriba Kourouma (min. 70), Martín Zubimendi (min. 86), Luka Sucic (min. 95)

La primera parte de Anoeta acabó como empezó, aunque en el minuto 2, la carrera de Borja Iglesias ganando la espalda a la defensa adelantada de la Real, terminó con un remate demasiado cruzado ante la salida de Remiro; y en el 42, tuvo final feliz para el Celta. Otra vez se coló Iglesias lejos del radar defensivo realista, le dio tiempo a cambiar a la izquierda por donde corría Alfon, que en su primer remate encontró las manos del portero, pero en el segundo tuvo la sangre fría suficiente como para superar al guardameta y abrir el marcador.

Eso fue la primera parte, el gol del Celta y la ocasión del Celta porque entre una acción y otra, la Real Sociedad tuvo la iniciativa, pero con una falta de claridad preocupante. No hubo ni siquiera chispazos, solo chisporroteos, y mucha voluntad en el juego donostiarra. Y también mucho enfado en la grada de Anoeta porque las alegrías cada vez se espacian más.

Salió con el mismo espíritu la Real Sociedad tras el descanso, aunque con más convicción, y con la intención de meter en su área al Celta, que con el marcador en contra pareció más inseguro que cuando todo estaba igualado. Aunque sí que sorprendieron los gallegos con una acción similar a la del gol, con otra apertura genial a la banda, fueron los guipuzcoanos quienes tomaron totalmente la iniciativa del envite. Resucitó Kubo, se activó Oyarzabal y Pablo Marín contó con varias opciones de batir a un Guaita inseguro que alimentó el apetito de los delanteros de la Real.

La última media hora el partido fue un monólogo. Los cambios en el Celta, buscando más consistencia en el medio campo, no le rentaron a Giráldez, pues su equipo no ganó poso, mientras los donostiarras recuperaban el color de la primera vuelta del campeonato, aunque con ese mal endémico que le atacó desde el comienzo, la falta de remate.

No encontró la Real Sociedad la portería pese a los innumerables intentos de los minutos finales, y con el Celta defendiéndose con todo. Casi cuarenta centros al área intentaron los locales, pero los remates se contaron con los dedos de una mano. Así se llegó al final, con un dato muy preocupante para el equipo txuriurdin: ha dejado de marcar en 18 de los 36 partidos de Liga que ha disputado.



Source link