El Celta tenía el pasaporte para Europa en la mano, pero no logró ponerle el sello. Se lo impidió el Rayo, que oposita a la séptima plaza y obligará a los gallegos a ganar en la última jornada en casa del Getafe, que ya ha conseguido el objetivo de la permanencia, para salvarla y entrar en Europa League. Los vallecanos, que recibirán al Mallorca sin opciones, están a un punto. Osasuna también. Uno entrará en la segunda competición continental, otro irá a la Conference y un tercero se quedará sin premio. Osasuna, que visitará al Alavés, es el único que no depende de sí mismo para lograrlo.

1


Vicente Guaita, Yoel Lago, Mihailo Ristic (Hugo Álvarez, min. 78), Javi Rodríguez, Marcos Alonso (Carlos Domínguez, min. 83), Williot Swedberg (Alfon González, min. 78), Fran Beltrán, Óscar Mingueza, Ilaix Moriba, Pablo Durán (Borja Iglesias, min. 83) y Fernando López (Iago Aspas, min. 68)

2


Augusto Batalla, Florian Lejeune, Pathé Ciss, Alfonso Espino (Pep Chavarría, min. 60), Iván Balliu, Unai López (Pedro Díaz, min. 68), Adri Embarba (Álvaro García, min. 59), Óscar Valentín (Gerard Gumbau, min. 59), Andrei Ratiu, Isi Palazón y Jorge de Frutos (Óscar Trejo, min. 87)

Goles
1-0 min. 9: Marcos Alonso. 1-1 min. 16: Isi. 1-2 min. 46: De Frutos

Arbitro Juan Luis Pulido Santana

Tarjetas amarillas
Marcos Alonso (min. 31), Óscar Valentín (min. 56), Lejeune (min. 67), Yoel Lago (min. 67), Pathé Ciss (min. 93)

Todo ocurrió en Balaídos en un partido electrizante en el que el Celta empezó exuberante, marcó desde los once metros por mediación de Marcos Alonso, que invocó a Panenka, pero acto seguido perdió el control de la situación. Porque el Rayo se hizo grande y atrevido. Marcó además dos golazos y al descanso ya había firmado la remontada, indetectable por la velocidad y dinamismo de tipos como Isi, De Frutos o Embarba. El empate lo anotó el primero, astuto para sacar ventaja en el área y cabecear un centro del zurdo Espino con la derecha. Poco antes del descanso un boquete en la zaga celeste lo explotó De Frutos con una maniobra de delantero de postín para dar la victoria al Rayo.

Porque nada cambió en la segunda parte en el marcador. Aunque pasó de todo un poco sobre el césped. Ocurrió que el Celta se desató, generó fútbol por todos los sectores, pero se encontró con un rival que realizó un ejercicio defensivo perfecto y que tuvo una pizca de suerte, por ejemplo en la penúltima acción del descuento cuando Batalla apareció en dos ocasiones para frustrar sendos remates de Fran Beltrán y Javi Rodríguez. El del central se iba para dentro, pero la pelota rebotó en la nuca de Pathé Ciss y se fue manso a las manos del portero.

Venció el Rayo, que se fue ovacionado por su gente. Pero nadie le reprochó nada al Celta, que si hace los deberes será séptimo y en todo caso ha firmado una temporada excelente, como la de su rival. Y lo refrendaron en un partido de los que hacen afición.



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