
Criminales han matado a balazos este domingo en la noche a Yesenia Lara, candidata de Morena a la alcaldía de Texistepec, en el sur de Veracruz. Lara salía de un mitin y confraternizaba con militantes del partido guinda, en una caravana por el municipio, cuando los asesinos llegaron en moto, según el testimonio de reporteros locales, y abrieron fuego. Además de Lara, otras tres personas murieron en el ataque, según ha informado la Fiscalía de Veracruz. Tres más resultaron heridas. Veracruz elige alcaldes para sus 212 municipios el 1 de junio.
La presidenta, Claudia Sheinbaum, de Morena, se ha referido al atentado este lunes en su conferencia de prensa matutina. La mandataria ha señalado que están en “coordinación” con las autoridades de Veracruz. “No sabemos el móvil [del ataque], pero estamos en contacto para poder apoyar en todo lo que se requiera”, ha añadido. El domingo en la noche, la gobernadora, Rocío Nahle, también de Morena, decía: “Ningún cargo o puesto vale la vida de una persona. Vamos a dar con los responsables de este cobarde asesinato”.
Reporteros que seguían a Lara mientras caminaba por las calles del municipio, saludando a vecinos y simpatizantes, grabaron el atentado. En uno, se observa a Lara en primer plano, chaleco y gorra de morena, saludando a una pareja, cuando, de repente, comienzan los disparos. La persona que graba sale corriendo y se esconde en una mototaxi. A lo lejos, enfoca varios cuerpos inertes y gente que corre y grita. “Por ahí, señores, por ahí se acaba de vivir un atentado en contra de Yesenia Lara”, dice. “Sujetos desconocidos llegaron por la espalda”, frase que repite varias veces.
El asesinato de Lara ocurre en plena campaña electoral. El 1 de junio, Veracruz y Durango votarán por sus nuevos alcaldes. Además, ciudadanos de todo el país elegirán a cientos de jueces para otros tantos puestos, punto de partida de la reforma al Poder Judicial que ha empujado Morena, cita caracterizado por el desconocimiento generalizado de los candidatos, más allá de algunos aspirantes a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y otros puestos de alto perfil.
El asesinato del domingo es el segundo contra un aspirante morenista en Veracruz, en contexto electoral. A finales de abril, criminales irrumpieron en la casa de Germán Anuar, candidato del partido guinda a la alcaldía de Coxquihui, en los límites de Veracruz con Puebla. Anuar preparaba un vídeo para su campaña cuando los asesinos entraron en su casa y tirotearon al candidato y sus familiares. Otras seis personas resultaron heridas.
En ambos casos, el de Lara y el de Anuar, sus asesinatos llegaron precedidos de otros actos de violencia o de situaciones extrañas. En Coxquihui, las autoridades detuvieron en enero a un exalcalde por un asesinato cometido tiempo antes. En Texistepec, criminales mataron en 2022 al esposo de la candidata Lara, que había fungido de regidor en el ayuntamiento.
La violencia contra políticos es habitual en México en tiempos electorales. En la última campaña, entre finales de 2023 y junio de 2024, el país registró ataques contra 130 aspirantes, precandidatos y candidatos, de acuerdo a datos de la organización no gubernamental Data Cívica, que monitorea la violencia política. De las 130 atacadas, 34 fueron asesinadas, 40 sobrevivieron, 32 recibieron amenazas tangibles y 10 fueron secuestradas. Esos datos convertían el proceso de 2024 en el más violento jamás registrado, por encima incluso de las muy violentas campañas de 2021 y 2018.
Según la consultora Integralia, que monitorea igualmente la violencia contra políticos en contexto electoral o preelectoral, los primeros tres meses del año han sido igualmente violentos. La consultora cuenta 104 incidentes de violencia política, casi la mitad, 50, asesinatos. Es verdad que Integralia incluye también casos que no tienen que ver directamente con procesos de elección popular, pero permite entender el tamaño del problema de la inseguridad en el país, desbocado desde hace dos décadas.
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