El Metropolitano echó el cierre a la temporada española abrazado al mejor de sus muchachos, Julián Alvarez, la noticia más ilusionante en un curso declinante para los rojiblancos. El argentino abrió con un golazo de falta el castigo a un Betis ausente, sentenció la tarde con el 3-1 y, en medio, dejó un jugadón que se le fue por una astilla. Más que suficiente frente a un cuadro verdiblanco muy afeitado que se quedó definitivamente sin opciones de atrapar la última plaza Champions. Ni ganó ni falló el Villarreal en Montjuïc. Se presentó tarde y solo se sostuvo por las manos y los pies de su meta Adrián. El partido se detuvo 10 minutos al inicio de la segunda parte porque un aficionado necesitó asistencia médica.

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Jan Oblak, Clément Lenglet, Marcos Llorente, Javi Galán, Robin Le Normand, Samuel Lino (Ángel Correa, min. 79), Koke, Rodrigo De Paul (Conor Gallagher, min. 69), Giuliano Simeone (Nahuel Molina, min. 79), Alexander Sørloth (Antoine Griezmann, min. 69) y Julián Alvarez (Axel Witsel, min. 98)

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Adrián, Romain Perraud, Aitor Ruibal (Ángel Ortiz, min. 81), Natan, Nobel Mendy, Pablo Fornals, Johnny Cardoso, Abde Ezzalzouli (Antony, min. 45), Sergi Altimira (Isco, min. 45), Giovani Lo Celso (William Carvalho, min. 81) y Cédric Bakambu (Cucho Hernández, min. 45)

Goles
1-0 min. 9: Julián Álvarez. 2-0 min. 47: Le Normand. 2-1 min. 66: Fornals. 3-1 min. 74: Julián Álvarez. 4-1 min. 95: Correa

Arbitro Adrián Cordero Vega

Tarjetas amarillas
Nobel Mendy (min. 88), Nahuel Molina (min. 92)

A diez días de la final de la Conference contra el Chelsea y con pocas opciones de llegar a la quinta posición, Manuel Pellegrini hizo cálculos: dejó a Isco, Antony, Cucho Hernández y Bartra en el banquillo, y concedió los primeros minutos en Liga al joven central Nobel Mendy. Diego Pablo Simeone, más pendiente de dar carpetazo al campeonato para centrarse en el Mundial de Clubes, no se guardó nada y volvió a dejar de entrada fuera a Antoine Griezmann para seguir con la dupla Julián Álvarez-Sorloth.

Después de la paupérrima imagen entre semana en Pamplona, el adiós de su gente espabiló al Atlético, obligado a ponerle más nervio. Lo contrario que el Betis, con la cabeza en la ilusión europea y sin muchas ganas de luchar por el señuelo de la Champions. La consecuencia fue una tarde plácida para los rojiblancos.

Una alfombra roja alicatada por Julián Alvarez, autor de un gran tanto de falta y de una jugada maravillosa que murió en el palo. Su 1-0 fue un golpeo fuerte, orientado y con rosca que terminó en la esquinita de Adrián, con respuesta para todo menos para este disparo. El tiro a 29 metros de la puerta parecía más favorable para un zurdo, pero el argentino soltó un derechazo sensacional y categórico. Inapelable. Y de un lanzamiento a una jugada de brillo en la que se fue limpiando a todos los defensores que le salieron al paso. La defensa visitante no se caracterizó por la fiereza, pero la acción de Julián fue de primer nivel. Partiendo desde la derecha y ganando el centro del ataque, su eslalon acabó frente a Adrián y su intento solo lo frenó la madera. La delicadeza del sudamericano contrastaba con la frustración de Sorloth, frenado en dos mano a mano por el portero. Un pulpo bajo palos. Y, cuando no le amargó el meta, lo hizo su pie torcido.

El 2-0 de Le Normand en otro momento de pasividad del Betis atrás cerró un primer acto que fue coser y cantar para los futbolistas de Simeone, que se quedaron con las ganas de más cosecha. La desgana del Betis resultó evidente e irritó a Pellegrini, que soltó una reprimenda a sus jugadores en la pausa de hidratación. La bronca pareció despertar a su equipo, aunque el acoso atlético no se detuvo hasta el intermedio.

A la vuelta del descanso, el Betis dio vuelo a Isco, Antony y Cucho Hernández, que surtieron efecto y, en el único momento de luz del Betis, antes y después del obligado parón para asistir al espectador, se metió en el choque con la buena diana de volea de Fornals. El partido, entre la interrupción y el 2-0, sumergió al Atlético en la modorra y Simeone recurrió a Griezmann en lugar de un errático y ausente Sorloth. El francés no tardó en devolver el choque a su lugar. Combinó bien y asistió para el 3-1 de Julián. Fin de la película. El resto solo quedó para el gol de Correa —quién sabe si el de su despedida— y para que Oblak diera otro paso hacia el Zamora. Si lo logra, será el único en la historia de la Liga en conseguirlo seis veces.



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