Bajo la humedad y el calor de Baltimore (Estados Unidos, Meryland), Hansi Flick ultimaba en agosto la filosofía de juego que tenía preparada para el F.C. Barcelona. “Estamos a unos 10 días del primer partido de Liga. Vamos por el buen camino y podemos mejorar”, dijo tras perder el último encuentro de la gira de pretemporada contra el AC Milán. Sabía el técnico alemán la importancia de una buena preparación de la plantilla culé. Sobre todo, mientras el Real Madrid tratase de acoplar a Kylian Mbappé en su juego.
“En el inicio, será el momento de apretar y estar vivos. Después ya se verá qué pasa”, avisó Flick en su primera charla con los jugadores al comienzo del curso. Dicho y hecho. Pues el Barça encadenó siete victorias consecutivas en el campeonato doméstico, desde su estreno contra el Valencia en Mestalla (1-2). Frente a los ches hubo remontada, al igual que ante el Rayo Vallecano. En Vallecas, Dani Olmo marcó en su debut como azulgrana —después de que la competición validara su inscripción por la lesión de larga duración de Christensen— y lo celebró, haciendo el gesto del reloj con el dedo índice de la mano derecha. Como si hubiera iniciado una cuenta regresiva en el tiempo hasta que el Barça saliera campeón.
Para entonces, Flick ya afrontó un duro golpe: la baja de Marc Bernal para toda la temporada. Aún quedaba sopesar la primera derrota de la campaña. Ocurrió en El Sadar, estadio que testificó cómo Osasuna doblegaba a los blaugranas (4-2), cuyo once estuvo plagado de rotaciones aquella noche de septiembre: Sergi Domínguez, Gerard Martín, Pau Víctor o todavía un incipiente Ferran Torres fueron titulares. Pamplona puso en alerta a Hansi Flick. Vino octubre y con él la consolidación del líder ante el Real Madrid: goleada del Barça en el Bernabéu y a seis puntos de los blancos en la tabla (0-4).
Después, llegó noviembre: un período de tiempo tumultuoso para el Barcelona. El equipo abrió el mes con un triunfo ante el Espanyol en Montjuïc (3-1) y prosiguió con otra victoria en casa contra la Real Sociedad. A partir de ahí unos pequeños baches aparecieron en la senda por el título de Liga. Primero, empate ante el Celta (2-2). Más tarde, llegaría la fiesta del 125º aniversario del club: una celebración de la que Hansi Flick y sus jugadores se marcharon antes de tiempo. El objetivo: preparar el duelo contra Las Palmas. Un envite, sin embargo, que concluyó con derrota (1-2) y ampliaba a tres la racha de jornadas consecutivas sin ganar para los culés.
Pero llegó la goleada contra el Mallorca y con ello el final del “Shit november”. Así lo calificó Flick en la salsa de prensa de Son Moix, a principios de diciembre. Una opinión con trasfondo similar expresó el técnico poco antes de Navidad: “Existe frustración por la derrota. El fútbol es esto. Nos vamos de vacaciones, volveremos el día 29 y empezaremos otra vez dispuestos a todo”, espetó tras caer contra el Atlético de Madrid en Montjuïc (1-2). De ahí en adelante, el Barça consolidó una racha de imbatibilidad que mantiene hasta el día de hoy: 14 victorias en 17 jornadas de Liga.
Desde aquel momento, desde enero, Szczęsny (34 años) —‘Tek’ para sus compañeros— también fichó como nuevo portero del Barça. Rescindió el contrato con la Juventus y dejó Marbella para volver a los terrenos de juego. La lesión de Ter Stegen en septiembre y la relegación de Iñaki Peña a la suplencia de la portería, permitió al polaco vestirse de corto y jugar como titular la segunda parte de la temporada. De paso, saborear de nuevo los éxitos del futbolista profesional. Incluso, llorar por ellos.
Como hizo, tras la remontada del Barça hace una semana frente al Real Madrid (4-3). Hasta nueve veces el F.C. Barcelona le ha dado la vuelta al marcador este curso. No fue el caso este jueves ante el Espanyol (0-2). “Tendremos unas cinco o seis semanas de descanso y cuando volvamos tocará hacerlo mucho mejor. Ahora es tiempo de celebrar”, aseguró el técnico alemán tras festejar su primer título doméstico como entrenador blaugrana: el número 28 en la historia del club.
Lo consigue, 282 días después de aquella derrota en Baltimore. De aquel último partido en la gira de pretemporada contra el A.C Milán. La cuenta atrás ya se terminó. El Barça es campeón de Liga.
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