
Guy Edwards Bartkus, de 25 años, ha sido identificado este domingo por el FBI como el autor del atentado a una clínica de fertilidad en Palm Springs, California. Bartkus es también la única muerte provocada por el ataque con explosivos al centro reproductivo. Otras cuatro personas resultaron heridas, pero sus vidas están fuera de peligro y ya han sido dadas de alta, de acuerdo a las autoridades locales. Antes de volar en varios pedazos, Bartuks dejó en una página de internet una grabación de media hora en la que explica sus motivos para llevar a cabo lo que el FBI ha calificado como un acto de terrorismo.
Los restos de Bartkus fueron detectados cerca de un Ford Fusion modelo 2010. Los investigadores creen que la detonación, que se dejó sentir a casi cuatro kilómetros de distancia del punto, provino del vehículo. “Creemos que él era el sujeto que encontramos cerca del coche”, ha asegurado la mañana de este domingo Akil Davis, el agente del FBI en una rueda de prensa. La agencia ha dicho que esta es la mayor escena de un atentado con bomba en todo el sur de California.
Las autoridades han descrito a Bartkus, originario de Twentynine Palms, un pueblo desértico a media hora de Palm Springs, como un chico de ideas “nihilistas” que actuó solo. Un fuerte dispositivo de seguridad tuvo lugar la noche del sábado en la localidad donde vivía Bartkus. Los agentes federales llegaron con equipo táctico, un vehículo acorazado y un robot diseñado especialmente para investigar materiales explosivos. El FBI cree que la bomba fue fabricada en esa zona residencial, donde los vecinos fueron evacuados de sus casas por varias horas.

Los agentes federales están investigando un puñado de publicaciones subidas a redes sociales y a YouTube en los que se mencionaba el uso de los explosivos. También es parte de la pesquisa una página web sin nombre donde fue subido material con conexión al ataque, pues se declaraba la guerra a los provida y se ponía como objetivo una clínica de fertilidad no identificada.
El sujeto reivindicó el atentado a la sede de American Reproductive Centers en Palm Springs en su mensaje sonoro, y donde se definió “anti vida”. “Básicamente, estoy molesto de existir y de haber sido traído a este mundo sin que yo diera mi consentimiento”, afirmó. Aseguró también sentir ira ante los tratamientos de fertilización y la gente que acudía a ellos. “Esta gente decide tener hijos después de pensar en ello. ¿Qué tan estúpidos pueden ser?“, indicó.
El autor del ataque planeó transmitir la explosión en directo por las redes sociales. Los investigadores encontraron cerca de la escena un trípode para el móvil, pero las imágenes no lograron subir a la plataforma del autor del atentado. La onda expansiva de la detonación dañó edificios y rompió cristales de los coches a varias cuadras a la redonda.
Bartkus asegura en su manifiesto que tenía varios amigos de ideología similar. Una de sus amistades de este grupo “anti vida” era Sophie Tinney, una mujer de 27 años del Estado de Washington, quien recientemente convenció a su novio de 29 de asesinarla con un disparo mientras dormía.
Los periodistas de The New York Times han localizado a Richard Bartkus, el padre del atacante, en la localidad de Yucca Valley, en California. El hombre de 75 años aseguró a la prensa que llevaba una década sin ver a su hijo y que supo de su implicación en el ataque la noche del sábado, cuando un familiar le escribió un mensaje de texto para decirle que su hijo era el principal sospechoso.
Richard Bartkus ha asegurado que su hijo tenía afición por los explosivos y el fuego desde pequeño. A los nueve provocó un incendio en su casa después de estar jugando con cerillos. Le gustaba jugar de niño con modelos de cohetes que hacía despegar. De adolescente fabricaba bombas de humo. “Nunca hizo nada grande, como una bomba”, aseguró. Bartkus sabía que Guy se había aficionado a los ordenadores y trabajó con niños con necesidades especiales. Pero también lo describió ante los periodistas como una persona muy influenciable.
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