Iga Swiatek, la tenista que domina la tierra batida, no defenderá el sábado el título que logró en el Masters de Madrid el año pasado en una final formidable en la que tumbó a la bielorrusa Aryna Sabalenka. La polaca cayó este jueves en la central Manolo Santana arrollada por Coco Gauff (4ª) y por sus propios fantasmas (doble 6-1 y , 1h 4m). La tenista que en el pasado era un frontón desde el fondo de pista, que devolvía una bola tras otra e imponía un ritmo abrasador, es hoy en día una jugadora irregular e irreconocible a la que le falta confianza. Una y otra vez, Swiatek comete errores no forzados, falla derechas y reveses cómodos que se quedan en la red o se van más allá de las líneas. El partido se convierte en una pesadilla para la número dos del mundo, que concede tres roturas en el primer set y otras dos en el siguiente. Su sensación es tan mala que en el segundo parcial, con 3-0 abajo, se sienta en la silla y se tapa la cabeza con la toalla mientras se lleva las manos a la cara. Cuando se la quita, aparece con el rostro serio, tratando de respirar hondo y calmar la ansiedad que le generan los fallos. La polaca, de 23 años, se despide del torneo en un partido que dura un pispás por sus errores y deja paso a Gauff (21), muy sólida, por primera vez finalista en Madrid, en donde se medirá el sábado con la número uno del mundo, Sabalenka, que esta noche ha derrotado a Elina Svitolina (17ª) en dos sets (6-3 y 7-5, 1h 32m) y que ya triunfó en la Caja Mágica en 2021 y 2023.

“Me estoy sintiendo mejor en cada partido, y es lo que he mostrado hoy”, dice la estadounidense tras batir a la tenista que mandó con puño de hierro en el circuito hasta que Sabalenka la adelantó en el ranking en octubre del año pasado. La victoria es también liberadora para Gauff porque hasta hoy llevaba un parcial de 5-0 sobre la tierra batida ante Swiatek. La polaca la había derrotado siempre sobre la arcilla, también en la final de Roland Garros de 2022, cuando le endosó un 6-1 y un 6-2 en un partido que duró poco más de una hora.

Nada tuvo que ver aquella final con el choque de este jueves, en el que Gauff pelotea con mucha comodidad mientras Swiatek, que ya ayer derrotó a la estadounidense Madison Keys en otra actuación irregular —se llevó un 6-0 en el primer set, algo que no ocurría desde junio de 2021—, mantiene una lucha constante contra ella misma. La tenista que parecía casi imbatible en tierra —suma ya cuatro Roland Garros, tres títulos en Roma y uno en Madrid— llevaba todo el torneo con un juego muy intermitente, incapaz de mostrar la consistencia con la que el año pasado triunfó por primera en Madrid, después en el Foro Itálico y más tarde en París. “Coco jugó bien, pero creo que yo no me moví bien y no fui capaz de devolver muchas bolas. El partido, sí, pues fue muy malo”, concede la polaca.

Swiatek (izquierda) saluda a Gauff tras su derrota este jueves en las semifinales del Masters de Madrid.

“Hoy todo ha colapsado, también mi tenis. Creo que ni siquiera mis pies estaban bien puestos antes de golpear la bola”, reflexiona Swiatek, que este curso siempre ha llegado al menos a cuartos de final en todos los torneos que ha jugado pero que no consigue levantar un trofeo desde hace casi un año, cuando venció en el Bois de Boulogne. Desde entonces, su trayectoria dibuja una suerte de estancamiento.

Cambió de entrenador en octubre, cuando contrató al belga Wim Fissette y dejó a Tomasz Wiktorowski tras tres años de asociación con el polaco, junto al que levantó cinco Grand Slam —los cuatro Roland Garros y un US Open— y ascendió a número uno del mundo por primera vez en su carrera. Solo unas semanas más tarde, Swiatek aceptó un mes de sanción tras dar positivo por trimetazidine (TMZ) en una muestra tomada en agosto durante un periodo sin competición después de que la Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis considerara que se contaminó de manera fortuita al tomar melatonina para el jet lag y los problemas de sueño.

Desde la sanción, Swiatek ha estado en las rondas finales de todos los torneos importantes —pisó las semifinales en el Open de Australia, en Qatar y en Indian Wells—, pero no ha alcanzado ninguna final. Ante Gauff dejó hoy varios gestos de frustración: la toalla cubriéndose la cara, un pelotazo en el primer set tras fallar una derecha sencilla y un grito de desesperación en la segunda manga después de cometer otro error no forzado. La mujer más joven de la historia en ganar cuatro Roland Garros tiene su evento predilecto a la vuelta de la esquina —comienza el 25 de mayo— mientras trata de ganar una batalla contra ella misma por recuperar su tenis: “Claro que me siento pesada. Siento que estoy forzando todo en lugar de dejar que todo fluya por intuición y por sí solo. Sé cómo puedo moverme y normalmente no tenía que pensar mucho en ello, pero estas últimas semanas no ha sido tan fácil”.

Swiatek sale este jueves de la central Manolo Santana tras perder su partido ante Gauff.



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