El Metro de Ciudad de México, siempre en el punto de mira, tiene nuevo director general. El Gobierno capitalino encabezado por la morenista Clara Brugada ha confirmado el nombramiento de Adrián Rubalcava como nuevo responsable del Sistema de Transporte Colectivo, en sustitución del ingeniero Guillermo Calderón, que acaba de renunciar al cargo. El exalcalde de Cuajimalpa asume las funciones en plena alarma por la ola de pinchazos con sustancias tóxicas en el transporte público, que suma 40 denuncias ante la Fiscalía local. Y lo hace bajo la instrucción de continuar la “modernización y renovación” del metro, y de administrar con eficacia y honestidad la institución”, según se lee en el comunicado del Ejecutivo local.
Rubalcava, con 30 años de experiencia en política, ha pasado por casi todos los partidos del espectro hasta acabar subido en el tren de la Cuarta Transformación. Comenzó sus andanzas en el PRD, formación con la que postuló sin éxito para ser jefe delegacional de Cuajimalpa de Morelos, distrito capitalino. El político se hizo finalmente con el cargo en 2012, esta vez bajo las siglas del Partido Verde, pero tres años después se mudó al PRI para entrar en la Asamblea Legislativa de la capital. Más tarde buscó la candidatura a jefe de Gobierno de la Ciudad de México bajo el amparo de la coalición opositora integrada por el PAN, el PRI y el PRD, pero fue el panista Santiago Taboada quien se llevó el gato al agua.
Ese episodio marcó el fin del romance del exalcalde con las formaciones contrarias al Gobierno morenista. Abandonó entonces sus filas y volvió a engrosar las del Partido Verde, donde milita actualmente y bajo cuyas siglas figura como senador suplente. El pasado diciembre se consumó el último giro en su carrera política y pasó a apoyar públicamente tanto a la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, como a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con la que hace apenas unos días compartía una foto bajo el siguiente texto: “Gracias de corazón por confiar en mí como responsable de las Mesas de Paz. Su liderazgo inspira, transforma vidas y destinos”.

Adrián Rubalcava asume el cargo de una institución que no ha dejado de sumar incidentes trágicos en los últimos años y que es, de hecho, la principal mota negra en el expediente de Sheinbaum como antigua jefa de Gobierno de la capital, bajo cuyo mandato se produjo el desplome del tramo elevado de la Línea 12, en 2021, que dejó 26 muertos y al menos un centenar de heridos. Dos años después, en 2023, un choque de trenes en la Línea 3 contó otra víctima mortal y más de 100 heridos.
Los peores accidentes se suman a la constante inseguridad que asedia un transporte esencial para la movilidad de millones de trabajadores que lo usan cada día para desplazarse desde sus casas a sus trabajos, y viceversa. La última crisis se ha producido apenas estos últimos meses, en los que las autoridades capitalinas han registrado al menos 40 denuncias por pinchazos en el metro. Los aguijonazos, con alguna sustancia tóxica que induce a la somnolencia, se han convertido en el último método de los ladrones para robar a los pasajeros, según apunta la información recopilada hasta ahora. Rubalcava tendrá que hacer frente a esta ola que ha hecho saltar las alarmas. También a la sombra de inseguridad técnica que siempre acecha a este transporte, que entre enero y marzo de este año desplazó a 295,7 millones de usuarios, según las estimaciones de la institución.
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