El brote de sarampión que azota a México suma 1.003 casos confirmados en todo el país, con la mayor tasa de incidencia en el Estado de Chihuahua, según ha comunicado la Secretaría de Salud. El Estado norteño ha reportado 47 casos confirmados en las últimas 24 horas y ha informado de la muerte de dos niños más por complicaciones derivados del virus. Uno tenía 7 años y el otro era un bebé de 11 meses, ambos miembros de la comunidad menonita. Ninguno estaba vacunado pese a la campaña masiva de las autoridades de inocular a la población para frenar la ola de contagios.
La madre de los niños fallecidos tampoco estaba vacunada, según un comunicado de la Secretaría de Salud, por lo que no pudo transmitir inmunidad al infante. Los menores eran originarios de Namiquipa y Ojinaga. Los dos niños presentaron neumonía, mientras que uno de ellos además padecía leucemia y el otro una afección renal, lo que agravó el cuadro clínico.
La ola de contagios comenzó en Texas, Estados Unidos, en enero. A finales de febrero las autoridades registraron la primera muerte producida por el que es ya el mayor brote de sarampión que ha vivido el Estado en los últimos 30 años. Se trataba de “un niño en edad escolar” que había sido internado en el hospital pediátrico del condado de Gaines, una población menonita donde las tasas de vacunación están muy por debajo de los objetivos nacionales. La mayoría de casos en ese Estado se concentraban en niños en edad escolar que no estaban vacunados. Muchos fueron hospitalizados y algunos de ellos necesitaron cuidados intensivos. El brote se extendió a otros Estados, como Nueva Jersey, donde el Departamento de Salud investiga una exposición masiva en un concierto de Shakira el pasado jueves. La epidemia ha traspasado la frontera de México y empieza a causar estragos en las poblaciones del norte.
Los dos últimos casos de niños muertos en México por el virus suponen un total de cuatro fallecidos por el brote de sarampión. El primero, también registrado en Chihuahua el pasado abril, fue un hombre de 31 años que tampoco estaba vacunado y que padecía de problemas renales previos al contagio, además de diabetes. Ambas enfermedades agravaron su estado al contraer sarampión. El pasado lunes, la Secretaría de Salud de Sonora confirmó la segunda muerte. Se trataba de una niña de un año de edad, hija de padres jornaleros agrícolas migrantes provenientes de Chihuahua que trabajan en el municipio de Cajeme. “La menor presentaba un cuadro de desnutrición severa, no había sido vacunada y no fue reportada por sus tutores para recibir atención médica en alguna unidad de salud, falleciendo en su domicilio de residencia temporal”, informó la dependencia en un comunicado.
Los niños de 0 a 4 años de edad son el grupo poblacional más afectado, con 355 casos, y también es el que sufre la tasa de incidencia más alta, con 3,41 casos por cada 100.000 habitantes menores de 4 años. El principal factor de riesgo para contraer la enfermedad es la falta de vacunación, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a volcar los esfuerzos en una campaña de vacunación masiva.
En Sonora, el segundo Estado con más incidencia, con 30 casos confirmados y 94 probables, hay desplegados escuadrones que realizan cercos sanitarios y vacunación focalizada, con el objetivo de mantener la enfermedad confinada al lugar de residencia temporal de los casos. Chihuahua, por su lado, ya lleva más de 130.000 personas vacunadas y esta semana está previsto que se apliquen 18.000 dosis más a habitantes de menos de 39 años, según ha informado la gobernadora Maru Campos. “Si no te acuerdas si tienes la vacuna, no te preocupes, también podemos vacunarte”, insistió Campos en sus redes sociales. La Secretaría de Salud de Chihuahua espera recibir 235.000 vacunas contra el sarampión en las próximas semanas para continuar con la contención del virus.
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