El 28 de abril de 1929, el Real Madrid recibió por primera vez cinco goles en un partido de Liga. La manita le cayó en Les Corts, el campo del Barcelona, pero se los metió el Club Esportiu Europa, que eligió ese escenario por su mayor aforo. Menos de un mes más tarde, fallecía en un accidente de coche en la localidad segoviana de Castillejo de Mesleón, José María Acha Larrea, vicepresidente del Arenas de Getxo. Viajaba, junto con el periodista Jacinto Miquelarena, a un partido de la selección española en Madrid. Había sido el impulsor del profesionalismo en el fútbol español, y de la creación de la Liga. Construyó con su dinero el campo de Ibaiondo, en el que jugaba el Arenas, y consiguió que su club, y también el Europa, jugaran la primera edición de la Liga en Primera División.

Ahora, después de años en los que bailaron en muchos estratos futbolísticos, a veces en Regional, los dos clubes históricos, el del barrio de Gràcia en Barcelona, y el de Las Arenas, en Getxo, ascienden a Primera RFEF, una categoría con obligaciones casi profesionales. El Arenas ganó una Copa, la de 1919, y alcanzó otras tres finales; el Europa jugó la de 1923, y aunque era favorito, cayó ante el Athletic de mister Pentland. Esas finales les dieron derecho a los escapulados catalanes y los rojinegros vascos a integrarse en la Liga. El Arenas jugó siete temporadas en Primera y hasta 1944 en Segunda, donde ya nunca regresó; el Europa aguantó tres campañas en la máxima categoría, y en los años sesenta del siglo XX resurgió con su ascenso a la categoría de plata, donde jugó cinco años.

La plantilla del Arenas de Getxo celebra el ascenso a 1a RFEF el pasado domingo.

Ahora, en otros tiempos, ambos clubes festejan un nuevo ascenso y se encuentran con el mismo problema: la Federación exige jugar en campo de hierba natural, y desde hace algunas temporadas, tanto el Arenas como el Europa juegan sobre césped artificial. “Es absurdo”, comenta desde Getxo el presidente arenero Gorka Zurinaga. “Resulta que en la Liga F se juega sobre césped artificial, y una semifinal de la Liga Europa, la del Bodo-Tottenham también, y a nosotros nos exigen hierba natural”. Lo mismo piensa el máximo mandatario del Europa, Héctor Ibar. “Hay una moratoria de seis meses para poder jugar en hierba natural, y aunque en la Federación Catalana son conscientes de que es una norma absurda, también nos dicen que es difícil cambiarla”, así que, “vamos a tratar de ampliar ese plazo y, al menos la primera temporada, poder seguir jugando en el Nou Sardenya”. El Europa es, “un equipo con raíces en Vila de Gràcia, y no vamos a hacer como otros clubes y buscar un campo fuera de aquí. Si tenemos un plazo más amplio y nos asentamos, podremos buscar soluciones”.

Lo mismo le ocurre al Arenas. Hace dos décadas perdió su campo de Gobela, de hierba natural y medidas amplias, cuando el Ayuntamiento de Getxo decidió construir un polideportivo, en el que también se enclava su nuevo terreno de juego, más pequeño y de césped artificial. “Este año cambiamos a la última generación”, dice Gorka Zurinaga, “pero la reglamentación nos obliga a cambiar”. La alternativa puede ser el campo de Fadura, donde juega el Getxo, y en el que el consistorio proyecta un estadio para 6.000 espectadores, “pero no acaba de arrancar, entre otras cosas por las objeciones de URA, la agencia vasca del agua, ya que el terreno está situado junto al río Gobela y los humedales de Bolúe. “Es difícil de explicar que una localidad de 80.000 habitantes no tenga un estadio en condiciones”.

Pero tanto la directiva del CE Europa como la del Arenas Club tienen muchas más cosas en las que pensar. “De momento, el presupuesto se tendrá que duplicar para la próxima temporada”, advierte Zurinaga. “Hay un sueldo mínimo de 25.000 euros para los jugadores, y muchos más gastos. Se supone que también más ingresos, pero, aun así, ante la posibilidad de ascender, llevamos un par de meses tratando de encajar todas las piezas con colaboradores, patrocinadores y el Ayuntamiento, con el que tenemos una magnífica relación”, afirma el presidente del Arenas.

“Nosotros tenemos claro que no nos vamos a volver locos”, afirma Héctor Ibar desde Barcelona. “Somos un club que pertenece a los socios y queremos que siga siendo así. Plantearemos un presupuesto que seamos capaces de generar, para no crearnos dificultades estructurales. Se trata de no gastar lo que no tienes”. Y apunta: “tendremos más ingresos, pero también muchos más gastos que en Segunda RFEF. Cuando entramos en el club nos planteamos que habíamos tenido poca ambición y había que inyectarla, pero la verdad es que las cosas han ido más rápido de lo esperado”.

Un gol del legendario capitán del Europa Álex Cano en Elche, precipitó el ascenso de su equipo, dirigido desde el banquillo por Alberto González, hermano de Sergio, ex técnico del Espanyol. La ilusión de los aficionados se plasmó en el desplazamiento de mil seguidores hasta la ciudad alicantina. Los de Getxo también viajaron en masa hasta Ipurua para jugar ante el filial del Eibar. El empate a cero final les otorgó el campeonato de Segunda RFEF. “El año pasado nos salvamos en la última jornada, así que decidimos dar un giro de 180 grados a nuestro planteamiento”, comenta el presidente del Arenas. Ficharon para el banquillo al exjugador del Athletic Ibai Gómez. “En el pueblo dudaban, porque además se trajo a tres juveniles del Santutxu, a los que entrenaba hasta entonces”. Los tres han jugado más de 2.000 minutos cada uno. “Nosotros no dudábamos, sabíamos cómo entrenaba”. Ibai se ha doctorado en Gobela. “Le queda otro año de contrato, seguirá con nosotros”.



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