Nunca antes el Día das Letras Galegas, que tiene por norma rendir homenaje cada año a un autor fallecido hace al menos una década, celebró la aportación a la lengua de un montón de mujeres. Incontables gallegas que, además, nunca escribieron, pero que en los trabajos colectivos del campo y en la casa, en celebraciones improvisadas, cantaban letras ancestrales, legadas entre abuelas, hijas, nietas, tías, vecinas. Los gaiteiros eran artistas profesionales que se ganaban la vida tocando; ellas, no. Pero en los años sesenta algunas de estas cantareiras y pandereteiras empezaron a ser llamadas para participar en grandes fiestas, y a subirse a los escenarios. Y algunas, como las Pandereteiras de Buxán, comenzaron a cobrar.

Galicia es tierra de mujeres poetas. Unas escriben sobre el papel, con tanta intensidad y a tal nivel que en los últimos años cuatro (Chus Pato, Yolanda Castaño, Olga Novo y Pilar Pallarés) fueron distinguidas con el Premio Nacional de Poesía. Las cantareiras, sin embargo, llevan generaciones y generaciones escribiendo sobre el aire, custodiando el legado en su memoria, la mayoría anónimamente, al ritmo de sus panderetas. Así ha sido desde antaño. Y al fin todas ellas reciben el gran homenaje colectivo de Galicia este 17 de mayo, Día das Letras Galegas.

Las Pandeireteiras de Mens, en los soportales de la Praza da Quintana, con motivo de las XII Xornadas 
de Folklore (julio de 1980). En una foto del Fondo de la Agrupación Folclórica Aturuxo conservada en el Arquivo do Patrimonio Oral da 
Identidade del Museo do Pobo Galego.

Después de meses cuajados de publicaciones, documentales, charlas en colegios, actos por toda la geografía gallega y vallas publicitarias de marcas comerciales con imágenes de cantareiras, la Real Academia Galega (RAG) celebra este sábado la sesión extraordinaria y pública del Día das Letras en el Centro Cívico y Cultural de Malpica de Bergantiños (A Coruña). Este es el municipio natal de las Pandeireteiras de Mens (Teresa García Prieto, Manuela Lema Villar, Prudencia y Asunción Garrido Ameixenda, nacidas entre 1905 y 1915 y fallecidas entre 1979 y 2007), en las que la institución que promueve la gran fiesta cultural de Galicia “personifica” el homenaje “a las cantareiras y a la poesía popular oral”. Junto a este cuarteto de pandereteiras que llegó a actuar en América (y al que luego se sumaron otras vecinas de Malpica, como Adela Rey y Teresa Lema), la RAG centra los fastos en otras tres figuras: Adolfina (1912-2009) y Rosa Casás (1913-2005), vecinas de A Vila da Igrexa, en el ayuntamiento coruñés de Cerceda, y Eva Castiñeira (1925-2008), de Agranzón, municipio coruñés de Muxía.

Además, la celebración reivindica el papel fundamental de la musicóloga suiza Dorothé Schubarth, que a finales de los años setenta viajó a Galicia para registrar las voces y testimonios de 600 informantes y acabó publicando Cancioneiro Popular Galego junto a Antón Santamarina. Pese a que el éxodo rural a las ciudades y la emigración habían diluido la tradición, Schubart todavía halló el valioso legado, conservado en las aldeas por las vecinas más ancianas. Fue a partir de la siguiente década, y en buena parte a través de la televisión autonómica, cuando los grupos de pandereteiras y cantareiras resurgieron con fuerza y se extendieron por toda la comunidad, gracias a investigaciones y proyectos artísticos como los de Mercedes Peón o formaciones femeninas como Leilía y más tarde Faltriqueira, hasta las últimas y renovadas propuestas de las conocidas Tanxugueiras, o Fillas de Cassandra, o Caamaño & Ameixeiras.

La cantareira Eva Castiñeira, con la pandereta, en una fotografía tomada y cedida a la RAG por Pablo Quintana.

La parte musical del acto central del Día das Letras correrá precisamente a cargo de Aida Tarrío, nieta de pandereteira, y las hermanas Olaia y Sabela Maneiro, las tres componentes de Tanxugueiras. Desde que pusieron nombre a su trío, en 2016, se han declarado siempre herederas de pandereteiras tradicionales como las de Mens. Estas no fueron las primeras, pero como destaca la RAG sí “constituyeron el primer grupo de cantareiras tradicionales que difundió por el mundo adelante la poesía popular oral”, después de integrarse en los años setenta en la Agrupación Folklórica Aturuxo de A Coruña. Todas nacieron en un lugar “extraordinariamente rico en tradición oral, escenario de múltiples recolectas”, por parte de investigadores, en distintas épocas. Fue la académica Ana Boullón quien promovió esta candidatura hace un año para reivindicar el “legado”, cientos de coplas, “de tantas mujeres del pueblo”, “principales creadoras y transmisoras de la poesía popular oral”.

Las cantareiras representan el segundo homenaje colectivo del Día das Letras, después del de 1998, que se dedicó a recordar a los trovadores medievales de la Ría de Vigo. La fiesta literaria de Galicia cumple ya 63 ediciones, desde que se celebró a Rosalía de Castro en 1963. La publicación que hoy repartirá la RAG en su acto central, Por que non hei de cantar?, editada por el musicólogo Manuel Rico Verea, es una aproximación a la historia de los cancioneros populares, a las cantareiras y a las iniciativas de recopilación y fijación. Schubarth grabó, ordenó y catalogó los versos y melodías de aquellas (mayoritariamente mujeres) casi 600 informantes y, con su trabajo, defiende Rico Verea, “empoderó” a las cantareiras que seguían latiendo en las aldeas. Su libro con Antón Santamarina está considerado “la biblia de los cancioneros”, destaca el musicólogo, y su investigación abrió “tiempos nuevos para la lírica y la música de tradición oral”.

Valla publicitaria, en el municipio coruñés de Teo, de la Xunta por el Día das Letras Galegas, 17 de mayo, dedicado a las 'cantareiras', tradición oral de las cantadoras que se acompañan con una pandereta.

Tal y como recuerda la RAG, Schubarth recogió por su cuenta “numerosas composiciones” a varias de las vecinas de Mens, pero su la fuente más prolífica que encontró para su libro fueron Rosa y Adolfina Casás Rama. A los homenajes se unen todo tipo de colectivos culturales y sociales, los ayuntamientos, las diputaciones, el Consello da Cultura Galega y la Xunta de Galicia. Por su parte, y después de encadenar varias manifestaciones multitudinarias en defensa del idioma de Galicia en el último año, la Plataforma Queremos Galego ha llamado a participar en la marcha de este sábado en Santiago. La manifestación tendrá un nuevo recorrido para acabar con “una gran foliada”, una fiesta con músicos tradicionales y cantareiras, en la plaza del Obradoiro. Inmerso en la polémica sobre la brutal caída del uso del gallego entre los jóvenes y la pérdida del idioma materno en el momento de la escolarización, el Gobierno gallego del PP ha lanzado una campaña en medios de comunicación, vallas y marquesinas dando las “gracias” a Adolfina, Rosa, Eva y las Pandereteiras de Mens. “¡Que suene nuestra lengua!“, clama el lema oficial, y el anuncio apuntilla, en referencia a las homenajeadas: “Sin vosotras, hoy no seríamos nosotros”.



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