La Policía Nacional ha informado este miércoles de la detención de 17 “banqueros clandestinos” a los que sitúan en una de las organizaciones de blanqueo “más poderosas a nivel internacional”. Los arrestados forman parte de una organización criminal dirigida desde Bélgica que se las arregló para mover 18,7 millones de euros de dinero que procedía de delitos de tráfico de seres humanos o del narcotráfico en apenas dos años.

La investigación, dirigida por un juzgado de Almería e impulsada por la Fiscalía, es la continuación de una operación de 2023 contra la inmigración irregular. De los 17 detenidos, 15 han ingresado en prisión como presuntos responsables de delitos de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Los arrestos conocidos este miércoles se practicaron el 14 de enero durante un gran dispositivo en el que participaron 250 agentes y en el que se produjeron registros simultáneos en Bélgica, Madrid, Valencia, Málaga, Almería y Cádiz. Durante la intervención, la jueza instructora y la fiscal siguieron en tiempo real las actuaciones, algo muy poco frecuente, y que agilizó la actuación policial.

Entre los investigados hay tres “objetivos de alto valor” policial ―que al menos dos países integrantes de Europol consideran “de riesgo alto”— de los que han podido ser detenidos dos. El líder de la organización, arrestado en Bélgica y de nacionalidad jordano palestina, todavía está pendiente de ser entregado a las autoridades españolas.

La organización recurría al método de la hawala, un antiguo sistema informal de transferencia de dinero basado en la confianza y las relaciones personales, al que las organizaciones recurren cada vez con más frecuencia como una alternativa para blanquear los beneficios y también por el miedo de estas organizaciones a sufrir robos de otros delincuentes, que en argot policial se denominan vuelcos.

En la primera investigación policial, bautizada Orontes y liderada por la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades (UCRIF), se dio por desarticulado un grupo que traía de forma irregular a inmigrantes desde la costa de Argelia a Almería. Cada inmigrante les reportaba entre 10.000 y 12.000 euros y estiman que trajeron entre 800 y 1.000 personas, por los que los investigadores les atribuían cerca de diez millones de beneficios. Las pesquisas continuaron siguiendo el rastro del dinero y conformaron un grupo de investigación al que se sumó la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), concretamente la sección de blanqueo de capitales, y que también ha contado con la colaboración de Europol.

La investigación a los banqueros recibió el nombre de Karasu, uno de los afluentes del río Orontes, que atraviesa Siria. Los principales investigadores han explicado este miércoles en el complejo policial de Canillas su trabajo y han incidido en la importancia de bloquear los recursos económicos del crimen organizado.

El líder de la organización, ubicado en Bélgica, dirigía un grupo en el que colaboraban dos ramas, una liderada por ciudadanos de origen chino, asentada en Madrid, que se encargaba de dar financiación, y otra de origen árabe, que gestionaba las transferencias de dinero, recibía el efectivo en Estaña y reinvertía las ganancias obtenidas por las comisiones, que oscilaban entre el 1% y el 3% del dinero. Según los investigadores, llegaron a anunciar su empresa de transferencia de dinero en redes.

Los investigadores han acreditado 32 operaciones por un valor de más de 5,5 millones de euros en tan solo tres meses. Solo en una de las direcciones que se utilizaba para recibir y transferir fondos se movieron 18,7 millones de euros en apenas dos años, entre junio de 2022 y septiembre de 2024, han puesto como ejemplo.

En la operación se han intervenido 205.000 euros en efectivo, más 183.000 euros en criptomonedas, 18 vehículos valorados en más de 207.000 euros, diez inmuebles valorados en más de 2,5 millones de euros, puros por importe superior a 622.000 euros o bolsos de alta gama que superan los 230.0000 euros. Estos últimos artículos se utilizaban para blanquear dinero obtenido de sus actividades ilícitas, según han explicado.

Varios de los bolsos de lujo intervenidos en la operación karasu de la Policía Nacional, algunos de edición limitada.



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