El desembarco ya se ha producido y seguirá hasta media tarde, cuando aterricen en el aeropuerto de Loiu los últimos aviones procedentes de Londres y Manchester. Miles de seguidores ingleses ya están en Bilbao y peregrinan hacia sus cuarteles generales, el del Manchester United en el Parque Etxebarria, y el del Tottenham en Amezola. Son ruidosos, beben cerveza, pero según los hosteleros, también muchos cubalibres, y de momento han causado pocos incidentes, salvo arrancar un semáforo en la calle Licenciado Poza y pasearse con él, como trofeo de los aficionados de los Spurs. Sucedió el martes por la tarde, es decir, a plena luz del día, y hasta el alcalde, Juan María Aburto, lo condenó, aunque rezando por que ese sea la mayor transgresión de los más de 60.000 aficionados que han llegado y llegarán a la capital.

Además, según informa El Correo, también se produjo un incidente, que se puede calificar de anécdota, cuando un aficionado inglés se acercó más de lo debido a dos músicos que tocaban la txalaparta (un instrumento folclórico en el que se golpean dos traviesas de madera, se apoyó en él y acabó rompiéndolo. Para evitar una multa de la Policía Municipal, el causante se comprometió a abonar los daños.

Un aficionado del Tottenham subido a un semáforo en las calles de Bilbao.

Se han producido varios incidentes más con motivo de la final de la Liga Europa, pero han sido fuera de Bilbao. Un par de ellos en Santander, en dos cafeterías. En una de ellas, tal como se aprecia en el vídeo de las cámaras de seguridad, cinco aficionados del United comenzaron a molestar a un padre y un hijo que comían en el interior y que, tras contestar al principio con sonrisas, acabaron levantándose para responder, hasta que los dos grupos se enzarzaron a puñetazos, que continuaron durante varios minutos.

En San Sebastián también se produjeron disturbios la noche del martes, con algún enfrentamiento entre seguidores de ambos equipos en la calle Fermín Calbetón de la parte vieja donostiarra. Algunos aficionados se dedicaron a lanzar objetos cogidos de las mesas de las terrazas y utilizaron una de ellas como arma contra otro grupo. También se registraron lanzamientos de vasos y se volcaron contenedores de basura, por lo que tuvo que intervenir la Ertzaintza, que practicó varias identificaciones, aunque no hubo detenidos.

A mediodía, con las fan zone abiertas y las calles de Bilbao abarrotadas, las fuerzas de seguridad toman precauciones para evitar más incidentes. Una de las mayores preocupaciones, más allá del partido, es la determinación de muchos hinchas de dormir en la calle tras el encuentro, ante la falta de alojamientos o el precio desmesurado de muchos de los que todavía se pueden hallar en las páginas web especializadas, unas tarifas que, en la comida y la bebida son mucho más moderadas, y sorprenden en bastante medida a los visitantes. Un cachi de 90 centilitros de cerveza —el equivalente a tres latas de tamaño normal— se cotiza a 10 euros y algunas cafeterías del Casco Viejo ofrecían desayunos con café, huevos revueltos y bacon por cinco euros.



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