Carlo Ancelotti pulsó en el 85:10 de este 24 de mayo el botón del final de una era legendaria al retirar del Bernabéu por última vez a Luka Modric, que en el 93:46 de otro 24 de mayo, 11 años antes, había pulsado el botón del comienzo al lanzar un córner a la cabeza de Sergio Ramos. La simetría añade una capa de magia a una época ya suficientemente asombrosa en la que el Real Madrid acumuló seis Copas de Europa, tantas como en la primera tanda dorada del siglo pasado. Ancelotti quitó a Modric y así empezaron a despedirse ambos del Bernabéu, el entrenador con más títulos de la historia del club (15) y el futbolista con más trofeos (28).

2
Andrii Lunin, Aurélien Tchouaméni (Jesús Vallejo, min. 55), Fran García, Raúl Asencio, Lucas Vázquez (Gonzalo García, min. 76), Federico Valverde, Luka Modric (Chema Andres, min. 86), Dani Ceballos, Kylian Mbappé, Arda Güler y Brahim Díaz (Vinícius Júnior, min. 54)
0

Unai Marrero, Jon Pacheco, Jon Martín, Jon Aramburu, Aihen Muñoz, Takefusa Kubo, Pablo Marín (Jon Olasagasti, min. 45), Beñat Turrientes (Martín Zubimendi, min. 69), Sergio Gómez (Ander Barrenetxea, min. 70), Luka Sucic (Brais Méndez, min. 83) y Arkaitz Mariezkurrena (Mikel Oyarzabal, min. 70)
Goles
1-0 min. 37: Kylian Mbappe. 2-0 min. 82: Kylian Mbappe
Se paró el fútbol y el croata enfiló hacia el banco a través del pasillo formado por sus compañeros y por los rivales de la Real Sociedad. Al final del trayecto aguardaban técnicos, asistentes, compañeros lesionados, esposa, hijos y una sorpresa. Volvió a pisar la hierba del Bernabéu Toni Kroos, que se había ido, en otra despedida lacrimógena, el año pasado. Aunque el 25 de mayo. Casi.
Quedaban unos minutos de fútbol, pero poco importaban, ya con la victoria del Madrid cerrada. En realidad todo había sido un pequeño trámite antes de la explosión de nostalgia que se esperaba después, con aplausos sentidos cada vez que Modric se acercaba a una esquina a botar un córner. El madridismo había ido al estadio a llorar. Y lloró hasta su presidente, Florentino Pérez.
También hubo un partido, y en el partido, un futbolista en busca del último premio con el que endulzar un curso decepcionante. Mbappé aún tenía a tiro la Bota de Oro del mayor goleador europeo. Necesitaba al menos un tanto para superar a Gyökeres y colocarse con dos de ventaja sobre Salah, que juega esta tarde contra el Crystal Palace. Además del francés, lo tenía claro el Madrid, que le buscó desde el primer pase filtrado de Güler, que en esto puede opositar a sucesor de Modric y dejó al francés en el área mano a mano con Marrero, que despejó. En la tarde de los adioses, Imanol Alguacil, que también se despedía de la Real, reservó en el banquillo a su portero titular, Remiro, además de a Zubimendi, Brais, Barrene y Oyarzabal.
Todo contribuía a un encuentro de guante blanco y ritmo bajo en el que el Madrid amasaba la pelota con parsimonia, instalado en el campo contrario. Tanto, que la Real, a la expectativa, le sorprendió con un par de carreras por la pradera libre que dejaban a la espalda. Sergio Gómez se vio solo ante Lunin y el ucraniano desactivó el susto.
Mbappé no acertaba, o se topaba con Marrero, mientras la tarde se deslizaba con suavidad hacia la explosión definitiva de nostalgia. Por el camino, Güler probó a tirar un sombrero en el área, que Pablo Marín interrumpió con la mano. Cuando el VAR alertó al árbitro, la grada pidió que tirara Modric. Pero hacía siglos que Mbappé custodiaba el punto de penalti con la pelota bajo el brazo. Tiró y lo paró Marrero: la tercera pena máxima fallada por el francés este curso. Aunque recogió el rechace y acertó con su gol 30 en la Liga, el número 41 de su primera temporada en el Madrid. No fue el último. Antes de que se fuera Modric acertó con el segundo, el 31 en la Liga, el 42 de la temporada, tres de ventaja sobre Salah por la Bota de Oro.
Para entonces, ya estaba todo hecho, hasta la despedida más discreta de Lucas Vázquez de su estadio durante diez temporadas. Se amontonaban emociones en el cierre a una época deslumbrante de la que el curso que viene ya solo quedará Carvajal.
Comentarios