Quinto día del juicio de Sean Combs, el artista conocido como Puff Daddy, y último de la primera y reveladora semana. El lunes las dos partes se dedicaron a presentar el caso, sus alegatos, mientras que el martes llegaron los dos primeros testigos y sobre todo la principal: Casandra Ventura, quien fue la primera denunciante del músico hace ahora un año y medio. Ventura, artista conocida como Cassie, declaró durante el martes y el miércoles para la fiscalía, y el jueves, y también este viernes, para la defensa. La testigo estrella del juicio que puede meter al rapero, también llamado Diddy, en la cárcel, ha vuelto a declarar en el estrado durante toda la jornada, embarazada de ocho meses y medio. La fiscalía ha pedido que fuera su último día, por las duras declaraciones y a causa de su avanzado estado. Y lo han logrado. Aliviada, Ventura ha podido marcharse y tanto ella como su esposo han enviado emotivos comunicados de agradecimiento.

Desde algo antes de las 10 de la mañana, la abogada Anna Estevao, del equipo defensor de Combs, ha empezado a interrogarla. En la sala, además del juez y los 12 miembros del jurado, estaban también los hijos varones de Combs y, este viernes, su hermana. De nuevo, han querido dibujar el caso más que como una constante de abusos, palizas, violaciones y abusos, como un simple problema de celos extremos. Estevao ha empezado donde acabó el jueves: en el incidente del hotel Intercontinental de Los Ángeles ocurrido en marzo de 2016 y que filtró la CNN. En el vídeo de las cámaras de seguridad se ve a Combs persiguiéndola por los pasillos y arrastrándola mientras ella trata de huir. Ventura ha leído uno de los mensajes que le envió al músico tras ese ataque: “Siempre quieres demostrarme que tienes el poder y me golpeas. No soy una muñeca de trapo, soy la hija de alguien”.

De hecho, la familia de Ventura empezó a preocuparse por ella porque pocos meses después del incidente del hotel, Combs le quitó el teléfono porque tuvo celos de que estuviera viéndose con un futbolista profesional. Iban en el coche a una cita médica, le cogió el teléfono y salió corriendo del vehículo. Cuando Ventura llegó a casa sin el dispositivo, su madre se preocupó y llamó a la policía. Era algo que él hacía a menudo, ha declarado: quitarle el teléfono o el pasaporte, para controlarla y asustarla.

Justin Dior Combs, Quincy Brown, Christian Combs

Ventura trató de evitar en todo momento que Combs la grabara durante los freak-offs, las orgías obligadas a las que durante días debía someterse por capricho de él. Tenía miedo de que las filtrara, algo con lo que él solía chantajearla. De hecho, la defensa ha reproducido un audio donde ella amenaza a un hombre que dejaba caer que había visto un vídeo suyo. Combs llegó a decirle que no perdiera de vista a ese hombre hasta que supiera lo ocurrido. En el audio, de 2014, ella le insulta y le grita: “Es mi vida y te mataré”. “Nunca he matado a nadie en mi vida, pero te mataré”. La propia Ventura se ha sorprendido, y hasta ha sonreído, al escuchar aquello.

En una declaración que ha ido dando saltos temporales, Cassie también ha contado que estuvo interna en un centro de tratamiento de trauma en Arizona durante 45 días que se dedica a “la curación de problemas de intimidad y relaciones, adicción al amor y al sexo, traumas emocionales y diagnóstico dual”. Allí empezó a escribir un libro con su historia. La defensa le ha preguntado si fue tratada por adicción al sexo o al amor y ella ha respondido que no, fue tratada de síndrome de estrés postraumático. También tomó, desde 2022, buprenorfina, una medicación que ayuda a eliminar la dependencia de los opiáceos.

 Siempre quieres demostrarme que tienes el poder y me golpeas. No soy una muñeca de trapo, soy la hija de alguien”.

Mensaje de Casandra Ventura a Sean Combs (Puff Daddy) leído en la corte

Tras una pausa de 10 minutos, la defensa ha vuelto a enseñarle a Ventura mensajes antiguos con Combs; algunos, tan antiguos, que están enviados desde dispositivos Blackberry. Pero también se han ido a una época más cercana: cuando empezó a salir con su ahora marido, Alex Fine. Era 2018. Entonces, trató de cortar con Combs. Charló con él de manera amable en una cena en Malibú y él le propuso incluso acudir a un festival juntos, Burning Man, al que ya habían ido. Él la llevó a su casa y, allí, la violó. “¿No puedo tener una oportunidad de hacer las cosas bien?“, le decía él en un mensaje cuando ella le dejó. ”¿Es que no te he cuidado?“. Ella contestaba: ”Me has cuidado de manera material, no como lo necesitaba. Lo que necesito es que me quieras y ser una prioridad».

Cassie Ventura, Sean Combs

La última vez que Ventura vio a Diddy fue en el funeral de Kim Porter, madre de tres hijos de Combs, en noviembre de 2018. La abogada Anna Estevao le ha preguntado si, hoy en día, odia a Combs. “No le odio”, ha afirmado ella. “¿Todavía le quiere?“, ha inquirido. ”Tengo amor por el pasado y por lo que fue», ha contestado. Tras la pausa para el almuerzo, la abogada de la defensa ha explicado que no tardaría en acabar con el interrogatorio, y así ha sido. Tras preguntarle por algunos mensajes más sobre Combs, los últimos que se mandaron, ya a mediados de 2019 —en los que él la felicitaba por ser madre y ella le daba las gracias—y en marzo de 2020 —“Echo de menos a mi mejor amiga, espero que estés bien”, dijo él; y ella se lo agradeció—, sobre las dos de la tarde han acabado las preguntas.

Poco antes, Ventura ha explicado cómo es su vida ahora. En octubre de 2023, poco antes de poner la demanda contra Combs, ella, su marido y sus dos hijos se mudaron a la casa de los padres de ella en Connecticut, al noreste del país. Querían pasar tiempo fuera de Los Ángeles y en la costa Este, y ella estaba preparándose para salir de gira. “Cuando vio que iba a lograr 20 millones”, le ha dicho la abogada en referencia al acuerdo extrajudicial al que llegó con Combs, “decidió cancelar la gira porque ya no la necesitaba, ¿no?”. “Esa no fue la razón”, ha asegurado ella. Después, ha explicado ante la fiscalía que entonces estaba sobrepasada y no quería estar lejos de sus hijos.

Sean "Diddy" Combs

La fiscalía había pedido que el viernes fuera su último día como testigo, por las duras declaraciones y a causa de su avanzado estado de embarazo. “La ineficacia del contrainterrogatorio ayer”, escribió la fiscalía, “hace inferir que el acusado espera lograr precisamente ese resultado”. Para ellos, si Ventura seguía en el estrado la semana siguiente, había un riesgo de que el juicio se echara a perder: ella podía dar a luz y la vista se pospondría o declararía nula.

La fiscalía ha vuelto a tener oportunidad de contrainterrogar a Ventura. La fiscal Emily Johnson, que ya fue la responsable de hablar con Ventura los primeros días, le ha preguntado si esos periodos donde Combs se mostraba “cariñoso y amable”, como ha contado ante la defensa, duraban. “No”, ha contestado Cassie, muy clara.

Ventura ha hablado sobre cómo los estados de ánimo del músico influían enormemente en su entorno, en su vida personal, en su carrera, y también en los demás. Si ella quería mantener una relación sexual normal, pero él quería un freak-off, una larga orgía con prostitutos y drogas, no había otra salida, tenía incluso que cancelar citas laborales: “Tenía otro trabajo completo. Básicamente, una trabajadora sexual”.

Tenía otro trabajo completo. Básicamente, una trabajadora sexual”.

Casandra Ventura, en su testimonio en el juicio de Sean Combss

“¿Devolverías ese dinero si eso significara que nunca tendrías que tener freak-offs?”, le ha preguntado Johnson a Casandra Ventura sobre el acuerdo de 20 millones de dólares. “Devolvería el dinero si nunca hubiera tenido que hacerlos”, ha contestado llorando. “Tendría capacidad y autonomía. No habría tenido que trabajar tanto para recuperarlas”. “¿Tiene algún interés financiero en el resultado de este juicio?“, le ha preguntado la fiscal. ”Absolutamente ninguno», ha dicho. Ahí ha acabado su testimonio.

Tras su declaración, el abogado de Casandra Ventura ha leído un comunicado ante los medios, a las puertas del juzgado. “Esta semana ha supuesto un reto extremo, pero también me ha dado mucha fuerza y me ha curado. Espero que mi testimonio haya dado fuerza y voz a otros supervivientes, y que pueda ayudar a otros que han sufrido a hablar y a curarse también del abuso y del miedo. Para mí, cuanto más me curo, más puedo recordar. Y cuanto más pueda recordar, más que jamás olvidaré”, ha leído el letrado Doug Wigdor en nombre de Ventura. “Quiero dar las gracias a mi familia y a mis abogados por su inquebrantable apoyo, y estoy agradecida por todo el cariño y la fuerza que he recibido. Me alegra poner fin a este capítulo de mi vida mientras me centro en la conclusión de mi embarazo, pido privacidad para mí y para mi creciente familia”.

Casandra "Cassie" Ventura

El esposo de Ventura, Alex Fine, también ha tenido unas palabras, a través de Wigdor. “En los últimos cinco días, el mundo ha sido testigo de la fuerza y la valentía de mi esposa al liberarse de su pasado”, ha arrancado. “En internet se ha especulado sobre lo que debo sentir al estar ahí sentado y escuchar el testimonio de mi esposa. He sentido muchas cosas allí sentado. He sentido un orgullo tremendo y un amor abrumador por Cass. He sentido una profunda rabia porque haya tenido que sentarse delante de una persona que intentó romperla. Así que, a él y a todos los que le ayudaron en el camino, por favor, sabed esto: no lo hicisteis. No rompisteis su espíritu ni su sonrisa, que ilumina cada habitación. No rompisteis el alma de una madre que da los mejores abrazos y juega a los juegos más tontos con nuestras niñas. No rompisteis a la mujer que me ha hecho un hombre mejor”, dijo.

El abogado siguió, en nombre de Fine: “Yo no salvé a Cassie, como algunos han dicho. Decir eso es un insulto a los años de doloroso trabajo que mi mujer ha hecho para salvarse. Cassie salvó a Cassie. Ella sola se liberó de los abusos, la coacción, la violencia y las amenazas. Ella hizo el trabajo de luchar contra los demonios que sólo un demonio en persona podría haberle hecho. Todo lo que he hecho es amarla como ella me ha amado. Su vida está ahora rodeada de amor, de risas y de nuestra familia. Este horrible capítulo ha quedado atrás para siempre y no haremos más declaraciones. Agradecemos todo el amor y el apoyo que hemos recibido, y os pedimos que respetéis nuestra intimidad mientras damos la bienvenida a nuestro hijo a un mundo que ahora es más seguro gracias a su madre”, finalizó.

Sean "Diddy" Combs

Tras Ventura, ha declarado la agente especial Yasin Binda. Brevemente, el jurado ha visto imágenes del pasado septiembre, tras la detención de Combs en un hotel de Nueva York. Las imágenes, tomadas por Binda, muestran su habitación de hotel: bolsas de plástico con aceite de bebé y lubricante, y también botellas; un foco para iluminar; clonazepam, un ansiolítico, junto a la mesilla de noche, así como MDMA y ketamina. Binda ha explicado que también se encontraron 9.000 dólares en efectivo en un bolso y que había una mujer en la habitación.

Apenas 15 minutos antes de acabar la jornada —a las cinco de la tarde, hora de Nueva York—, la fiscalía ha tenido tiempo de llamar al estrado a la quinta testigo: la cantante Dawn Richard, exmiembro del grupo musical Danity Kane. Ella fue la décima denunciante de Sean Combs, el septiembre de 2024, pero no ha hablado sobre sí misma. De hecho, apenas ha podido empezar a exponer su caso. Ha contado que trabajó para Combs entre 2004 y 2011 y que vio cómo Casandra Ventura fue “atacada” por él en 2009. “Bajó gritando, beligerante, preguntando dónde estaba su comida, y procedió a golpearla en la cabeza, le dio una patada y la tiró al suelo delante de nosotros”, ha contado. Tras ello, la agarró del cuello con el brazo y la subió por las escaleras, tras lo que los demás escucharon ruido de cristales. Ha contado que no llamaron a la policía porque tenían “miedo de que él hiciera algo”.



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