La maldición del campeón se mantiene. Ningún equipo de la NBA ha sido capaz de repetir título desde que lo hicieron los Golden State Warriors en 2018. No solo eso: ha habido seis campeones diferentes en las últimas seis temporadas y entre ellos no está ninguno de los cuatro equipos que optan aún al trofeo Larry O’Brian. La mejor liga de baloncesto del mundo cerrará esta temporada con el séptimo campeón diferente consecutivo, algo sin precedentes, lo que da idea de la igualdad entre los equipos punteros de la NBA. En menos de un mes, un nuevo nombre se unirá a los Toronto Raptors (2019), los Lakers de Los Ángeles (2020), Milwaukee Bucks (2021), Golden State Warriors (2022), Denver Nuggets (2023) y Celtics de Boston (2024).
Tras aplastar en el séptimo y definitivo partido de su eliminatoria a los Denver Nuggets de Nikola Jokić, los Oklahoma City Thunder se enfrentarán desde este martes en las finales de la Conferencia Oeste a los Minnesota Timberwolves. El miércoles comienza la final del Este, entre los New York Knicks y los Indiana Pacers.
De esos equipos, solo los Knicks han sido campeones alguna vez y de eso hace más de medio siglo (1970 y 1973). Los Thunder son sucesores de los Seattle SuperSonics, que se alzaron con el título en 1979, pero en Oklahoma City nunca han celebrado un campeonato. En Minneapolis ocurre lo contrario: fue la casa de los Lakers, que ganaron allí cinco títulos entre 1949 y 1954 antes de su traslado a Los Ángeles, pero los Timberwolves no se han estrenado en el palmarés. Los Pacers solo jugaron una final de la NBA, hace 25 años, que perdieron contra los Lakers.
Entre las plantillas de los cuatro equipos solo hay siete jugadores que hayan llegado alguna vez a la final de la NBA: Pascal Siakam, Aaron Nesmith y Thomas Bryant, de Indiana; P.J. Tucker, Cam Payne y Mikal Bridges, de los Knicks; y Alex Caruso de Oklahoma City. De ellos, solo Siakam, cuando jugaba con los Raptors, tuvo cierto protagonismo.
Los últimos damnificados por la maldición del campeón han sido los Celtics de Boston, campeones en 2024, que mantenían intacto el bloque con el que ganaron el anillo. Al comenzar la temporada partían como favoritos y seguían al frente de las apuestas al comenzar los playoffs. En ese momento, el pívot letón del equipo, Kristaps Porziņģis, reconocía que podía faltarles el hambre de victoria de hace un año, cuando rompieron una sequía que duraba desde 2008 y se erigieron en el equipo más laureado de la historia de la NBA con su 18º título.
Por falta de intensidad, ambición y acierto, los Celtics dejaron escapar en casa dos partidos que parecían claramente encarrilados frente a los Knicks y luego no fueron capaces de remontar la serie. La lesión de Jayson Tatum, con rotura del tendón de Aquiles al final del cuarto partido, terminó de condenar a los de Boston, que aspiraban a marcar una era y ahora ven su futuro lleno de nubarrones.

Sus verdugos, los Knicks, alcanzan su primera final de conferencia desde hace un cuarto de siglo, cuando Pat Ewing era la estrella del equipo. Jalen Brunson ha demostrado ser el mejor jugador de la NBA en los momentos decisivos. A su lado, además, ha contado con el dominicano estadounidense Karl-Anthony Towns, procedente de los Minnesota Timberwolves, y fichaje estrella de los Knicks para esta temporada. Consciente de la poca profundidad de su banquillo, el entrenador, Tom Thibodeau, ha apostado por mantener el máximo de minutos posible sobre la pista a su quinteto titular, que completan OG Anunoby, Mikal Bridges, procedente de los Brooklyn Nets, y Josh Hart. La estrategia le ha dado resultado.
Los Knicks parten con ventaja de campo en su enfrentamiento con los Indiana Pacers, a los que ganaron en dos de sus tres partidos de la temporada regular. Buscarán el desquite contra el equipo de Tyrese Haliburton que fue su verdugo en las eliminatorias de hace un año. Curiosamente, también las tres últimas finales de conferencia de los Knicks han sido contra los Pacers. Los neoyorquinos ganaron en 1994 y 1999, pero perdieron en 2000.

Los de Indiana se han visto favorecidos por las lesiones de sus rivales en el camino a la final del Este, primero contra los Milwaukee Bucks, y luego frente a los Cleveland Cavaliers, que venían de completar una temporada regular sobresaliente. La inteligencia de Tyrese Haliburton y su forma de repartir juego es clave para el buen rendimiento de los Pacers, cuya responsabilidad anotadora ha estado extraordinariamente repartida en la postemporada. Un Pascal Siakam en plena forma ha sido el máximo encestador, con 18,8 puntos por partido, pero le siguen de cerca el propio Haliburton, Miles Turner, Andrew Nembhard y Aaron Nesmith. La final del Este está completamente abierta.
En el Oeste, los Oklahoma City Thunder parten como favoritos. Han sido el mejor equipo de la temporada regular, con 64 victorias y 18 derrotas, cuentan con el máximo anotador de la temporada (y claro favorito a llevarse el premio a mejor jugador), el canadiense Shai Gilgeous-Alexander. Al protagonismo encestador de SGA, se unen los centímetros de Chet Holmgren (que en su segunda temporada ha madurado y confirmado los destellos de la primera) y de Isaiah Hartenstein (fichado desde los Knicks el año pasado), la eficacia de Jalen Williams, la fiabilidad de Luguentz Dort y la intensidad de Alex Caruso.
Los Thunder abren este martes en casa la final de la Conferencia Oeste frente a los Minnesota Timberwolves, que se beneficiaron en su cruce con los Golden State Warriors de la baja de Stephen Curry en los últimos partidos. Las lesiones han sido clave en los playoffs de esta temporada.

Anthony Edwards es la estrella indiscutible de Minnesota. Se trata de uno de los jugadores más espectaculares de la actual NBA, que combina la explosividad de sus mates y entradas a canasta con un gran tiro de tres. En conjunto, los Timberwolves son un equipo correoso, con una defensa muy agresiva, en la que sobresale el muro francés Rudy Gobert. El hueco que dejó la salida de Karl-Anthony Towns rumbo a los Knicks ha sido llenado por el jugador que llegó de Nueva York en aquella operación, Julius Randle, que tras recuperarse de su lesión de hombro y adaptarse al equipo, está dando lo mejor de sí en la postemporada. Naz Reid y Jaden McDaniels completan el quinteto titular, pero Donte DiVicenzo (también procedente de los Knicks) y el veterano base Mike Conley, curtido en mil batallas, también disponen de minutos.
De los cuatro duelos entre los Thunder y los Timberwolves, dos cayeron de cada lado, así que aunque los de Oklahoma City partan como favoritos, la suerte no está echada.
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