Cinthia Villarreal se encuentra en la antesala de un partido, a tan solo 20 minutos de salir al campo de juego para darlo todo. Hay un poco de nervios y percibe, de forma notable, la altura de la Ciudad de México y su temperatura, que abraza unos soleados 30 grados en el Deportivo Alfredo Harp Helú, al sur de la capital. Sin embargo, nada de esto minimiza los ánimos y la determinación de la joven Cinthia, jugadora de Tigritas, el equipo femenil de rugby de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

Al contrario, ella confía plenamente en sus compañeras de equipo, así como en la preparación física y mental previa a los partidos de este sábado 17 de mayo, cuando tuvo lugar el primer Torneo Interuniversitario Iberdrola México-DestElla. La estrategia de Villarreal es clara: “Son muchas emociones, pero lo importante es la actitud y enfocarte para que a la hora de que empiece el juego, lo des todo. Tienes que ver cómo fluye el juego y estudiarlo un poquito, de ahí ir filtrando los puntos de que ‘por aquí nos va a dar, por aquí hay que darle’ y pues, buscar la ventaja”, explica.

Concebido como una herramienta de inclusión, empoderamiento y formación de talento, el torneo -orquestado en mancuerna por la Federación Mexicana de Rugby (FMRU) e Iberdrola México- brinda un espacio competitivo de alto rendimiento, en donde las jóvenes deportistas pueden ser visibilizadas y proyectadas hacia las selecciones nacionales. La cita ha reunido a cinco equipos (dos de la Ciudad de México, otro par proveniente del Estado de México, además de las ya mencionadas Tigritas de Nuevo León) en la modalidad de siete, lo cual si bien reduce la duración de un partido de rugby regular, lo potencia en cuanto emoción, dinamismo y anotaciones se refiere.

“DestElla es un programa que nació con el objetivo de utilizar el deporte como una herramienta para empoderar y lograr un desarrollo. Y visibilizar, porque necesitamos mujeres que sean referentes dentro y fuera de la cancha”, dice Paola Martínez Castro, directora de Comunicación y Responsabilidad Social de Iberdrola México.

Lo que vemos durante esta calurosa mañana es el resultado no solo de una alianza ejemplar entre deporte e iniciativa privada, sino de un sinfín de esfuerzos, afectos y valores humanos que encaminan el talento femenino hacia nuevos horizontes. Es también la antesala de un mejor futuro para el país.

Amigos y familiares, exatletas y entrenadoras, así como medios y empresariado, perfilan el rostro de una afición que, si bien aún luce menor frente a otros públicos deportivos de arraigo en México como el fútbol, compensa en confianza y determinación al momento de apoyar a sus equipos universitarios. En esta ocasión, son las Pumitas, las Búfalas, las Lanceras, las Jaguares y las Tigritas.

Todos forman una gran familia que, contrario a otras aficiones, convive abrazando los legendarios DRIP o valores que rigen al rugby dentro y fuera del terreno de juego: disciplina, respeto, integridad, pasión y solidaridad.

A unos días de que DestElla cumpla su primer año de existencia, para Erika Fernández, coordinadora de la Fundación Iberdrola México, este programa social alberga el potencial de hacer crecer otras federaciones y ser un aliado estratégico del desarrollo femenino del país. La iniciativa, así como la naturaleza misma del deporte, fortalece la integración.

“Es un proyecto muy entusiasta en el que hay un compromiso y componente de trabajo en equipo muy altos. Con esta iniciativa impulsamos el deporte femenino y el empoderamiento de mujeres en todo el país. De hecho, varios de los equipos que hoy nos acompañan nacieron a raíz de las activaciones que, como parte de DestElla, llevamos en universidades para dar a conocer el rugby”, explica Erika Fernández.

Tarde de victorias para el rugby femenino universitario, un motor de cambio social y empoderamiento femenino.

Por su parte, para las pioneras del rugby femenino en México – quienes, junto a las familias, gritan, apoyan y acompañan a las jugadoras más jóvenes recién llegadas-, el camino no ha sido sencillo y no ha estado exento de obstáculos que parecían infranqueables. Es Daniela Rosales Robles, encargada nacional de arbitraje y enlace entre la Federación Mexicana de Rugby (FMRU) e Iberdrola México, quien desde los 19 años ha defendido este deporte con suma pasión, constancia y entrega.

“He tenido la gran fortuna de haber pertenecido a una selección nacional de rugby, cuando prácticamente no se conocía el deporte en el país. Hoy veo cómo ha crecido el deporte y veo que hay mucha más inclusión y desarrollo. También ha sido un freno lo económico: tener dónde entrenar y encontrar apoyo en otras instancias y personas. En ese sentido, DestElla ha dado mucha visibilidad y se ha dado muchísimo impulso a nuevas jugadoras para que lleguen más lejos. Con actividades en diferentes escuelas, prepas y centros académicos… logramos que nos conozcan, que las chicas lo prueben: ¿qué tal si vienes, pasamos el balón y te enamoras del deporte?”, explica Rosales.

Desde su lanzamiento en junio de 2024, DestElla ha beneficiado a más de 4.000 personas y realizado cerca de 125 activaciones en cuatro estados del país.

Con Pumitas, Jaguares y Lanceras ocupando las primeras posiciones en la competencia, la pasión y la naturaleza competitiva de la jornada trae consigo también algunas lágrimas, rostros de cansancio y consuelo de emociones. No obstante, la impronta principal del Torneo Interuniversitario Iberdrola México-DestElla es la de unión y crecimiento compartido, de orgullo y júbilo fraterno.

Pero, sobre todo, representa la construcción de un mejor futuro para el desarrollo del talento mexicano. Ese que se prepara jugada a jugada, día a día y a paso firme.



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